Países y organismos financieros prometieron hoy donaciones por 522 millones de dólares en un plazo de tres años para la reconstrucción de Timor Oriental, mucho más de lo esperado.
El territorio quedó devastado por la violencia que desataron milicias proindonesias después de que 78,5 por ciento de los timorenses optaran por la independencia del territorio ocupado por Indonesia en 1975 en un referéndum supervisado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 30 de agosto.
"Estoy agradecido por la generosidad de la comunidad de donantes, que superó nuestras expectativas", dijo Xanana Gusmao, presidente del Consejo Nacional de Resistencia Timorense, al finalizar este viernes la reunión de ayuda de dos días realizada en Tokio.
Se espera que Gusmao, que fue liberado por las autoridades indonesias en septiembre luego de pasar siete años en prisión, sea el primer presidente de Timor Oriental cuando la Administración Transitoria de las Naciones Unidas en Timor Oriental (UNTAET) se retire en dos o tres años.
"Sin embargo, la reconciliación es un tema mucho más complejo que implica otros matices políticos y está por encima de lo prometido por la comunidad internacional", agregó Gusmao.
Gobiernos y donantes presentes en la reunión, organizada por el Banco Mundial y la ONU, prometieron 522 millones de dólares en donaciones en los próximos tres años.
Esta cifra supera los 307 millones de dólares a los que se esperaba llegar en la reunión, a la que asistieron casi 200 delegados de 50 países y agencias internacionales. De la cifra prometida, 149 millones se destinarán a la ayuda humanitaria.
Los restantes 373 millones de dólares se destinarán al desarrollo y la reconstrucción. De esta cifra, 215 millones de dólares serán colocados en dos fideicomisos supervisados por el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo.
El primero de ellos supervisará sectores como infraestructura, agricultura, salud, educación y macroeconomía.
El segundo será administrado por UNTAET y representantes timorenses serán responsables de la aprobación de proyectos y la supervisión de su implementación.
Los 158 millones de dólares que quedan fuera de los fideicomisos para el desarrollo y la reconstrucción se destinarán a otra asistencia bilateral y multilateral para la reconstrucción.
Japón donará 100 millones de dólares a Timor Oriental, de los cuales 28 millones se volcarán a la ayuda humanitaria. "Es natural que Japón, como principal actor en Asia, haga la mayor contribución", explicó Shozo Azuma, del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Recalcó, sin embargo, que Timor Oriental no es solamente un asunto asiático sino internacional, que requiere que la comunidad mundial coopere en el proceso de construcción de la nueva nación.
Japón también señaló que aunque su contribución será desembolsada a través del fideicomiso de la ONU, también brindará ayuda a organizaciones no gubernamentales (ONG) japonesas que ayudarán a los refugiados timorenses y enviarán a un equipo de expertos para estudiar la situación en Timor Oriental.
Los activistas manifestaron satisfacción por el hecho de que se hayan prometido donaciones y no préstamos a Timor Oriental, para que pueda comenzar su desarrollo "libre de deudas".
Las organizaciones de derechos humanos reiteraron su apoyo a los procesos de justicia, reconciliación y promoción de los derechos humanos y señalaron que tomará algún tiempo para que sanen las heridas del pasado.
En una conferencia de prensa celebrada el jueves, ONG timorenses y sus socios extranjeros prometieron hacer que el proceso de construcción de la nación sea sencillo y cuente con la participación de todos.
"El país puede estar devastado, pero eso no significa que los mecanismos locales, como las organizaciones populares, y los líderes comunitarios educados no puedan desempeñar un papel fundamental en la reconstrucción de su país", dijo Rieko Inoue, del Centro de Recursos del Pacífico, una ONG japonesa.
Otras ONG participantes son el Foro de ONG de Timor Oriental, Amnistía Internacional, el Consejo Australiano para la Asistencia al Extranjero y Oxfam Internacional.
Gusmao respondió preguntas de los periodistas y dijo que es importante manejar el tema de las elecciones tan pronto como sea posible.
Con respecto a conceder amnistía a los culpables de los asesinatos masivos, Gusmao dijo que todavía "queda mucho trabajo por hacer" con respecto a ese tema, que describió como "un acto político".
"Podríamos tomar el ejemplo de Sudáfrica", dijo refiriéndose a la Comisión de Verdad y Reconciliación. Sin embargo, "no podemos hablar de justicia e impunidad en este caso", agregó.
En comentarios anteriores realizados durante la conferencia, explicó que la integración a la sociedad de los responsables no significa impunidad.
"La pregunta acerca de si se administrará justicia en Timor Oriental y si su naturaleza será punitiva o restauradora es una pregunta vital para nuestro futuro y la confianza que la gente tendrá en sus instituciones y líderes gobernantes", señaló Gusmao. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/at/aq/dv/99