TECNOLOGIA: Países en desarrollo compiten en la carrera espacial

El segundo intento de Brasil de enviar un satélite al espacio terminó en fracaso, pero no desalentó los esfuerzos de los países en desarrollo por ingresar al lucrativo mercado de los viajes espaciales.

Los técnicos brasileños descubrieron una falla en el cohete lanzado el sábado 11 y lo destruyeron tras haber permanecido tres minutos en el aire. El aparato valorado en 10 millones de dólares fue construido exclusivamente con equipos locales.

Brasil es uno de los 30 países en el mundo, en su mayoría altamente industrializados, con programas espaciales.

Argentina, China e India también compiten en este campo, según el informe "Programas Gubernamentales del Espacio: Perspectivas Mundiales", de la firma asesora espacial Euroconsult.

Otras 30 naciones son potencias espaciales emergentes, incluyendo Arabia Saudita, Chile, Corea del Norte, Indonesia, México, Marruecos, Perú, Polonia, Sudáfrica y Uzbekistán.

El coqueteo brasileño con el espacio comenzó en 1965 cuando desarrolló por primera vez un equipo de lanzamiento. El programa espacial decoló en 1979, y en 1994 el país creó su propia agencia espacial que ahora promueve dos bases de lanzamiento, una estación satelital terrestre y un centro de control.

El presupuesto espacial brasileño oscila entre 120 y 170 millones de dólares por año, una suma significativa para un país en desarrollo, pero una mínima fracción de los 13.600 millones de dólares gastados el año pasado por la Administración Nacional del Espacio y la Aeronáutica (NASA) de Estados Unidos.

Con un ingreso estimado en 80.000 millones de dólares en 1996, y más de 800.000 personas empleadas en todo el mundo, la industria del espacio es una de las importantes maquinarias económicas del mundo, según la oficina de la ONU para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA).

La comercializacion del espacio ha sido condicionada por las nuevas formas de comunicación, televisión satelital, telecomunicaciones e Internet, la red mundial de computadoras.

Si bien entre 1987 y 1996 el mercado comercial alcanzó un promedio de 36 lanzamientos de satélites por año, en el período entre 1998 y 2007 se planea enviar 1.697 satélites al espacio y la industria pronostica una expansión de 10 por ciento anual, según UNOOSA.

Las antenas satelitales que reciben transmisiones digitales directas se convirtieron en uno de los productos electrónicos de mayor venta, con la mayor parte de ese crecimiento registrada en Estados Unidos y Europa

El aumento de la fabricación y venta de esos equipos a partir de 1997 fue consecuencia de la puesta en órbita de satélites transmisores sobre América Latina, Asia, Medio Oriente y el Pacífico.

"En el impulso final hacia el nuevo milenio, grandes cambios se han producido en el joven mercado espacial", señaló Laurence Journez, experto de Euroconsult.

"El crecimiento del mercado comercial para satélites de telecomunicaciones y televisión ha sido constante desde la baja cíclica alcanzada entre 1985 y 1986.

"De los 108 satélites actualmente bajo contrato, alrededor de 46 por ciento reemplazará las viejas cápsulas espaciales que están llegando al final de su vida útil. Otro factor clave es el continuo crecimiento económico en la región Asia-Pacífico y la desregulación", dijo.

Las proyecciones para la producción de satélites comerciales y vehículos de lanzamiento debieron ser revisadas sobre bases anuales dado que la demanda superó todas las expectativas.

El mercado de estaciones satelitales terrestres aumentó las ventas de 2.500 millones de dólares en 1986 a 18.000 millones en 1996, ya que se adquirieron 400 veces más estaciones.

El aumento alcanzará 51.000 millones de dólares en el 2006, y alrededor de 100 a 117 millones de estaciones. Si bien una vez costaron millones de dólares, una estación receptora terrestre puede adquirirse ahora por pocos cientos de miles de dólares.

Atraida por el mercado en expansión, Sudáfrica aprobó en 1993 una legislación para crear un Consejo de Asuntos Espaciales que administra y controla la actividad en ese sector. El fabricante de armas "Denel" fue uno de los primeros en desarrollar un proyecto de lanzamiento espacial en Africa.

La compañía participó en tres lanzamientos desde el polígono de pruebas de Overberg, y "una serie de ensayos se realizaron cerca de Ciudad del Cabo", señaló Marcel Toussaint, director de estudios de Eurospace, la asociación de la industria espacial europea.

"Se hicieron ofertas para usar las instalaciones sudafricanas para enviar al espacio satélites pequeños", dijo Toussaint.

En 1981, India tambien intentó lanzar o lanzó siete satélites empleando cohetes europeos o rusos antes de desarrollar sus propios lanzadores.

Los ingenieros indios están desarrollando un avión espacial no más grande de un avión caza, reutilizable y con combustible hidrogenado, para poner en baja órbita terrestre a satélites con un peso hasta de 1,5 toneladas.

El ministro de Energía Atómica y Espacio, Vasundhara Raje, informó al Parlamento que el país estudia la posibilidad de llevar a cabo una misión a la Luna.

El empleo de satélites de comunicaciones para el desarrollo sustentable y la educación masiva también es un importante componente social del sector. La experiencia de varios países en desarrollo, como Brasil, China e India, demostró el potencial de esos sistemas en esa área.

La información obtenida por el Satélite Indio con Sensores Remotos se usa con fines agrícolas como el cálculo de producción de las cosechas, el control de sequías, de zonas con riesgo de inundaciones y de daños ocasionados por las crecidas.

La planificación urbana, estudios forestales, análisis de impacto ambiental, prospecciones minerales y diseño de mapas para ubicar napas subterráneas de agua también se benefician con la vigilancia satelital.

El mes pasado, la Conferencia Ministerial sobre Aplicaciones Espaciales para el Desarrollo en Asia y el Pacífico, que se realizó en Nueva Delhi, señaló que la importancia de las aplicaciones de la tecnología espacial en el desarrollo nacional ya es comprendida en muchos países de la región.

"Sin embargo, muchos de esos esfuerzos están en escala piloto o de demostración, con sólo unos pocos proyectos integrados en cualquier actividad mínima de desarrollo operativo. Además, muchos intentos se han visto duplicados", dijo el informe.

Científicos del Instituto Asiático de Tecnología dijeron que para el 2005 planean construir un "RiceSat", un satélite para estudiar y controlar el cultivo de arroz a lo largo de toda la región.

Calcularon que las imágenes del RiceSat costarán 200 dólares por toma, en comparación a su actual precio comercial de 4.000 dólares.

México también se abre camino en la tecnología espacial. El país lanzó su primera generación de satélites, Morelos-1 y Morelos- 2 en 1985 y, en 1996, la Universidad de México construyó un satélite que fue lanzado por Rusia. (FIN/IPS/tra-en/gm/ego/aq/sc/99

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