TECNOLOGIA-BRASIL: En guerra contra la falla del milenio

Brasil afronta la posibilidad de sufrir la falla informática del milenio al comenzar el año 2000 con una verdadera operación de guerra coordinada por el Ministerio de Defensa.

La última prueba, efectuada este miércoles, permitió a las autoridades reiterar que la posibilidad de que ocurran los temidos colapsos en el suministro de energía, servicios telefónicos, bancarios, de salud o transportes es "mínima".

Cuatro mil personas, 30 por ciento militares, serán movilizadas por el Centro de Coordinación General (CGC) del Plan de Contingencia, instalado en el Ministerio de Defensa, en Brasilia, conectado a 155 oficinas distribuidas por el país, en vigilia del 31 de diciembre al 5 de enero.

Además, están en marcha planes sectoriales y estaduales, del gobierno y del sector privado, involucrando cerca de 70.000 personas en todo el país para evitar los riesgos de la falla del milenio, estimó el CGC.

La falla del milenio es la denominación con la que se conoce el error numérico que afectará a computadoras cargadas con programas antiguos cuando comience el año.

El problema se desatará en computadoras de todo el mundo que serán incapaces de reconocer el "00" en sus sistemas de fechas como correspondiente al 2000 y, por lo tanto, interpretarán que comenzó el 1900.

Brasil tratará de aprovechar al máximo sus ventajas de país occidental. Embajadas y otras representaciones en oriente, especialmente en Asia y Oceanía, se convertirán en 89 puestos de información sobre lo que vaya ocurriendo en las computadoras y productos informatizados.

Los países de huso horario avanzado servirán de cobayas. Nueva Zelanda, con 14 horas de adelanto respecto de Brasilia, será prioritaria, como primer local de observación, al pasar formalmente de 1999 al 2000.

Conociendo posibles defectos informáticos con anticipación, los técnicos brasileños esperan evitar su repetición en el país, contando con algunas horas para corregir los problemas.

Brasil desarrolla hace tres años el Programa Año 2000 de prevención a la falla del milenio, que ya costó casi 550 millones de dólares al gobierno federal, según Solon Lemos Pinto, su coordinador.

La posibilidad de que ocurran problemas es de un máximo de dos por ciento, aseguró.

La energía eléctrica es una de las areas de mayor preocupación. Pero no hay riesgo de apagones, según Firmino Sampaio, presidente de Eletrobrás, compañía estatal que controla las grandes empresas de generación y transmisión.

Todo el sistema está probado y en la noche del 31 de diciembre a 1 de enero la demanda será 40 por ciento inferior a la de dias normales, argumentó.

Una situación negativa, sin embargo, puede crearse si gran parte de la población decide apagar luces y aparatos eléctricos y luego encenderlos casi simultáneamente, lo que originaría una sobrecarga en el sistema, admitió Sampaio.

Eso preocupa especialmente a Mauro Arce, secretario de Energía de Sao Paulo, el estado más poblado e industrializado del país.

Una reducción brusca del consumo, como consecuencia, por ejemplo, de la desactivación de equipos industriales, puede provocar un exceso de tensión en las lineas de transmisión y daños, advirtió Arce.

El gobierno de Sao Paulo ya invirtió 137 millones de dólares en el programa estadual de prevención. En estos días de pasaje del año movilizará a 35.000 técnicos para atender a eventuales sorpresas.

El sector de telecomunicaciones, privatizado en julio de 1998, y el bancario también aseguraron estar preparados.

Las medidas adoptadas por el Banco Central y las instituciones financieras, tanto estatales como privadas, ofrecen una seguridad reconocida internacionalmente, sostuvo Antonio Gustavo Matos, representante del sector en la coordinación del Plan de Contingencia.

Pero 12 de los 27 estados brasileños no informaron al Ministerio de Defensa sus medidas para enfrentar el fenómeno, conocido en Brasil por la expresión inglesa "bug" (insecto).

Otros temores se refieren a los hospitales, que poseen numerosos equipos que contienen "chips" antiguos y que podrán dejar de operar al comienzo del 2000. Son casi 6.000 unidades en el país y el gobierno no puede controlarlas, reconoció Lemos Pinto.

En relación al transporte aéreo, el Departamento de Aviación Civil (DAC), órgano del Ministerio de Aeronáutica, recomendó la suspensión de vuelos en la noche del 31 de diciembre para reducir los riesgos.

De los 462 vuelos, 174 ya fueron cancelados, informó el brigadier Adenir Siqueira Viana, quien afirmó que la seguridad en los demás será total. El DAC inhabilitó a 378 empresas de taxi aéreo y servicios del sector, por falta de medidas de prevención a la fa lla del milenio. (FIN/IPS/mo/mj/sc/99

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