La presidenta de Sri Lanka, Chandrika Kumaratunga, hospitalizada tras un atentado contra su vida el fin de semana, prometió aplastar a los insurgentes Tigres por la Liberación de la Patria Tamil si es reelegida en las elecciones del martes.
Kumaratunga sufrió heridas en el rostro y el ojo derecho a causa del ataque perpetrado la noche del sábado, durante la última movilización preelectoral de su partido, por un presunto comando suicida de los separatistas tamiles, quien murió y causó la muerte de por lo menos otras 25 personas.
Kumaratunga se dirigió a la nación por radio el domingo para decir que las elecciones presidenciales se realizarían de la manera prevista e hizo un llamado para eliminar el "terrorismo".
"Llegó el momento de que todos los cingaleses, tamiles, musulmanes y otros pueblos de Sri Lanka dejen de lado sus diferencias y unan su esfuerzo para llevar adelante el proceso de eliminar el terrorismo y restablecer la paz y la democracia", afirmó.
Luego del atentado, la presidenta herida fue llevada a un hospital privado de Colombo, donde ha permanecido bajo fuerte custodia.
Tras el ataque contra Kumaratunga hubo otro atentado con una bomba durante una reunión del opositor Partido Nacional Unido (UNP) en las afueras de Colombo, que causó la muerte de por lo menos nueve personas, incluyendo a un ex comandante militar afiliado a ese partido.
Se presume que ambos ataques con bombas fueron obra de los Tigres, quienes no asumieron la responsabilidad de los atentados pero han asesinado a dirigentes políticos en el pasado, entre ellos a Gamini Dissanayake, el candidato del UNP en las anteriores elecciones presidenciales.
Dissanayake fue asesinado durante un acto público de la campaña electoral de 1994. Tres años antes, el ex primer ministro indio Rajiv Gandhi también había sido asesinado durante una campaña electoral, en el estado tamil del sur de India, por un comando suicida de los separatistas.
Los rebeldes, que luchan por un estado separado en el noroeste de Sri Lanka, al que llaman Eelam, para la minoría tamil de la isla, a la cual dicen representar, son sospechosos de haber planeado el asesinato del presidente Ranasinghe Premadasa en mayo de 1993.
Los Tigres han eliminado también a muchos dirigentes tamiles que consideraban una amenaza. Uno de ellos fue Neelan Tiruchelvam, un líder moderado, especialista en asuntos constitucionales y activista por los derechos humanos, asesinado en julio de este año.
Por lo menos 75.000 personas, combatientes y civiles, ha muerto en la guerra civil de Sri Lanka, que comenzó en 1983. Kumaratunga llegó al poder en 1994 con la promesa de restaurar la paz.
Antes del atentado contra la presidenta, la mayoría de los analistas políticos, diplomáticos y grupos civiles consideraban que Kumaratunga y su rival del UDP, Ranil Wickremasinghe, estaban muy parejos y con clara ventaja sobre los otros 11 candidatos a la presidencia.
Se pensaba que la promesa de Wickremasinghe de reanudar las negociaciones con los Tigres, quienes dijeron que están listos para hablar de paz, jugaría a su favor en las elecciones. Kumaratunga ha sufrido una serie de fuertes reveses, entre ellos derrotas en el campo de batalla contra los insurgentes.
"¿Habrá un voto de solidaridad (para Kumaratunga)? No lo creo, ya que es demasiado tarde para que algún partido saque ventaja política de los atentados. Debemos recordar que el UNP también fue atacado", observó Harry Goonatillake, comandante retirado de la fuerza aérea y analista político.
Algunos sectores de os votantes, quizá en las aldeas, podrían ser influenciados por el intento de asesinato, pero esto no tendrá un impacto global sobre el resultado de las elecciones, porque la gran mayoría de los votantes ya tomaron una decisión, añadió.
Durante todo el domingo, la televisión estatal mostró docenas de ceremonias religiosas organizadas por dirigentes de la gobernante Alianza Popular tras el atentado, pero no hubo evidencia importante de manifestaciones públicas espontáneas de solidaridad con Kumaratunga.
Jehan Perera, director de medios de la Alianza Nacional para la Paz y analista político, opinó que "habrá un cambio a favor de Chandrika ya que hay un creciente sentimiento de solidaridad hacia ella ahora", pero este punto de vista es minoritario entre los expertos.
El editor de un periódico estatal pronosticó que el voto de solidaridad le daría a Kumaratunga la mayoría absoluta necesaria para ganar las elecciones sin necesidad de una segunda vuelta. "Podría llegar a 55 por ciento ahora", dijo.
Las tres elecciones presidenciales realizadas en el país, en 1982, 1989 y 1994, tuvieron ganadores por mayoría absoluta.
La campaña de este año estuvo marcada por la violencia, que tuvo como consecuencia cinco asesinatos. El 17 de diciembre, artistas de cine y televisión realizaron una protesta en Colombo contra los atentados por parte de activistas del partido gobernante, cuyas víctimas fueron en su mayoría mujeres integrantes del UNP.
El UNP también podría ser beneficiado por una oleada de solidaridad, según un profesor de derecho que pidió reserva sobre su identidad. "No creo que el factor solidaridad tenga un papel importante. Además el UNP también fue atacado por los rebeldes", señaló.
Mangala Samaraweera, ministro de Medios de Comunicación y portavoz del gobierno, también minimizó ese factor en una conferencia de prensa realizada el domingo, y afirmó que siempre se esperó el triunfo de Kumaratunga.
La presidenta busca un segundo período de gobierno para implementar reformas constitucionales impulsadas sin éxito en 1995, que buscan cambiar la organización del Estado, creando una federación de regiones, y poner fin al conflicto étnico. (FIN/IPS/tra-en/fs/an/at/mp/ip/99