RUANDA: Nueva investigación critica a ONU por genocidio

Una comisión de investigación independiente declaró que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Consejo de Seguridad y los estados miembro del foro mundial no hicieron todo lo que podían para impedir o detener el genocidio perpetrado en Ruanda en 1994.

"La falta de respuesta de la ONU, antes y durante el genocidio de Ruanda, se debió a una carencia de recursos y de voluntad para comprometerse, lo cual habría sido necesario para impedir o detener el genocidio", sostiene el equipo de investigadores que redactó el informe.

Dicho informe fue el segundo documento que acusa a la ONU de no haber logrado impedir una tragedia humana masiva.

El secretario general del foro mundial, Kofi Annan, concluyó en un documento divulgado en noviembre que la ONU no intentó detener la masacre de civiles bosnios a manos de las fuerzas serbias, ocurrida en 1995 en la ciudad de Srebrenica.

El genocidio de Ruanda se desató en abril de 1994, y fue perpetrado por extremistas de la etnia hutu del gobierno y del Ejército, contra la población tutsi y hutu moderada. Unas 800.000 personas fueron asesinadas en 100 días.

Los comisionados independientes que prepararon el informe exigieron acceso irrestricto a testigos relevantes y documentos de la ONU.

Los miembros de la comisión investigadora fueron el ex primer ministro de Suecia Ingvar Carlsson, el ex canciller de Corea del Sur Han Sung-Joo y el general retirado del Ejército de Nigeria Rufus Kupolati.

"Hemos subrayado cada fracaso. No sólo intentamos explicar lo sucedido y los errores cometidos, sino que también buscamos a los responsables. No evitamos decir la verdad", declaró Carlsson en conferencia de prensa realizada este jueves.

Annan admitió el fracaso de la ONU en una declaración escrita, y expresó su "profundo arrepentimiento".

"Acepto totalmente las conclusiones, incluso las que se refieren a funcionarios de la secretaría de la ONU, entre los cuales estoy yo mismo", declaró Annan, quien durante la masacre de Srebrenica era subsecretario general para el Mantenimiento de la Paz.

Uno de los errores más graves de la ONU en Ruanda fue la decisión de reducir la fuerza de mantenimiento de la paz una vez que había empezado la masacre, señala la comisión investigadora.

La misión de mantenimiento de la paz de la ONU, llamada UNAMIR, había sido establecida por el Consejo de Seguridad en octubre de 1993 para supervisar el acuerdo de paz firmado ese año entre el gobierno de Ruanda y el Frente Patriótico de Ruanda, liderado por los tutsis.

Sin embargo, el mandato del Consejo rechazó algunas de las propuestas del entonces secretario general de la ONU, Boutros Boutros Ghali, y la fuerza de UNAMIR se "debilitó deliberadamente", según el informe.

El Consejo redujo a UNAMIR hasta que quedó una fuerza "mínima", aunque las masacres ya habían comenzado, y Bélgica se había retirado de la misión porque 10 de sus soldados fueron asesinados.

"La investigación encuentra difícil justificar esa decisión. El Consejo de Seguridad es responsable por su falta de voluntad política para detener la matanza", acusa el panel.

Por su parte, Kupolati subrayó que "la orden fue equivocada, e inadecuada a la situación. La ONU debería haberlo reconocido".

Además, las tropas llegaron mal preparadas y mal equipadas, y "no eran en absoluto del nivel que uno esperaría encontrar en una operación de mantenimiento de la paz", insistió.

La comisión responsabilizó también al Consejo por "la tardanza para reconocer lo ocurrido en Ruanda como un genocidio".

El informe también le da gran importancia a un cable, enviado a la sede de la ONU en Nueva York el 11 de enero de 1994 desde Kigali, según el cual un informante había avisado al foro mundial que los hutus estaban registrando a todos los tutsis de la capital para exterminarlos.

El modo en el cual se manejó esa información demuestra "la falta de coordinación" que existe dentro del sistema, indicó Carlsson.

El cable, escrito por el comandante de las fuerzas de la ONU, general Romeo Dallaire, iba dirigido al asesor militar de Boutros Ghali, general Maurice Baril.

La comisión sostiene que el cable debería haber sido enviado al menos a la subsecretaría general de Mantenimiento de la Paz y Asuntos Políticos.

Baril le mostró el mensaje a Annan y a otros funcionarios de la sección de Mantenimiento de la Paz, pero ni Boutros Ghali ni el Consejo de Seguridad fueron informados del asunto, recalcó la comisión.

"La Comisión no entiende por qué no se hicieron más esfuerzos de seguimiento a partir de lo anunciado por el informante", insisten los autores del documento.

"Cuando las Naciones Unidas reciben la información de que existen planes de exterminar a determinado grupo de personas, deben dar una respuesta inmediata y decidida", señalaron.

Lo único que se hizo fue decirle a los funcionarios de la ONU en Kigali que instruyeran al entonces presidente de Ruanda, Juvenal Habyarimana, y a los embajadores de Bélgica, Estados Unidos y Francia.

Esa fue toda la reacción al cable recibido. Menos de tres meses más tarde, el avión que llevaba a Habyarimana y al presidente de Burundi, Cyprien Nytaryamira, fue derribado, causando la muerte de ambos. Entonces comenzó el genocidio.

"De todos los objetivos que me fijé como secretario general, aquél con el cual me siento más profundamente comprometido es el de que las Naciones Unidas no vuelvan a fracasar nunca más cuando se trate de proteger a la población civil de un genocidio o una masacre", declaró Annan.

El informe contenía una lista de 14 recomendaciones para impedir que se repita el fracaso de la ONU.

Una de las propuestas es que el Consejo de Seguridad y los países que envían efectivos a las tropas de la ONU "estén preparados para actuar en la prevención de actos de genocidio o graves violaciones a los derechos humanos donde sea que ocurran".

Otras recomendaciones fueron mejorar la capacidad de alarma rápida de la ONU, la coordinación en el campo de operaciones y las comunicaciones de la secretaría y las de ésta con el Consejo de Seguridad y con "actores externos", como las organizaciones no gubernamentales.

Annan aseguró que algunas sugerencias de la comisión ya fueron puestas en práctica, en particular, la mejoría de las comunicaciones de la secretaría de la ONU, y las de ésta con el Consejo de Seguridad. (FIN/IPS/tra-en/jw/mk/ceb/aq/ip/99

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