RUANDA: Extremistas hutus asesinan a 30 campesinos tutsis

La casa de Jean Damascene Ntganda fue la primera en ser atacada en Tamera, una aldea remota del noroeste de Ruanda, cuando un grupo de hombres forzó la entrada y comenzó una matanza que costó la vida a 30 aldeanos.

"Llegaron a eso de las 9.30 del jueves (23) por la noche", afirmó. "Mataron a cinco miembros de mi familia: mi esposa, tres hijos y mi madre. Sobreviví porque me oculté bajo la cama. Me dispararon, pero las heridas no fueron graves y me llevaron al hospital", relató.

Ntganda no tiene duda de que los asesinos eran extremistas hutus interahamwe, los temidos milicianos que mataron hasta un millón de tutsis y hutus moderados de Ruanda en 1994, ni de que Tamera fue atacada porque su población es mayoritariamente tutsi.

Los tutsis constituyen 14 por ciento de la población ruandesa, de siete millones de personas.

En la aldea, los sobrevivientes explicaron cómo los milicianos fueron de casa en casa matando a los ocupantes por orden de sus comandantes. Los testigos hablaron de un grupo de 20 a 30 hombres jóvenes, vestidos con una mezcla de ropa de civil y uniforme militar, y armados con pistolas y granadas.

La masacre de Tamera es la primera ocurrida en Ruanda en más de un año, pero se asemeja a otras acciones de los interahamwe en la región noroccidental de Gisenyi, en 1997 y la primera mitad de 1998.

Según testigos y fuentes militares, los atacantes cruzaron la frontera desde la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire) a través del volcán Karisimbi y se escondieron en el bosque.

Se cree que regresaron por el mismo camino, pero un comandante del ejército nacional dijo que sus hombres mataron al menos a cuatro milicianos que se dirigían a las montañas.

Al igual que en otros ataques, las víctimas eran "tutsis de 1959", una comunidad que huyó de las matanzas contra tutsis previas a la independencia y se estableció en Congo, y luego retornó a Ruanda tras el genocidio de 1994.

Miles de estos tutsis se establecieron en el noroeste, al principio en campamentos y luego en aldeas creadas especialmente ("umudugus"), como la de Tamera, pero a menudo se quejan del aislamiento y la falta de protección, por ser una minoría visible en una región mayoritariamente hutu.

Muchos de los residentes de Tamera habían escapado de masacres anteriores, principalmente en Mudende y Nkamira, ambas a menos de 10 kilómetros de distancia.

Un oficial militar de Kigali, la capital, admitió que el Ejército Patriótico Ruandés fue tomado por sorpresa. "No lo llamaría complacencia, pero ciertamente hubo falta de vigilancia", dijo a IPS.

Tamera queda a 15 minutos por automóvil de la ruta principal entre Ruhengeri y Gisenyi.

Un comandante local dijo que ya hay patrullas regulares en esta parte de Gisenyi, pero prometió incrementar la seguridad luego de la matanza. Opinó que no habrá nuevos ataques, porque "los interahamwe querían matar y volver a Congo, y eso es lo que hicieron".

El gobierno reconoció que aún hay una fuerte presencia de interahamwes en la RDC, en particular en Kivu del Norte.

El vicepresidente ruandés, Paul Kagame, afirmó que el Ejército Patriótico Ruandés permanecerá en la RDC hasta que "las preocupaciones de seguridad de Ruanda hayan sido abordadas adecuadamente".

Ruanda y Uganda respaldan al movimiento rebelde congoleño, mientras Angola, Namibia y Zimbabwe apoyan al asediado régimen de Laurent-Desiré Kabila.

Los interahamwe figuran en el acuerdo de Lusaka, firmado en julio en la capital de Zambia, como una de las "fuerzas negativas" a desarmar y neutralizar, pero parece haber pocas probabilidades de que Ruanda permita el ingreso de una fuerza exterior con ese fin.

Las estimaciones sobre el número de interahamwe y tropas del anterior gobierno que aún están alzados en armas varían, pero los cálculos máximos los sitúan en 40.000.

Tanto el gobierno ruandés como la rebelde Unión Congoleña por la Democracia, de la RDC, acusaron reiteradamente a Kabila de rearmar y entrenar a ruandeses y usarlos como fuerza de primera línea en las provincias de Katanga y Equateur, así como en Kivu del Norte y del Sur.

Sin embargo, existen escasas pruebas sobre la fuerza o la estructura militar de los interahamwe.

Ocasionalmente, aparecen comunicados por Internet sobre la suerte militar del Ejército de Liberación de Ruanda, considerado el movimiento sucesor de las milicias interahamwe. (FIN/IPS/tra-en/cs/mn/mlm/ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe