/REPETICION/HONDURAS-NICARAGUA: Petróleo y recursos marinos, la otra disputa

La tensas relaciones entre Honduras y Nicaragua no solo obedecen a controversias fronterizas y tratados incumplidos sino también a disputas por los recursos marítimos y la explotación de importantes yacimientos petrolíferos que habría en la zona.

Informes en poder de los dos países indican que los casi 60.000 kilómetros del mar Caribe incluidos en el tratado entre Honduras y Colombia, al norte del paralelo 15, poseen una valiosa riqueza marina y yacimientos de hidrocarburos y gas natural.

Esos recursos están ubicados en la zona conformada por los bancos y cayos denominados Serranilla y Rosalinda, que el acuerdo ratificado el martes por el Congreso hondureño divide en forma equitativa para los dos países.

De esta forma Tegucigalpa dejó definitivamente de lado sus pretensiones sobre el área, tras intensas negociaciones desde la firma del tratado en 1986.

La resolución legislativa, que desató uno de los conflictos políticos más fuertes entre Honduras y Nicaragua, establece que tanto Bogotá como Tegucigalpa reconocen el paralelo 15 como la frontera marítima colombo-hondureña.

Además, el artículo tercero de los cinco contenidos en el acuerdo estipula que los yacimiento de hidrocarburos y de gas natural que se encuentren a uno y otros lado de la línea establecida serán explotados en forma por igual por ambos países.

Cualquier diferencia de volumen en las extracciones, que se "presente entre las partes contratantes sobre la interpretación y aplicación del presente tratado será resuelta por los medios de solución pacífica establecidos en el derecho internacional", se agrega en el documento.

En la región en disputa no se encuentran solo yacimientos de hidrocarburos sino también ricos bancos de pescas y biodiversidad marina.

Por esa razón es que Nicaragua insiste en que la ratificación del tratado daña lo que considera su plataforma continental marítima, que la ubica hasta el paralelo 17 y no hasta el 15 como sostienen Honduras y Colombia.

El presidente nicaragüense Arnoldo Alemán acusó a Tegucigalpa y Bogotá de robarle cerca de 130.000 kilómetros de soberanía marina, que le impide reclamar para sí el archipiélago de San Andrés.

Alemán afirmó que Honduras había "traicionado" a América Central, al negociar con un país de fuera de la región la explotación de yacimientos de petróleo que se encuentran en el área en disputa.

En cambio, el gobierno hondureño de Carlos Flores sostiene que el tratado con Bogotá es jurídicamente válido y le asisten el derecho consuetudinario y el internacional, para lo cual se basa en un tratado firmado en 1928 entre Nicaragua y Colombia, donde se reconoce el paralelo 15 como sus fronteras marítimas.

La disputa por los recursos marinos, el otro problema de fondo, obedece a que pescadores hondureños y nicaragüenses faenan en las aguas que comprenden el paralelo 15, donde existe una gran diversidad de camarones, langostas y otros recursos de gran importancia en el comercio regional.

Si bien Nicaragua aduce que el límite marítimo es el paralelo 17, reconoce que los problemas de pesca sostenidos con Honduras se producen en el 15, zona en que botes pesqueros hondureños han sido capturados por autoridades nicaragüenses alegando que "pescan en sus aguas territoriales".

La reforma de la Constitución de Nicaragua en 1980, cuando gobernaba el izquierdista Frente Sandinista, fijo como frontera marítima con Honduras el paralelo 17, alegando que el tratado de 1928 se había firmado cuando ese país había sido invadido por Estados Unidos.

El gobierno de Honduras declaró estar dispuesto a someterse a un tribunal internacional para dirimir las divergencias limítrofes, convencido de la razón de sus argumentos jurídicos históricos y consuetudinarios.

El presidente del Congreso Nacional de Honduras, Rafael Pineda Ponce, dijo este sábado que el tratado colombo-hondureño es legítimo, defiende los intereses nacionales y permite al país comenzar negociaciones con otros ocho países caribeños, con la pretensión de obtener 200.000 kilómetros cuadrados más de mar.

Pineda Ponce agregó que es necesario explotar en forma adecuada los recursos marinos, que "son nuestros por ley y documentos en nuestro poder", por lo cual "no vamos a renunciar ni ceder un milímetro de nuestra frontera así por así".

Managua suspendió las relaciones comerciales con Teguicigalpa el miércoles, lo que ha hecho que numerosos cargamentos de mercadería permanezcan estacionados en la frontera entre ambos países.

Los empresarios indican que no pueden pagar el impuesto "patriótico" de 35 por ciento que impuso Nicaragua desde entonces.

El gobierno de Flores demandó el viernes al de Alemán ante la Corte Centroamericana de Justicia, por considerar que la medida comercial viola los acuerdos de integración.

A su vez, el canciller hondureño Roberto Flores Bermúdez, ratificó este sábado su petición a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a la Organización de Estados Americanos para que envíe observadores a la frontera entre ambas naciones, para controlar una posible movilización de efectivos militares.

Los dos países se acusaron mutuamente de hacer preparativos bélicos para dirimir la disputa.

En Washington trascendió que el secretario general de la ONU, Koffi Annan, estudia el posible envío de observadores, al tiempo que pidió a ambos países agotar el diálogo y la diplomacia para solucionar el conflicto en forma pacífica. (FIN/IPS/tm/dm/ip/99)

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