La crisis de la coalición de gobierno en Paraguay aumenta la debilidad del presidente Luis González Macchi ante la oleada de protestas de campesinos, obreros, funcionarios y empresarios.
González Macchi llegó al gobierno desde la presidencia del Congreso, con el apoyo de todos los partidos, tras una crisis que incluyó el asesinato del vicepresidente Luis María Argaña, el 23 de marzo, y la renuncia del presidente Raúl Cubas, cinco días después, tras intensas movilizaciones populares.
Cubas recibió asilo en Brasil, y su mentor el ex general Lino Oviedo, a quien el gobierno ha señalado como responsable del asesinato de Argaña, está asilado en Argentina.
El cambio de gobierno que se producirá en Argentina el 10 de este mes hizo circular rumores sobre el retorno de Oviedo a Paraguay.
La semana pasada el gobierno arrestó a 14 militares acusados de difundir ese rumor y hubo informes periodísticos sobre un presunto plan militar fallido para dar un golpe de Estado el 21 de noviembre y llamar a elecciones 90 días después.
Militares antioviedistas en actividad habrían decidido, según los diarios Noticias y La Nación, de Paraguay y Argentina respectivamente, que preferían derrocar ellos mismos al debilitado González Macchi, antes de que Oviedo regresara triunfante y diera un golpe de Estado.
El ex general encabezó un intento fallido de golpe de Estado en abril de 1996, por el cual fue condenado a diez años de prisión. Cubas dispuso su liberación al asumir la presidencia.
La legitimidad de González Macchi es cuestionada por candidatos a la elección de vicepresidente, que se realizará en agosto del 2000, de su propio Partido Colorado, quienes estiman que el resultado de esa votación le dará al triunfador el derecho a pedir la renuncia de González Macchi.
El canciller saliente de Argentina, Guido Di Tella, sostuvo en que lo había sorprendido la permanencia de González Macchi en la presidencia más allá de los seis meses que prevé la Constitución paraguaya para realizar una nueva elección general, en caso de vacancia definitiva de la presidencia y la vicepresidencia.
Un acuerdo político del Partido Colorado con las demás fuerzas políticas estableció el compromiso de que los colorados no ocuparían la vicepresidencia.
Tras ese compromiso, el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y el Encuentro Nacional (PEN) se integraron en abril al gabinete ministerial, y la Corte Suprema de Justicia dio su visto bueno para que González Macchi ejerciera la presidencia hasta el 2003, cuando terminará el período de gobierno iniciado por Cubas.
Ese matrimonio de conveniencia empezó a fallar cuando el Partido Colorado no cumplió su compromiso de ceder la vicepresidencia, por la oposición interna de varios sectores que "prefieren votar al candidato colorado, aunque sea el Pato Donald" como decía el extinto Argaña.
El PLRA anunció, en una carta dirigida al presidente, que se retirará de la coalición de gobierno si no se le otorgan la vicepresidencia y 40 por ciento de los cargos públicos antes del 8 de diciembre, día de una tradicional concentración multitudinaria en la festividad de la virgen patrona de Paraguay.
"Este gobierno surgió de un engendro y no es legítimo. O somos parte o no somos, y nuestra gente pide a gritos que nos vayamos" manifestó el diputado liberal Atilio Martínez Casado.
"Ya que fuimos los padres de la criatura en marzo, es hora de firmar la partida de nacimiento", pues "este gobierno debe darse cuenta que sólo no puede", sostuvo el intendente de Asunción, Martín Burt, también integrante del PLRA.
"Yo me pregunto si ese 40 por ciento de cargos en el gobierno para el Partido Liberal va a eliminar la pobreza" manifestó el diputado colorado Angel Barchini.
"Me parece deleznable pedir una cuota como retribución por cumplir con nuestro deber constitucional de derribar al gobierno de Cubas, lo que muestra que (los liberales) se movían por un bajo interés y no para reponer las instituciones" declaró a su vez el diputado Marcelo Duarte, del PEN.
El PEN se alió con el PLRA en las últimas elecciones, de mayo de 1998, y logró menos votos que los liberales, pero tiene mayor representación en el gobierno. Ocupa los ministerios de Justicia y Trabajo y de Industria y Comercio, la Secretaría Técnica de Planificación, la Subcontraloría y la asesoría económica presidencial.
Sin embargo, la minoría del PEN, encabezada por el ex presidente de ese partido y ex intendente de Asunción Carlos Filizzola, anunció que realizará el 19 de diciembre una asamblea interna para definir su retiro de la coalición de gobierno y retirar a Luis Alberto Meyer de la Secretaría Técnica de Planificación.
Aunque el PLRA decida retirarse del gobierno, para lanzarse a la campaña electoral por la vicepresidencia, permanecerá en la coalición la minoría de ese partido encabezada por Domingo Laíno, candidato a la presidencia en 1989, 1993 y 1998 y ahora nombrado embajador adscripto a la Presidencia.
Laíno recibió el respaldo de González Macchi para formar un Consejo Asesor Social con representantes de los empresarios, los obreros, los campesinos y la Iglesia Católica.
La aprobación de esa iniciativa causó la suspensión de una huelga de 50.000 funcionarios prevista para protestar este miércoles contra el plan oficial de reforma del Estado, que incluye privatizaciones y pérdida de beneficios laborales acumulados durante décadas.
Los propios integrantes del gobierno admiten que éste ha mostrado debilidad ante medidas de lucha social como los cortes de ruta y la invasión de propiedades.
Las autoridades recurrieron a una campaña coordinada para desarticular la huelga, sosteniendo que era impulsada por partidarios de Oviedo con la intención de derribar al gobierno.
El presidente del Congreso, Juan Carlos Galaverna, aludió a grabaciones que Oviedo estaría enviando a sus seguidores, pidiéndoles que impulsen huelgas y cortes de ruta para desestabilizar a González Macchi y crear condiciones para el regreso del ex general, si éste no halla un nuevo país de asilo antes del cambio de gobierno en Argentina.
Los gremios de periodistas protestaron este miércoles ante la sede del Partido Colorado, acusando al gobierno de manipular la información, presentar testigos falsos, intrigar para sacar a militares del camino, instrumentar guardias ciudadanas e intentar sobornos para impedir huelgas.
También hicieron responsables a las autoridades por golpizas recibidas por periodistas que cubrían negociaciones del gobierno con sindicatos.
Analistas independientes afirmaron que la fracción argañista colorada, que apoya a González Macchi, emplea los mismos recursos que la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).
"El argañismo es el heredero directo" de Stroessner, opinó este martes el sociólogo Tomás Palau
González Macchi prometió que se encontraría "una solución madura" al conflicto con el PLRA, pero uno de sus principales lugartenientes, el diputado Angel Barchini, declaró que sería mejor que los liberales abandonaran "cuanto antes" el gobierno.
Barchini negó que la intervención de la intendencia de Asunción, promovida el viernes por el Partido Clorado y el PEN, fuera una medida de persecución contra el liberal Burt. (FIN/IPS/cm/mp/ip/99