El gobierno militar de Pakistán anunció un recorte "voluntario" en el presupuesto de defensa en favor de programas para la reducción de la pobreza, y la medida fue muy bien recibida por activistas del desarrollo.
"Estoy muy contenta por el anuncio de (el jefe de gobierno, general Parvez) Musharraf", manifestó Khadija Haq, presidenta del Centro Mahbub ul Haq para el Desarrollo Humano, con sede en Islamabad.
"En los últimos 25 años, el fallecido Mahbub Haq (quien fuera subsecretario de las Naciones Unidas) promovió un recorte de al menos cinco por ciento en el gasto militar para utilizar esos fondos en el alivio de la pobreza", destacó.
Musharraf pronunció el miércoles por la noche un mensaje por televisión en el que reveló el plan de su gobierno para rescatar la economía nacional, casi en bancarrota. "Me complace anunciar que las Fuerzas Armadas recortarán voluntariamente sus gastos", dijo.
Los 140 millones de dólares ahorrados del presupuesto de defensa se utilizarán en nuevos programas contra la pobreza que el gobierno lanzará para los grupos de menores ingresos.
El plan fue diseñado por un grupo de expertos designados en las semanas posteriores al incruento golpe de Estado del 12 de octubre, en el que Musharraf derrocó al primer ministro Nawaz Sharrif.
El Banco de Microcréditos trabajará con organizaciones no gubernamentales, comunidades e individuos para otorgar créditos a los pobres y estimularlos a ahorrar.
"El banco también financiará pequeños proyectos de infraestructura, que una vez terminados serán mantenidos por las organizaciones comunitarias", anunció.
Cerca de 42 millones de personas viven en la pobreza absoluta en Pakistán, que tiene 140 millones de habitantes, según un informe publicado este verano boreal por el Centro Mahbub ul Haq para el Desarrollo Humano.
Los beneficios del desarrollo económico no alcanzaron a los grupos más desfavorecidos. El Fondo de Alivio de la Pobreza creado con un préstamo blando del Banco Mundial por la administración de Sharif no produjo resultados visibles.
El gobierno militar heredó, por tanto, un país sumido en el endeudamiento y propuso estrategias para recuperar la confianza de los inversores, hacer que el país se autoabastezca de alimentos, equilibrar la balanza comercial y crear nuevos impuestos.
Pero Musharraf se explayó más sobre su propuesta para mejorar la situación de los pobres.
"He destacado que el alivio de la pobreza es uno de nuestras prioridades", dijo, y explicó que se harán reajustes presupuestales con miras a liberar fondos para pequeñas obras públicas en las zonas urbanas y rurales de menos recursos.
Musharraf prometió que "en las más pobres de las áreas rurales" el gobierno construirá caminos entre las granjas y los mercados, dragará canales, mejorará la irrigación y la conservación del suelo.
"En las más pobres de las áreas urbanas, se instrumentarán programas de saneamiento y suministro de agua, recolección y disposición de residuos", anunció.
Aun sus más feroces críticos elogiaron a Musharraf. "El recorte en defensa es bienvenido. Es una reducción significativa, de casi dos por ciento", destacó Shahrukh Rafi Khan, director ejecutivo del Instituto de Políticas de Desarrollo Sustentable.
Pero la experta en defensa Shireen Mazari, miembro de la Junta Asesora sobre Política Exterior del gobierno, tiene una opinión diferente.
Mazari cree que las Fuerzas Armadas utilizarán el dinero para su propio desarrollo social, "lo cual sin duda es una buena señal, pero no debe confundirse con recorte o reducción".
Tanto Khan como Haq esperan que el gobierno aplique el plan anunciado.
"Podría tratarse de una promesa más. El gobierno anterior también había anunciado medidas para reducir la pobreza", comentó Khan.
Los indicadores sociales de Pakistán son pavorosos: 62 por ciento de su población adulta es analfabeta, ocho millones de niños y niñas no concurren a la escuela, 45 por ciento de la población no tiene acceso al agua potable y 40 por ciento no tiene acceso a la atención médica.
"Lo importante es que los militares sucumbieron a la presión para compartir la carga de la necesidad de desarrollo", observó Zafar Mirza, coordinador ejecutivo de La Red, una organización defensora de los derechos de salud con sede en Islamabad.
"Se trata de una medida positiva y debe ser apoyada por todos los sectores", exhortó. (FIN/IPS/tra-en/mr/an/mlm/dv/99