MEXICO: Zedillo inicia último año de gestión con buena nota

El presidente de México, Ernesto Zedillo, inició hoy su sexto y último año de gestión en medio del bullicio electoral de quienes pretenden sucederlo y una cómoda y creciente popularidad, ganada lejos de los reflectores y sin la teatralidad de sus predecesores.

Zedillo, un economista de 48 años que llegó a la Presidencia luego de reemplazar como candidato del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) a Luis Colosio, asesinado en plena campaña proselitistas, cumplió su quinto año con una aceptación de 67 por ciento de la población.

Según el resultado de una encuesta realizada por el diario Reforma, la calificación es 30 puntos mayor a la que tenía al terminar su primer año de mandato, en 1995, cuando golpeaba con fuerza a la población una crisis económica atribuida a errores de su antecesor Carlos Salinas (1988-1994).

Reservado, con fama de honesto y poco afecto al contacto con la prensa, Zedillo suspendió varias formalidades cortesanas a las que estuvieron acostumbrados otros mandatarios y proyectó una imagen de tolerancia y respeto hacia la oposición, a la que, por ejemplo, Salinas decía "no ver ni oir".

La encuesta de Reforma, hecha sobre un universo de 2000 personas de las 68 ciudades principales del país, indica que Zedillo mantuvo su popularidad en ascenso.

El nivel de aprobación del mandatario en 1995 fue de 37 por ciento, en 1996 subió a 42, en 1997 a 56, en 1998 a 57 y este año a 67 por ciento.

La oposición, que como nunca antes ganó espacios en los últimos cinco años, entre otras cosas gracias a las reformas políticas y electorales alentadas por Zedillo, sostiene, al fragor de la campaña electoral, que la población está harta del actual gobierno. Sin embargo, las encuestas parecen decir otra cosa.

Sesenta millones de mexicanos serán convocados a votar el próximo 2 de julio para escoger al sucesor de Zedillo. Hasta el momento hay siete candidatos, entre los que se destacan Francisco Labastida del PRI, Vicente Fox, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), y Cuauhtémoc Cárdenas, del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Para los observadores, Zedillo será recordado por llegar al poder casi por accidente, luego de la muerte de Colosio, y por enfrentar una dura crisis económica, llevar a Salinas al exilio, encarcelar al hermano de éste por corrupción y apoyar el pluralismo político como nadie lo hizo antes desde la Presidencia.

Pero no todas las noticias son buenas. También aumentó la pobreza, a causa de la crisis, no hubo acuerdo con la guerrilla zapatista del sureño estado de Chiapas, la delincuencia creció de modo exponencial y la población deberá pagar con sus impuestos un rescate del sistema bancario que costó 70.000 millones de dólares.

"Zedillo —es mi deseo, mi esperanza— encabeza el último gobierno del PRI. A él debemos reconocerle que ha hecho todo lo posible por favorecer la transición democrática y que dejó a la luz lo malo de su gobierno: el desorden, la grisura de sus planes de gobierno y la falta de decisión", apuntó el sociólogo Roger Bartra.

"Estoy convencido de que el presidente ha sido un hombre honesto, que ha querido servir aún en las peores condiciones. Lo que se le cuestiona y no ha querido entender es que los avances en la macroeconomía no han llegado al bolsillo de los pobres", dijo por su parte el obispo católico Onésimo Cepeda.

Los indicadores económicos de México brillan en los análisis de los organismos financieros multilaterales, aunque la pobreza afecta a más de la mitad de la población y la miseria a unos 30 millones de personas.

Zedillo promete que en su último año actuará con responsabilidad para no generar problemas económicos a su sucesor, no favorecerá a ningún candidato en las elecciones y descarta la posibilidad de la crisis económico de fin de mandato, una constante desde los primeros años 70.

"Yo no veo un foco rojo en el panorama (futuro) del país. Sin embargo, creo que en todos los frentes debemos ver, si queremos ser prudentes, focos amarillos", dijo el mandatario el 27 de noviembre, en la última de sus inusuales entrevistas con los medios de comunicación.

Una encuesta que realizó en noviembre el Banco Central a analistas financieros del sector privado indicó que, a pesar del ambiente electoral, existe optimismo en ese sector.

En octubre, 33 por ciento de los analistas entrevistados consideraron que el clima de negocios mejoraría en los siguientes seis meses. En noviembre, la proporción subió a 63 por ciento.

"No gobierno para mantener una imagen, sino por mantener un país en marcha", ha dicho Zedillo en varias oportunidades. Sin embargo, la oposición cree que en el último año de mandato, el presidente saliente "moverá toda la maquinaria del Estado" para mejorar la popularidad de su gestión y favorecer al candidato del PRI. (FIN/IPS/dc/ff/ip/99

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