MEXICO: José Saramago se reunió con jefes rebeldes en Chiapas

El Premio Nobel de Literatura José Saramago denunció la situación de guerra que se vive en Chiapas, en el sur de México, luego de reunirse con jefes guerrilleros que, con lágrimas en los ojos, le explicaron los motivos de su lucha.

El escritor portugués se reunió el viernes con "David" y "Moisés", líderes del insurgente Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en su segundo viaje a este estado mexicano en 21 meses.

Saramago abogó por el diálogo entre el gobierno y el EZLN, interrumpido desde 1996, y sostuvo que la solución del conflicto en Chiapas "está en el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés", firmados por ambas partes y luego desconocidos por las autoridades.

El novelista habló con la prensa al finalizar su encuentro con los jefes del grupo guerrillero surgido en las montañosas selvas de Chiapas el primer día de 1994, para exigir el reconocimiento de los derechos de los 10 millones de indígenas que habitan este país.

Tras advertir que continuará difundiendo la situación de guerra que se vive en el empobrecido estado mexicano, el autor de "Ensayo sobre la ceguera" explicó que no lo hace "como una provocación al gobierno" de México.

"Entiendo que tengo que decir lo que pienso (…) si las circunstancias lo piden", agregó Saramago, quien para asistir a su cita en la localidad de Oventic fue sometido a revisión en dos puestos de control militar y migratorio.

Organizaciones no gubernamentales afirmaron que el ejército desplegó en esa zona 60.000 efectivos, a los que acusan de alterar el curso natural de la vida en las comunidades y de cometer graves violaciones a los derechos humanos de los indígenas.

En su visita a México, del 23 al 28 de noviembre, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la irlandesa Mary Robinson, criticó la militarización en Chiapas.

Robinson desaprobó la fuerte presencia castrense y señaló la impunidad en actos que violan los derechos humanos de los indígenas en Chiapas cometidos por miembros del ejército.

Por su parte, el comandante David, con la voz entrecortada, declaró que los zapatistas "no deseamos la muerte de nadie, no queremos que el costo de la justicia, la libertad y la democracia sea la pérdida de vidas humanas".

Sin embargo, "cuando es necesario hay que morir", destacó el jefe insurgente sentado al lado del célebre novelista portugués, en el mismo lugar que fue sede del primer contacto político entre la fuerza rebelde y el gobierno.

El EZLN, que dirige el subcomandante Marcos y que sólo empleó las armas los primeros 12 días después de que declaró la guerra al gobierno de Ernesto Zedillo, llevará su lucha adelante el tiempo que sea necesario, aseguró David.

El jefe guerrillero relató que durante años se acumularon en los pueblos indígenas de México el sufrimiento, la injusticia, el hambre, la miseria y la discriminación, por lo que la gente comenzó a entender que esa no es una manera justa de vivir.

En Chiapas, uno de los estados más pobres del país, 55,2 por ciento de la población indígena mayor de 15 años es analfabeta y 82,2 por ciento no completó estudios primarios, de acuerdo con datos oficiales.

Las mismas estadísticas señalan, además, que 66,9 por ciento de las viviendas no dispone de servicios eléctricos y 87,3 por ciento tiene piso de tierra.

El EZLN busca "la vida para todos, para que los indígenas tengamos en esta patria el lugar que nos merecemos como pueblo", afirmó David en su emotivo discurso.

David dijo al Premio Nobel que "visitar es la mejor manera de saber y comprender la realidad" de Chiapas y reiteró que si los zapatistas no se hubieran levantado en armas "nunca hubiera sido escuchada nuestra voz".

El subcomandante Marcos "nos ha hablado de usted, yo una vez he visto su libro (…), cómo quisiéramos nosotros también ser grandes escritores, pero todavía no llegamos a eso", expresó David a Saramago.

"Llegaréis", vaticinó el escritor, quien añadió que "lo que vosotros hacéis a lo mejor yo no lo haría. Vosotros sois nuestros maestros".

En Chiapas "hay una esperanza que no es solo la vuestra, es también la del mundo para el que la dignidad no es una palabra sino algo sin lo cual no se puede vivir", agregó.

Saramago visitó Chiapas por primera vez en marzo de 1998, antes de recibir el Premio Nobel de Literatura. En esa oportunidad dijo que "si no nos movemos a donde están el dolor, la indignación y la protesta, no estamos vivos, estamos muertos".

El escritor presentó el viernes por la noche el libro "Don Durito de la Lacandona", del subcomandante Marcos y cuyo prólogo escribió el autor portugués, quien viajó a México para participar en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en el occidente del país. (FIN/IPS/pf/dm/cr ip/99

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