MERCOSUR: El siglo finaliza sin avances significativos

La infructuosa negociación de un régimen de comercio automotor para el Mercosur dejó con las manos vacías a la última cumbre del bloque en el siglo XX, que se celebrará este miércoles en la capital de Uruguay sin anuncios sustanciales previstos.

Como paso previo a la reunión de los presidentes, los ministros de Industrias de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay intentaron zanjar las diferencias para establecer de manera progresiva un régimen de libre comercio en el sector para el 2004.

El comercio de este sector es una de las bases del intercambio comercial entre los cuatro países, ya que representa 30 por ciento del intercambio, que a fines de este año se ubicará en unos 22.000 millones de dólares.

El principal problema para Argentina y Brasil, los mayores socios del Mercosur (Mercado Común del Sur), radica en la adecuación de los aranceles extrazona. Hoy, esos aranceles son de 35 por ciento para Brasil y de 31 por ciento para Argentina. En Paraguay y Uruguay son de 23 por ciento.

Los sectores azucarero y automovilístico son los únicos que están exceptuados de la unión aduanera imperfecta del Mercosur. Los cuatro países se comprometieron en diciembre de 1994, en la cumbre celebrada en Ouro Preto, Brasil, a dar vigor el primer día del 2000 a un régimen automotor común.

Pero fue imposible llegar a un acuerdo, pues comprometería a los próximos gobiernos, en especial al de Fernando de la Rúa, el opositor que asumirá la presidencia de Argentina este viernes.

Por esa razón, sólo después del comienzo de su gobierno y antes de fin de año, los cuatro países volverán a reunirse en Buenos Aires o en Sao Paulo para definir la cuestión para comenzar el siglo XXI con un acuerdo.

Argentina asumirá este miércoles la presidencia rotativa del Mercosur, que Uruguay ejerció este semestre.

El gobierno uruguayo dijo que para establecer su decisión definitiva consultará la opinión del presidente electo Jorge Batlle, que asumirá el 1 de marzo del 2000.

La postergación de la discusión responde a que se entendió "prudente esperar a que asuman las nuevas autoridades argentinas", explicó este miércoles el negociador brasileño José Botafogo Gonçalvez.

El diplomático, que al igual que el resto de los negociadores se negó a revelar el contenido de la negociación, dijo que "se intenta establecer reglas para el período de transición" y que "el objetivo sigue siendo el libre comercio".

El secretario de Política Industrial del Ministerio de Desarrollo de Brasil, Helio Mattar, reconoció avances "en la fijación de aranceles externos comunes para automóviles" y piezas de vehículos.

Al diferirse la decisión, poco tendrán para anunciar este miércoles los presidentes del Mercosur, Carlos Menem, de Argentina, Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, Luis González Macchi, de Paraguay, y Julio María Sanguinetti, de Uruguay, junto con Eduardo Frei, de Chile, país asociado al bloque.

El Mercosur se encuentra estancado, ocho años después de su creación, en marzo de 1991, y cuatro más tarde desde que en enero de 1995 se creó la unión aduanera imperfecta.

Las dificultades para definir un arancel externo común, de acordar la política automovilística, de encontrar un mecanismo eficaz para solucionar las controversias y de coordinar las políticas macroeconómicas son algunos de los puntos centrales que han quedado por el camino.

Un documento que Uruguay presentó este miércoles al Grupo Mercado Común, órgano integrado por los cancilleres y ministros de Economía, destaca el importante atraso en la adopción del arancel externo común.

El trabajo para coordinar las políticas macroeconómicas se inició en agosto como resultado de un enfrentamiento entre Argentina y Brasil, luego de que el primero decidió aplicar medidas de salvaguardia a todos los productos importados de América Latina.

El enfrentamiento continuó aunque más tarde, bajo la presión de Brasil, Argentina decidió excluir al Mercosur de estas medidas.

Los problemas se habían iniciado el 13 de enero, cuando Brasil, principal importador de los restantes socios del Mercosur, devaluó su moneda con la consiguiente pérdida de competitividad de los otros países.

En enfrentamiento generó la puesta en marcha de dos grupos conformados por negociadores técnicos: el de seguimiento de los flujos comerciales en el Mercosur y con clientes externos y otro, integrado por viceministros, que elabrará propuestas de coordinación macroeconómica.

Varias propuestas generales de coordinación macroeconómica serán presentadas mañana a los presidentes y éstas tienen, una vez más, un contenido de voluntad política antes que de realidad, dijo a IPS un negociador uruguayo.

Ninguna de las propuestas asegura que esos mecanismos impidan que una nación tome las decisiones que entienda convenientes, dijo el canciller uruguayo Didier Opertti.

Las propuestas sometidas a los mandatarios serán como "un diagnóstico de salud de la economía" y no otra cosa, explicó Opertti. (FIN/IPS/rr/mj/if/99

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