Macao vive hoy su primer día completo bajo régimen chino, y la devolución de este antiguo enclave portugués a Beijing fue sellada con la entrada de tropas del Ejército de Liberación Popular.
Al mediodía de este lunes, cientos de soldados cruzaron la frontera hacia Macao desde la vecina ciudad china de Zhuhai. Unos 1.000 permanecerán en una guarnición en este territorio de unos 430.000 habitantes.
Los soldados llegaron horas antes que el presidente portugués Jorge Sampaio abandonara Macao hacia Bangkok, la capital de Tailandia, desde donde viajará hacia la antigua colonia portuguesa de Timor Oriental.
"Es extraño ver ondear todas estas banderas chinas", comentó Joyce Pina, una estudiante universitaria de origen portugués y chino, luego que los soldados chinos llegaron a bordo de camiones y vehículos blindados, mientras miles de personas los recibían con pancartas de bienvenida.
"Las mismas personas que ayer llevaban banderas de Portugal hoy ondean banderas chinas y de la Región Administrativa Especial (RAE) de Macao. Y parecen igualmente felices, lo cual es bueno pero un poco extraño", agregó.
La ceremonia de traspaso realizada el domingo, que a diferencia de la de Hong Kong no estuvo signada por la controversia, no sólo marcó el fin de 442 años de dominio portugués, sino que cerró el capítulo de la colonización europea en Asia.
Pero si para los portugueses el traspaso significó principalmente una evocación de historia pasada -el presidente Sampaio lo calificó como "un momento único en la historia de Macao"- para los chinos fue mucho más que eso.
Mientras, el presidente chino Jiang Zemin, quien declaró a la prensa que estaba "de buen ánimo", dijo que Macao enfrenta ahora "una nueva era de desarrollo" y dio la bienvenida a sus residentes, mayoritariamente chinos, al "abrazo de la madre patria".
Jiang, quien también estuvo presente en la devolución de Hong Kong por Gran Bretaña a China hace dos años, dijo que la reintegración de Taiwan será el próximo paso en los esfuerzos de China por la unificación de su territorio.
"Esto marca un importante progreso del pueblo chino hacia la gran tarea de la reunificación nacional", declaró mientras presenciaba la ceremonia.
"El gobierno y el pueblo de China confían en un pronto arreglo de la cuestión de Taiwan y en la completa reunificación nacional", añadió.
Países de toda Asia interpretaron la devolución como la reafirmación de una China rejuvenecida, finalmente capaz de recuperar la última porción de su territorio dominada por extranjeros durante siglos.
"China, con Hong Kong y Macao de vuelta bajo su dominio, es una China más grande en el verdadero sentido del término", escribió este lunes el diario tailandés de lengua inglesa The Nation.
Pero tales comparaciones causan preocupación en Taiwan, donde la prensa elogió la devolución de Macao como un triunfo glorioso para el continente, pero lo consideró un caso completamente distinto al propio.
"Taiwan, a diferencia de Hong Kong o Macao, no es una colonia", arguyó el diario The Liberty Times, y afirmó que el futuro de la isla, a la que Beijing considera una provincia renegada, será determinado por su propio pueblo.
Los residentes de Macao todavía no perciben la diferencia, salvo por el cambio de símbolos. Ahora, flamea por doquier la bandera con la flor de loto, perteneciente a la Región Administrativa Especial de Macao, así como la de China.
Durante la noche, los símbolos de la república de Portugal fueron sustituidos por los de China y la RAE.
En la noche del domingo, la bandera de Portugal fue arriada por última vez en el Palacio Praia Grande y entregada a Rocha Vieira, el último gobernador de Macao, quien la tomó con evidente tristeza.
Tras él, el presidente de la Asamblea Legislativa y miembros del último gobierno portugués del enclave trataban de contener las lágrimas, mientras en el fondo algunos gritaban ¡Viva Portugal!
Cerca del río, la despedida era más alegre, con un colorido despliegue de luces y poesía que aludían a la llegada de los portugueses a esta parte del mundo.
Rocha Vieira citó al famoso poeta portugués Fernando Pessoa para referirse a los navegantes portugueses que llegaron a la región hace más de 450 años.
Por detrás de las festividades se ciernen algunas preocupaciones sobre el futuro, por ejemplo sobre la debilidad del poder judicial, la aplicación por China del régimen "un país, dos sistemas" y la suerte económica de un pequeño enclave cuyos ingresos dependen de los juegos de azar en 60 por ciento.
"Los habitantes del territorio continuarán gozando de los derechos, libertades y garantías y de su forma de vida, que fue origen de la individualidad y la prosperidad de esta tierra", dijo Sampaio en su discurso.
Por su parte, Jiang aseguró que "los habitantes de Macao, independientemente de su raza y sus creencias, serán amos de esta tierra, y disfrutarán, como iguales, de los derechos y libertades que les garantiza la ley".
La Unión Europea creará un comité para estudiar de qué forma el próximo gobierno de la RAE, encabezado por el empresario Edmund Ho, implementará la Declaración Conjunta Chino-Portuguesa y la Ley Básica, que es una miniconstitución de Macao.
Muchos señalan que el gobierno portugués deja atrás un sistema judicial débil, con jueces inexperientes. Todavía no hay una Corte Suprema y la mayoría de los códigos son de reciente publicación.
Esto podría tener implicaciones para la administración jurídica y política y la continuación del actual modo de vida, advierten analistas.
La "identidad especial" de Macao como mezcla de la cultura oriental y occidental también podría modificarse por el ingreso de más habitantes de China continental.
Como lo expresó el ex gobernador Carlos Melancia, "aunque la autonomía esté protegida por la Ley Básica durante 50 años, tienen que darse las condiciones para su aplicación". (FIN/IPS/tra- en/cg-js/js/mlm/ip/99