JAPON: Sistema educativo exacerba rivalidad entre niños y padres

El sistema educativo de Japón, alguna vez admirado por su alto nivel, está ahora bajo el fuego de la crítica luego que una madre celosa confesó haber asesinado a la hija de una amiga porque había aprobado el examen de admisión de una prestigiosa escuela.

Las investigaciones policiales apuntan a una mujer de 35 años tan consumida por los celos y el odio contra la pequeña víctima y su familia que llegó al punto de estrangular a la niña, el 22 de noviembre.

La acusada, Mitsuko Yamada, llevaba consigo desde días antes del asesinato un bolso negro que planeaba usar para ocultar el cuerpo de la niña una vez que tuviera la oportunidad de asesinarla.

Una vez detenida por la policía, Yamada confesó el asesinato a la policía y dijo que tenía un largo "conflicto emocional" con la madre de la víctima.

La policía presume que Yamada sufrió una gran decepción cuando su propia hija, que asistía al jardín de infantes Otowa al igual que la niña asesinada, reprobó el examen que permite el ingreso a escuelas vinculadas con las más prestigiosas universidades de Japón.

Curiosamente, a pesar de su horrendo crimen, Yamada concitó la solidaridad de algunos de sus conciudadanos.

Una mujer citada en el periódico Yomuiri Shinbun, el de mayor circulación de Japón, afirmó que Yamada no es una asesina cruel, sino otra víctima de la estresante vida urbana de Tokio, caracterizada por una competencia feroz que produce relaciones malsanas entre las personas.

La causa del incidente no fueron sólo los celos por el examen de admisión, sino también la soledad de Yamada, quien procedía de una familia rural y era despreciada por sus modales de campesina, dijo la mujer al periódico.

Sin embargo, el caso provocó un debate nacional y exigió una mirada más detenida a la sociedad japonesa y su polémico sistema educativo, que somete a los estudiantes a una feroz competencia para ingresar a universidades prestigiosas.

El ministro de Educación, Hirofumi Nakasone, calificó al incidente de "desgarrador" y prometió "contramedidas en varios frentes" si la tragedia en realidad está relacionada con la acalorada competencia en los exámenes de admisión.

La declaración sugiere un nuevo enfoque del gobierno hacia el sistema educativo. Varios funcionarios declararon que una consideración importante para el siglo próximo será la de otorgar más tiempo libre a los estudiantes, volver las escuelas más humanas y considerar las necesidades de los niños.

Actualmente, las instituciones de educación pública están azotadas por el ausentismo, la delincuencia juvenil y el suicidio de niños y adolescentes, problemas que los sociólogos vinculan con normas demasiado estrictas y períodos de estudios excesivamente largos.

Más de 120.000 niños japoneses abandonaron la escuela por cansancio, enfermedad o simplemente por no querer asistir a clases que describen como "aburridas" o "agobiantes", según estadísticas del Ministerio de Educación.

Además, los casos de violencia en escuelas públicas primarias y secundarias aumentaron 24 por ciento entre 1997 y 1998. Se produjeron 18.400 casos de violencia entre estudiantes y 10.400 de daños a la propiedad de las instituciones.

La educación orientada hacia los exámenes es la principal causa de estas preocupantes estadísticas en una de las sociedades más cultas y prósperas del mundo, según analistas.

"Las escuelas intensivas adonde asisten niños de tan sólo cuatro años con el único objetivo de ingresar a una escuela privada hace su vida estresante", explicó Hiroko Nakamura, una maestra de Yakumo Gakuin.

Yamada, siguiendo la norma, envió a su hija de cinco años a una escuela intensiva para asegurarse de que pudiera aprobar el examen de ingreso a otra escuela vinculada con una prestigiosa universidad, pero la niña fue reprobada.

Ochenta por ciento de los niños del barrio de Yamada rindieron examen de admisión. Para que sean aceptados en algunas de las escuelas más importantes, donde hay aproximadamente 20 aspirantes por cada lugar, las madres deben primero formar fila durante horas para adquirir una especie de billete de lotería que le permitirá o no al niño rendir el examen.

Las propias madres sufren problemas emocionales durante los exámenes de sus hijos, y esto se agrava por los sentimientos de envidia o celos entre padres cuyos hijos compiten entre sí, según el diario Yomuiri Shinbun.

Tomio Yanagisawa, un maestro que está organizando la primera escuela de Japón por Internet para estudiantes de secundaria, explicó que el nuevo sistema tiende a dar un respiro a los estresados estudiantes.

La nueva escuela, que comenzaría a funcionar la próxima primavera boreal, ofrece matemática, inglés, japonés y otros cursos regulares a través de la red, a la cual los estudiantes pueden acceder en su tiempo libre.

"Esta escuela no tendrá paredes ni normas. Los estudiantes tendrán la libertad que no tienen en las escuelas normales. Al estimularles el deseo de aprender a su propio ritmo, esperamos que se esfuercen tanto como son obligados a hacerlo de otra forma", expresó Yanagisawa.

"La educación japonesa de posguerra estuvo destinada a crear una sociedad equitativa y próspera. Ahora que alcanzamos este objetivo, debemos promover una sociedad más creativa e individualista, y la única forma de hacerlo es trabajar con los niños, y no obligarlos", señaló.

Yanagisawa espera que la escuela por Internet obtenga pronto el reconocimiento oficial del Ministerio de Educación como una institución regular de enseñanza. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/mlm/ed/99

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