El gobierno de Honduras comenzó a considerar hoy una resolución de la Corte Centroamericana de Justicia que cuestiona la concretada ratificación del tratado de límites marítimos con Colombia.
El tribunal con sede en Managua dio un plazo de 60 días a Honduras para que justifique la decisión, en una reunión convocada de urgencia a pedido de Nicaragua, que afirma haber sido lesionada su soberanía.
La Corte, adscrita a la Secretaría de Integración Centroamericana (SICA), fue creada hace más de dos años para dirimir controversias entre los países de la región, y la demanda presentada por Managua es el primer caso que trata.
Managua y Bogotá mantienen una antigua disputa por la soberanía del archipiélago de San Andrés, ubicado frente a las costas de Nicaragua, en el mar Caribe.
El presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán, entiende que la ratificación del tratado por parte del Congreso de Honduras, cierra toda posibilidad de reclamo al confirmar la soberanía colombiana sobre esas islas.
Managua envió el martes una delegación parlamentaria a Honduras para evitar que el parlamento se expidiera sobre el convenio firmado en 1986, pero los congresistas hondureños aceleraron la decisión en la misma noche de ese día.
El presidente del Congreso de Honduras, Rafael Pineda Ponce, dijo que el país es soberano de tratar sus asuntos fronterizos.
Explicó que la ratificación del tratado con Colombia permite abrir las negociaciones para dirimir otros problemas de fronteras marítimas con países del Caribe.
Pineda Ponce precisó que el acuerdo con Colombia había sido firmado hace casi 14 años y por motivos políticos se había demorado en ratificarlo, pero "creemos que ya esperamos suficiente".
El paso dado por el Congreso afianza la soberanía de Honduras sobre el mar hasta el paralelo 15, que Nicaragua se niega a reconocer.
La pretensión nicaragüense es contraria a los documentos históricos en poder de Tegucigalpa, dijo el canciller Roberto Flores Bermúdez.
Afirmó, además, que el reclamo obedece a una estrategia utilizada ya por el gobierno del Frente Sandinista, que en 1980 reformó la Constitución de ese país y puso el paralelo 17 como el límite marítimo con Honduras,
Managua también desconoce la firma del tratado de 1986 entre Honduras y Colombia, pero acepta que los problemas limítrofes en alta mar por la pesca de mariscos se dan en el paralelo 15, la frontera que por derecho consuetudinario divide a los dos países y que ha sido reconocida internacionalmente, señaló.
El gobierno hondureño de Carlos Flores envió el fin de semana pasado un delegado a Nicaragua para comunicar que iba ratificar el tratado con Colombia, luego de enterarse que ese país negociaba con Jamaica un convenio similar sobre una franja marítima reclamada por Tegucigalpa.
El presidente nicaragüense Arnoldo Alemán respondió con dureza y amenazó con romper relaciones comerciales con Honduras y congelar el proceso de integración de América Central, afirmando que Tegucigalpa "lesiona y traiciona" los intereses de ese país.
Posteriormente, Alemán presentó una demanda ante la Corte de Justicia Centroamericana, pero, según juristas hondureños, el tribunal no debería haberla aceptado por considerar que no tiene competencia sobre controversias de ese tipo entre los países miembros del SICA.
El representante hondureño en la Corte, Adolfo León Gómez, aseguró que ésta no es competente para abordar asuntos fronterizos, "pero aun así estamos preparando nuestra respuesta jurídica porque en materia de soberanía e intereses nacionales no vamos a ceder ni un milímetro".
León Gómez, quien se mostró sorprendido por la resolución del tribunal, informó que un equipo de juristas y la cancillería estudian los alcances de la resolución para dar una respuesta legalmente sustentada.
En tanto, el enfriamiento de las relaciones diplomáticas entre Honduras y Nicaragua preocupa al resto de los países de América Central.
Una reunión de cancilleres de la región prevista para este miércoles fue cancelada, luego que el ministro de Relaciones Exteriores nicaragüense, Eduardo Montealegre, comunicara su inasistencia por el problema con Honduras.
Por su parte, el presidente Flores exhortó a Nicaragua a tratar el caso "civilizadamente", pero el gobierno de ese país respondió que iba a defender su soberanía e hizo un llamado urgente para celebrar una cumbre de la región.
Alemán acusó a Honduras de querer intimidar a Nicaragua movilizando tropas en la región fronteriza nororiental de la Mosquitia, lo cual fue negado por Tegucigalpa afirmando que solo son operaciones de "rutina" en busca de narcotraficantes y depredadores del bosque. (FIN/IPS/tm/dm/ip/99)