El presidente electo de Guatemala, Alfonso Portillo, planteó a sus adversarios un pacto de gobernabilidad sobre la base de los acuerdos de paz que pusieron fin en diciembre de 1996 a 36 años de guerra civil.
Portillo, candidato del derechista Frente Republicano Guatemalteco (FRG) que obtuvo 68,3 por ciento de los votos en la segunda ronda electoral del domingo, afirmó que dará a conocer sus primeras medidas de gobierno cuando asuma, el 14 de enero. "Ese día habrá muchas sorpresas", adelantó.
Sin embargo, sugirió algunas ideas, entre ellas la posibilidad de tipificar como "apropiación indebida" a la evasión fiscal con el fin de elevar la recaudación.
Portillo dijo también que el ministro de Defensa será un civil y que el Estado Mayor Presidencial, cuerpo de elite del ejército encargado de la seguridad del jefe de gobierno, deberá desaparecer, tal como establecieron los acuerdos de paz de 1996.
Las elecciones del domingo transcurrieron con normalidad y con un menor número de votantes que en la primera vuelta, realizada el 6 de noviembre.
La participación alcanzó a 41,07 por ciento de los 4,5 millones de ciudadanos habilitados, porcentaje que en la primera vuelta fue de 53.76 por ciento.
Oscar Berger, candidato del gobernante Partido de Avanzada Nacional (PAN), reconoció el triunfo de Portillo, lo felicitó y le exhortó a hacer un buen gobierno.
"Reconocemos el triunfo del FRG y de Alfonso Portillo. Pienso que tienen una tarea muy fuerte pero esperamos que sea fiel a las promesas que hizo en la campaña electoral", dijo Berger.
El candidato oficialista agregó que, pese a su derrota, el domingo triunfó el pueblo porque se fortaleció el proceso democrático.
"Nosotros, ahora, vamos a ver para adelante. Creo que tal vez este cambio lo necesitaba Guatemala, pero nosotros volveremos dentro de cuatro años para seguir la lucha", dijo Berger.
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales concluyó sin que se hayan reportado incidentes, informó el Tribunal Supremo Electoral.
Pero el acto se desarrolló en un día frío y en un fin de semana de festejos navideños, lo que impidió una mayor afluencia a las urnas.
Los comicios estuvieron bajo la supervisión de más de 600 observadores internacionales y nacionales y con la vigilancia de 30.000 policías y soldados.
El presidente de Guatemala, Alvaro Arzú, reconoció también el triunfo del candidato opositor y en un discurso ofrecido en la sede de su partido atribuyó la derrota de Berger a "una etapa de incomprensión"
"Quiero decirles que hoy no termina una etapa, sino que inicia una nueva y como nunca debemos estar juntos, hombro con hombro, dispuestos a seguir trabajando por nuestro pueblo", dijo el presidente.
El discurso de Arzú fue pronunciado en medio de un ambiente de derrota en la sede del PAN.
"Estoy muy feliz por el triunfo, que no es de Alfonso Portillo ni del FRG sino del pueblo, pues el mío será un gobierno para los sectores populares y no para elites", manifestó el flamante presidente electo de 48 años, oriundo del oriental departamento de Zacapa, tras conocer los resultados.
El presidente electo dijo también que a partir del 14 de enero promoverá en el parlamento, donde cuenta con 63 de los 118 diputados, una comisión contra la corrupción y que impulsará auditorías de los procesos de privatización, la primera respecto de la empresa de telecomunicaciones Telgua.
El próximo gobierno deberá afrontar de inmediato la grave crisis económica que tiene a un 80 por ciento de los 11 millones de guatemaltecos sumidos en la pobreza, agudizada por el alza de los productos de consumo básicos, la depreciación de la moneda y el aumento del desempleo. (FIN/IPS/cz/mj/ip/99
