GUATEMALA: Cambio de gobierno es causa de temores y suspicacias

La próxima asunción del presidente electo de Guatemala, Alfonso Portillo, causa temor en organizaciones de derechos humanos, mientras la prensa de Estados Unidos y México critica su vínculo con el ex dictador Efraín Ríos Montt.

Portillo, del derechista Frente Republicano Guatemalteco (FRG) creado y dirigido por el general Ríos Montt, asumirá la presidencia el 14 de enero tras derrotar en la segunda ronda electoral del día 26 a su contrincante, el oficialista Oscar Berger, con 68 por ciento de los votos.

"Hay que esperar que Portillo cumpla con el respeto de los derechos humanos y el combate a la inseguridad ciudadana, principios con los que se comprometió durante la campaña", dijo a IPS Karen Fischer, de la no gubernamental Alianza contra la Impunidad.

"El se comprometió a resolver el caso Gerardi, pero no hizo lo mismo con los demás crímenes que quedan en la impunidad", agregó.

El obispo Juan Gerardi fue asesinado en abril de 1998, dos días después de presentar un informe que atribuyó al ejército la mayoría de las violaciones de derechos humanos durante los 36 años de la guerra civil que concluyó en diciembre de 1996 y en la que murieron más de 200.000 personas.

La líder indígena y premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú aseguró que el pueblo espera que Portillo "cumpla todas las promesas que hizo durante la campaña electoral".

Sin embargo, Menchú dijo a IPS que ella no asistiría a la toma de posesión del nuevo mandatario, ya que allí estará Ríos Montt, durante cuya dictadura (1982-1983) se cometieron las mayores violaciones de derechos humanos.

Menchú demandó en España a siete militares guatemaltecos, entre ellos al ex dictador, por asesinato, torturas y terrorismo de Estado durante la guerra civil.

En el gobierno de Ríos Montt se crearon en las zonas rurales las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC), milicias paramilitares que llegaron a agrupar a cerca de un millón de campesinos que figura como responsable de una de cada cinco masacres, según el informe que coordinó el asesinado obispo Gerardi.

Según activistas de derechos humanos, los integrantes de las hoy disueltas PAC, que sembraron el terror y ejercieron el virtual control de la población, son parte de la base electoral del FRG y en un momento dado podrían ser reactivadas con otro nombre.

Fuera de Guatemala, los temores se expresan de manera más abierta. Los diarios La Jornada, de México, y The Washington Post, de Estados Unidos, afirmaron el miércoles que Portillo asumirá la Presidencia sin haber manifestado una definición clara en materia de derechos humanos.

Los dos periódicos destacaron la influencia negativa de Ríos Montt, a quien atribuyeron una "negra leyemda".

"Aunque Portillo diga pertenecer a una mal llamada izquierda democrática, su relación" con Ríos Montt "y la confesión pública de su carácter violento hacen suponer que Guatemala padecerá otro gobierno represivo, quizás con ribetes populacheros de derecha", señaló La Jornada en un editorial.

Portillo, un economista y abogado de formación marxista, vivió varios años en México y a su regreso a Guatemala, a principios de esta década, se incorporó a la Democracia Cristiana, para pasarse luego a filas del derechista FRG.

El presidente electo reconoció públicamente haber matado a balazos a dos personas en la localidad mexicana de Chilpancingo, estado de Guerrero, donde residía y se desempeñaba como catedrático universitario. Portillo aseguró haber actuado en defensa propia.

The Washington Post advirtió que Guatemala tiene ahora un difícil camino por delante, pues "el gobernante electo llega a la Presidencia sin haber establecido sus prioridades ni formulado un compromiso público con los derechos humanos".

"No nos extrañan los ataques, ya que todo forma parte de la campaña política. Deberían juzgar cuando Portillo empiece a trabajar", en vez de prejuzgarlo, dclaró al diario guatemalteco Siglo Veintiuno el secretario adjunto del FRG, Harris Whitbeck.

Portillo ofreció al PAN y a la izquierdista Alianza Nueva Nación un pacto de gobernabilidad basado en los acuerdos de paz de 1996. Los ex guerrilleros, firmantes de esos acuerdos, integran la Alianza Nueva Nación. (FIN/IPS/cz/ff-mj/ip hd/99

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