EX YUGOSLAVIA: El pacto de estabilidad quedó en el papel

Seis meses después de acordado el "pacto de estabilidad" en los Balcanes por los países miembros de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), la región permanece sumida en el caos y la pobreza.

Los regalos de Navidad estarán ausentes entre los kosovares albaneses y serbios afectados por la guerra, las comunidades divididas de Bosnia, los croatas y sus indigentes vecinos, los rumanos y búlgaros.

Los serbios, considerados en todo el mundo "los malos de la película", ni siquiera recibirán el tradicional saco de carbón.

Los líderes de la OTAN, que bombardearon Serbia entre marzo y junio para poner fin a la represión de los albaneses en Kosovo, abordaron en julio en Sarajevo el tema de la reconstrucción bélica, inversión regional y desarrollo, y la posible integración del área a la Unión Europea.

Esa idea fue planteada primero por el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joschka Fisher, mientras caían las bombas.

Fisher lo denominó "Pacto de Estabilidad Balcánico", un acuerdo entre la UE y Washington para aliviar las heridas de guerra, mejorar el desarrollo económico de todos los países afectados por el conflicto y realizar una transición al capitalismo. Las promesas ascendieron a varios miles de millones de dólares.

No se permitiría que el área sucumbiera a la pobreza ni a odios antiguos. La región de los Balcanes, escenario de innumerables contiendas, sería levantada y modernizada. Finalmente, se sentaría en la misma misma mesa que los opulentos europeos occidentales, se dijo.

Pero seis meses después del encuentro de Sarajevo se escucha cada vez menos acerca del pacto, excepto periódicos anuncios de funcionarios sobre estudios de factibilidad, y su aprobación por parte de los gobiernos de la UE y el Banco Europeo de Reconstrucción tomará su tiempo.

Georgos Zavvos, un consultor griego sobre la reconstrucción balcánica para la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, también recordó recientemente a contratistas potenciales que el proceso de licitaciones requerido por la comisión es muy lento.

Aquellos que esperan hacer negocios con la reconstrucción de los Balcanes deberán probar no sólo su capacidad para ejecutar el trabajo, sino también disponer de capital suficiente para asumir costosos contratos en condiciones operativas muy difíciles.

Todavía no está claro cuándo se elegirán los contratistas, pero es posible que sean grandes compañías europeas y no, por ejemplo, una firma constructora pequeña o mediana procedente de Macedonia.

Desde Sarajevo, parte del problema acerca del pacto de estabilidad es que Estados Unidos y Gran Bretaña insistieron en que Yugoslavia (integrada por Serbia y el diminuto Montenegro) debe ser excluida de cualquier tarea de reconstrucción y que deben mantenerse las sanciones económicas contra ese país.

Algunos miembros de la UE, como Italia y Grecia, discreparon al principio pero al final debieron coincidir con el presidente Bill Clinton, quien advirtió que Belgrado no recibirá ayuda alguna mientras Slobodan Milosevic permanezca en el poder.

Muchos analistas económicos y funcionarios dijeron que poner en pie nuevamente a Serbia y hacerla funcionar como socia comercial con sus vecinos es crucial para el éxito del pacto.

Esa es la posición de Carl Bildt, ex representante de las Naciones Unidas para Bosnia, y de Johannes Linn, director regional del Banco Mundial.

"Creemos que en tanto Yugoslavia no esté integrada a la economía regional, toda la integración del área y su progreso en términos de seguridad económica y social a largo plazo, probablemente se retrasará", declaró Linn.

Echando agua fría sobre las promesas de Sarajevo, expresó que "sería un error por parte de los países del sudeste europeo esperar que llegue un gran flujo de recursos a la región". Esto fue dicho a comienzos de noviembre, cuando ya comenzaban a soplar las brisas gélidas del invierno boreal.

Susan Woodward, una docente estadounidense que ha estudiado los problemas yugoslavos durante dos décadas, proyectó una imagen aún más sombría. La experta piensa que el pacto está bloqueado en el centro de la región por la durabilidad del gobierno de Milosevic.

En su opinión, "la región puede paralizarse en el caos por la crisis administrativa occidental durante años".

Este invierno, muchos balcánicos podrían recibir agradecidos un saco de carbón, incluso si se trata de esa variedad color marrón, blanduzca, que no quema muy bien. (FIN/IPS/tra-en/wj/ak/ego-mlm/dv/99

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