/El nuevo siglo/ AMERICA LATINA: Un siglo de definiciones fronterizas

Las fronteras difusas heredadas por América Latina de los tiempos de la colonia fueron sometidas a un intenso proceso de definición en los últimos 99 años, lo cual permite llegar al 2000 con apenas un puñado de litigios limítrofes.

Sin embargo, la existencia de esas asignaturas pendientes sigue gravitando sobre las relaciones entre países, como quedó demostrado a comienzos de este mes cuando Nicaragua desafió a Honduras por haber ratificado un tratado de límites marítimos con Colombia.

El pacto, confirmado el día 13 también por el Congreso de Colombia y que entró en vigor el día 20, otorgó soberanía definitiva a ese país sobre el archipiélago de San Andrés, en el mar Caribe, reclamado por Nicaragua.

Las consecuencias de esas ratificaciones recordaron que los problemas de fronteras sacan chispas entre las naciones latinoamericanas.

La historia de los diferendos limítrofes incluye episodios bélicos, situaciones de tensión y numerosos desencuentros políticos, pero el balance de este fin de siglo revela que se impuso la negociación sobre la confrontación.

Los países de América Latina surgieron de los virreinatos, reales audiencias, gobernaciones y capitanías generales que formaban las posesiones coloniales españolas, con delimitaciones confusas que contribuyeron a detonar tempranas disputas en el siglo XIX.

La intervención de otras potencias coloniales o de grandes corporaciones privadas también alimentó diferencias fronterizas e incluso despojos territoriales, cuyas consecuencias incidieron sobre la historia regional de este siglo XX.

Sin embargo, la búsqueda de soluciones se impuso y el balance no es negativo, pues hubo avances concretos en la definición de límites, mientras disminuía el número de litigios pendientes como el del archipiélago de San Andrés.

Esas controversias fronterizas pendientes también incluyen el reclamo de Venezuela sobre dos tercios de Guyana, herencia de una disputa con el imperio británico que hace un siglo corrió la frontera de su territorio colonial basado en un laudo que Caracas considera "nulo e írrito".

Venezuela y Colombia aún no han encontrado una fórmula para resolver la delimitación marina y submarina en el golfo de Venezuela, un diferendo que tiene el potencial de encender cíclicamente las relaciones bilaterales.

La indagación de las oficinas de IPS sobre litigios pendientes también detectó diferencias entre Nicaragua y Costa Rica, por la navegación en el río San Juan, y otra entre Perú y Colombia, por la soberanía sobre islas temporales en el río Amazonas.

En una frontera menos conflictiva, como la que definieron desde 1909 Brasil y Uruguay, está pendiente la posesión de las 25.000 hectáreas de Pueblo Albornoz, localidad ubicada en territorio uruguayo, entre los nórdicos departamentos limítrofes de Artigas y Rivera.

También en el sur del continente, el litigio más notorio y quizás uno de los más complejos es el de la reclamación de Bolivia a Chile para encontrar una fórmula que le permita el acceso soberano al océano Pacífico, una secuela de la guerra que enfrentó a chilenos contra peruanos y bolivianos entre 1879-1883.

Pero el otro conflicto fronterizo, entre Chile y Perú, generado por la llamada guerra del Pacífico, concluyó a fines de noviembre con la firma de un acta en Santiago, en la cual se da plena vigencia al acuerdo firmado entre ambos países en 1929.

El cumplimiento del acuerdo selló de manera definitiva los problemas limítrofes entre Chile y Perú y permite a los gobiernos dar un renovado impulso a las relaciones bilaterales.

En otro frente, Perú y Ecuador, que combatieron guerras por una disputa territorial en 1941 y 1995, dejaron atrás ese problema con el Tratado de Itamaraty suscrito en Brasil en 1998, que acordó un trazado definitivo para esa frontera.

Chile y Argentina, por otra parte, lograron un avance notable después que los gobiernos de los dos países acordaran en 1991 buscar soluciones definitivas a los 24 asuntos limítrofes pendientes en una larga frontera donde se impone la presencia de la cordillera de los Andes.

Buenos Aires y Santiago resolvieron con celeridad 22 de esos conflictos, recurrieron a un tribunal internacional para dirimir el número 23 en 1993, y en agosto de 1999 completaron el proceso al aprobarse un trazado fronterizo para la zona conocida en Chile como Campos de Hielos Sur y en Argentina Hielos Continentales.

Este esfuerzo fue emblemático, si se considera que en 1978, cuando ambas naciones estaban gobernadas por dictaduras militares, estuvieron al borde de la guerra por la disputa de tres islas en el canal de Beagle, que requirió la mediación del papa Juan Pablo II para lograr una solución pacífica.

Más allá de los conflictos limítrofes de mayor relevancia, la región vivió un siglo plagado por desencuentros menores sobre el trazado de fronteras, dificultades de demarcación y colocación de hitos.

Sin embargo, las soluciones negociadas y la fuerza con la cual avanzan los proyectos de integración entre los países de la región, tienden a convertir a las viejas líneas de separación en puntos de convergencia en el año 2000.

Para la historia del siglo XX, que comenzará a ser revisada con intensidad en estos años, quedarán acontecimientos como la creación de Panamá, basada en un despojo territorial a Colombia auspiciado por Estados Unidos y consagrado en 1903.

La guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay (1932-1935), los enfrentamientos por la región de Coto entre Panamá y Costa Rica (1921), o la llamada "guerra del fútbol" entre El Salvador y Honduras, forman parte de ese pasado.

Sin embargo, las fronteras plantean ahora una nueva generación de problemas. Allí donde antes había dudas sobre límites, tienden a aparecer problemas de ilegalidades y flujos migratorios que plantean desafíos muy concretos para el próximo siglo.

Las fronteras de Colombia son emblemáticas de este tipo de problemas, ya que el conflicto de ese país permea los límites y plantea problemas a sus vecinos por la actuación de grupos irregulares, guerrilleros o paramilitares.

Panamá puso en alerta su policía a comienzos de mes, Brasil ha iniciado operativos militares y Venezuela ha manifestado que está dispuesta a conversar con la guerrilla para disminuir los hechos violentos en la zona limítrofe. (FIN/IPS/lc/dg/ip/99

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