Un seminario internacional realizado esta semana en la ciudad sudoccidental ecuatoriana de Guayaquil destacó la necesidad de una estrategia global para renegociar la deuda externa de América Latina.
El seminario, denominado "Cómo negociar la deuda externa en forma independiente", fue organizado por el Movimiento Jubileo 2000, la Fundación El Universo, el Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales y la organización Pan para el Mundo.
El presidente ecuatoriano Jamil Mahuad declaró en septiembre la moratoria parcial del pago de intereses de bonos Brady, y en octubre la moratoria del pago de intereses de eurobonos, alegando que la crisis económica del país no permitía hacer frente a esas obligaciones.
Ecuador debe renegociar su deuda tras esas decisiones, y expertos latinoamericanos y europeos destacaron que es importante que lo haga bien, porque los resultados de esa negociación serán tomados "como ejemplo para los acuerdos a los que intentan llegar los demás países deudores".
Jurgen Kaiser, representante del Movimiento Jubileo 2000 en Alemania, afirmó que la iniciativa para el perdón de la deuda por parte de los acreedores, que es impulsada por su organización, cobra cada vez más fuerza en el mundo.
"En 50 países hay redes de Jubileo 2000 que piden la condonación de la deuda, y sólo en Alemania participan 1.900 organizaciones", añadió.
Kunibert Raffer, catedrático de la Universidad de Viena, aseguró a IPS que los bancos europeos están dispuestos a aceptar un tratamiento imparcial de la cuestión de la deuda externa de los países en desarrollo, con la condición de que todos los acreedores queden en las mismas condiciones.
"Eso significa que la reducción de la deuda tiene que ser aceptada por todos los acreedores, sean organismos multilaterales, gobiernos, bancos u otros inversionistas", explicó.
El experto también señaló que la privatización de las empresas del Estado en los países deudores no es una salida para terminar con el problema.
"Las privatizaciones sólo se pueden hacer una vez y la deuda es muy grande. Además, si un país deudor vende todos sus recursos deja de ser económicamente viable", apuntó.
Raffer sostuvo que la deuda debe pagarse, pero que no se puede exigir al deudor que la cancele a cualquier costo.
"En un sistema legal civilizado no es necesario hacer morir de hambre a los hijos para que el padre pague lo que debe", argumentó.
Raffer dijo que sería necesario crear una corte o alguna otra forma de arbitraje internacional "imparcial y transparente" que dirima los eventuales conflictos entre deudores y acreedores sobre la renegociación de la deuda.
El analista argentino Oscar Ugarteche cuestionó el papel de los organismos multilaterales de crédito en el endeudamiento de América Latina.
"Nos han empujado al fracaso con la promesa de un crecimiento económico que no llegó, de una estabilidad económica que tampoco llegó y de un mundo mejor que en la región no se observa", enfatizó.
También sostuvo que el mayor fracaso de los organismos multilaterales de crédito se produjo en Africa, ya que ese continente retrocedió veinte años en materia económica tras seguir las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Con las recetas del FMI, los ingresos de Africa quedaron por debajo de los que se registraban hace 22 años. Ese evidente fracaso indica que se debe condonar la deuda africana", apuntó.
El experto no cuestionó el derecho a cobrar que tienen los acreedores, pero criticó su falta de sensibilidad ante las condiciones de vida en muchos países deudores.
"Ellos imponen las políticas económicas pero no ceden en nada", señaló.
Ugarteche opinó que el gobierno de Ecuador debe establecer una estrategia de renegociación de la deuda sin apresuramientos, y que todos los acreedores deben sacrificarse por igual.
El economista ecuatoriano Alberto Acosta expresó que el gobierno de Mahuad debería establecer una estrategia de renegociación de largo plazo, para lograr una solución sobre la base de "lo que el país puede pagar y no de lo que los acreedores quieren".
"¿Por qué vamos a pagar con petróleo, como proponen algunos? ¿Para que después sigan los problemas y Ecuador se quede sin petróleo?", preguntó.
Acosta admitió que Ecuador no debe adoptar una decisión de no pago total, para evitar aislarse del mercado internacional, pero sostuvo que el país debe demostrar su incapacidad de pago.
En ese sentido argumentó que es un contrasentido que el gobierno se haya declarado insolvente y al mismo tiempo haya decidido destinar 54 por ciento de su presupuesto del año 2000 para el pago de la deuda.
"Es una falta de lógica total, que deja en claro que la cuestión está siendo manejada a la ligera, sin ninguna responsabilidad histórica", comentó Acosta a IPS.
El economista descartó que las privatizaciones puedan ser una solución al problema de la deuda ecuatoriana
"En Argentina vendieron todo, hasta los tesoros de la abuela, la abuela se murió y no tienen con qué pagar ni qué más vender, y posiblemente será otro de los países que caiga en moratoria", opinó.
Luis Alberto Luna Tobar, arzobispo católico de la ciudad centromeridional ecuatoriana de Cuenca, llamó a levantar una voz de protesta contra los acreedores tras criticar las condiciones que se exigen para el pago de la deuda.
"Lo que está ocurriendo es una usura legal, porque no hay cómo explicar los intereses tan altos que se deben pagar, y nadie puede pagar lo que no tiene", afirmó.
Luna lamentó que la Conferencia Episcopal Ecuatoriana no haya reclamado la condonación de la deuda externa del país, y cuestionó la falta de ética de quienes "se comprometen a pagar lo impagable".
"Si se comprometieron a pagar los que dirigen el país, que digan quién les dio autoridad para oprimirnos de tal manera", apuntó.
El arzobispo se declaró partidario de vender los tesoros de la Iglesia Católica local para ayudar al pueblo ecuatoriano a salir de la crisis.
"Se podrían vender hasta los cálices, porque el verdadero cáliz de Dios es el hombre. ¿Qué le hace a Dios el oro de la joyas sagradas? Démosle todo el culto que debemos y se acabó", dijo. (FIN/IPS/kl/mp/if ip/99