Los hombres buscan mujeres que ya no existen, las mujeres buscamos hombres que todavía no han nacido. La relación mujer-varón a las puertas de un nuevo siglo está experimentando rápidos cambios, comentó Sonia Goldemberg, directora de la organización no gubernamental Tramas.
Goldemberg promovió en Lima el seminario internacional "Mujeres y Hombres. Siglo XXI", en el que 60 personalidades de diversos países discutieron el destino histórico inmediato de las diferencias de género.
Pero ese no fue el único foro de debate de la condición femenina de cara al 2000. En forma casi simultánea, a fines de noviembre, se desarrollaron un encuentro sobre escritoras organizado por la Universidad de Lima y el diálogo feminista sobre "Mujeres y el nuevo milenio. Deseos y posibilidades".
Las intervenciones coincidieron en señalar que el machismo seguirá siendo desmontado en todos los campos, en especial el político, educativo, económico y cultural.
Tal vez el último escenario en transformarse totalmente en la relación mujer-hombre sea el ámbito familiar y doméstico, y en las desiguales relaciones de pareja.
"Posiblemente, nos estemos encaminando al paso del amor concebido como señorío masculino, disfrazado de romanticismo, a un tipo de amor confluyente, consensuado y democrático", opinó Goldemberg.
La activista señaló que La emergencia femenina ocurrida en las últimas décadas es el cambio más profundo y la transformación social más rápida de la humanidad, un proceso que seguirá promoviendo cambios en el próximo siglo, especialmente en la esfera del poder y las instituciones públicas.
"El siglo XX será recordado por los historiadores del futuro como el siglo del ascenso femenino, pero este proceso seguirá desarrollándose en la primeras décadas del próximo", afirmó.
Goldemberg destaca que las mujeres consiguieron en el presente siglo no sólo derecho al voto, sino también a ejercer el poder político, en un proceso desigual a escala mundial.
"En todo el siglo XX ha habido 34 primeras ministras o jefas de Estado y de ellas, 26 ejercieron el poder en la presente década, lo que demuestra la aceleración del cambio", dijo.
En Nicaragua y Panamá dos mujeres fueron elegidas presidentas, y hubo candidatas presidenciales en Colombia y Argentina.
El filósofo estadounidense Gilles Lopovetsky sostuvo que "la emergencia política femenina no es el cambio más rápido sino la aceleración de las transformaciones democráticas desarrolladas en el siglo XX".
Goldemberg se interrogó sobre cómo cambiará el poder con la emergencia femenina en un ámbito que era patrimonio exclusivo de los hombres.
"Esto tiene que estar produciendo un cambio en los valores vinculados al poder, porque algunos de esos valores eran considerados tradicionalmente masculinos y otros específicamente femeninos", afirmó.
"Los hombres han sido educados para el poder y las mujeres para servir al poder. Los hombres con poder nos parecen sexys, en cambio las mujeres en el poder son vistas como brujas por los hombres, tenemos patrones culturales que frenan la realización plena de las mujeres", añadió.
Consideró que las mujeres están aportando una visión femenina a la esfera pública, y los hombres, como consecuencia de este proceso, que altera las nociones patriarcales sobre el derecho al Poder, deben estar "en búsqueda de su identidad".
"Las mujeres no tenemos ningún problema en aceptar nuestro lado masculino, es decir asumirnos como fálicas, pero para los hombres resulta impensable asumirse vaginales, les provoca un terror existencial", aseguró.
"Al hablar de mujeres fálicas y hombres vaginales no aludimos a quienes son atraídas por personas de su propio sexo sino de incorporar a la heterosexualidad valores no tradicionales", dijo el psicoanalista Moises Lemlij, al referirse al polémico tema que desafía los estereotipos dominantes.
"Por ejemplo, para muchos hombres todavía es difícil aceptar la jefatura de una mujer y en muchas mujeres subsiste la idea patriarcalista del varón protector y proveedor", añadió.
El psicoanalista concluyó que la relación entre los géneros ha cambiado debido a los anticonceptivos y a la superación económica de las mujeres, la noción de una necesaria equidad es cada vez más clara y los varones deben darse cuenta del cambio.
En cuanto a los cambios que provocará la emergencia política femenina en el manejo del poder, la psiquiatra Marta Rondon estimó que "las mujeres aportarán una mayor disposición a escuchar y a buscar el consenso. En suma, menos autoritarismo y mayor democracia". (FIN/IPS/al/ag/dv/99