Israel y Palestina propusieron hoy, en una conferencia internacional organizada por la Unesco, la adopción de medidas para impulsar la actividad deportiva en zonas en conflicto.
Esta iniciativa, planteada en conjunto por dos naciones embarcadas en un difícil proceso de paz tras decenios de conflicto armado, fue considerada por funcionarios presentes el punto más destacado de la reunión celebrada en Punta del Este, 130 kilómetros al oriente de Montevideo.
El viceministro de Educación de Uruguay, Antonio Guerra, dijo que la relevancia de la propuesta consiste en que el deporte podría imponerse incluso sobre los conflictos.
Uruguay y varios países apoyaron "con entusiasmo" la moción de Israel y Palestina, que aún debe traducirse en programas concretos.
Ministros y autoridades plantearon en la conferencia concluida este viernes la necesidad de promover la educación física y el deporte en toda la población de sus países y de preservar sus valores éticos.
Los funcionarios también se pronunciaron por intensificar la cooperación internacional y desarrollar programas concretos en materia de deporte.
Representantes gubernamentales y de organizaciones privadas reunidos en esta ciudad, 150 kilómetros al este de Montevideo, discutieron durante tres días el estado actual del deporte con el fin de formular propuestas realistas.
La discusión se concentró en torno de la evolución de la educación física y el deporte, los valores éticos que se relacionan con estas actividades, su integración en el derecho a la educación, su contribución al desarrollo y las nuevas formas de cooperación y concertación nacional e internacional.
La conferencia en Punta del Este fue la primera reunión internacional a la que asiste Koichiro Matsuura como director general de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), función que ocupa desde el 15 de noviembre.
Esta reunión es la tercera en materia de deporte y educación física desde 1976, cuando, por iniciativa de la Unesco, los gobiernos se reunieron en París. La segunda se celebró en Moscú, en 1988.
"El deporte puede ser una contribución relevante a los cambios internacionales y a la comprensión entre los pueblos, ya que no resulta afectado por los desacuerdos tradicionales de índole política, económica o social y se desarrolla en el fértil terreno de los valores universales", dijo Matsuura.
El funcionario señaló que la Unesco no puede reducirse a ser "un mero club para intelectuales, sino que debe servir de foro para el intercambio internacional".
La Unesco no es "un organismo de financiación, aunque debe facilitar fondos catalizadores para generar recursos a fin de demostrar que los ideales solo cobran forma mediante la acción".
Matsuura se comprometió con esa acción, pedida por los participantes en la declaración final, luego de destacar la necesidad de que "en esta era de mundialización se redoblen los esfuerzos en pro del diálogo y la cooperación Norte-Sur".
Bajo esa premisa, los conferencistas instaron "a países donantes y órganos financieros internacionales a reconocer que el deporte y la educación física son potentes vectores de desarrollo".
Esa óptica debería ser aplicada para "reducir las disparidades existentes entre los países desarrollados y los países en desarrollo y a facilitar recursos con ese fin, mediante los programas de ayuda oficial al desarrollo", según la declaración.
En función de ese principio, señalaron la necesidad de que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo incluya la educación física y el deporte entre los indicadores de desarrollo humano y pidieron el apoyo de Unesco para ese fin.
Los ministros solicitaron al director general de la Unesco que "asigne recursos financieros y humanos suficientes" para las actividades vinculadas a la educación física y el deporte.
También alentaron a todas las naciones a incorporar actividades físicas y deportivas en los programas escolares.
Varios asistentes a la conferencia destacaron la escasa actividad deportiva que desarrollan las mujeres, por lo que instaron a "emprender un programa para mejorar la participación" de las niñas, las jóvenes y las adultas.
Así mismo, hicieron hincapié en los valores éticos del deporte, al tiempo que instaron a combatir el consumo de drogas, sobre la base de la información y el seguimiento de esas actividades ilícitas.
En la Declaración de Punta del Este, los ministros observaron "con profunda preocupación" que, pese a la expansión de los programas de elite, "las oportunidades que se brindan a los niños de participar en actividades de educación física se han reducido considerablemente".
Los ministros advirtieron que, según estudios internacionales, la reducción de esos programas ha contribuido "a un espectacular aumento de la delincuencia juvenil y de la violencia".
El contrasentido, señalaron, es que, de acuerdo con esos análisis, por cada dólar invertido en actividad física se ahorran 3,2 dólares en concepto de gastos médicos. (FIN/IPS/rr/ff-mj/cr dv/99
