Elián González, el niño que fue recogido en Estados Unidos tras sobrevivir al naufragio de una embarcación ilegal procedente de Cuba, se convirtió en rehén de la guerra ideológica entre exiliados cubanos de Miami y el gobierno de Fidel Castro.
Elián, que perdió a su madre en la travesía y cuyo padre lo reclama desde Cuba, ya es el símbolo del movimiento anticastrista de Miami. Su fotografía aparece en un cartel distribuido por todo Estados Unidos por la influyente Fundación Nacional Cubano- Americana, contraria al régimen cubano.
Esta semana, el rostro del niño de cinco años apareció en la primera página de los principales diarios del sur del estado de Florida. También es el sujeto de editoriales y columnas de opinión.
Sus movimientos son registrados por una multitud de cámaras de televisión. Cuando un programa de noticias logró captar el instante en que el niño le contó a alguien que su cumpleaños será el día 6, el hecho se promocionó como su "primera entrevista", exclusiva "sólo en esta emisora".
Legisladores del Congreso le entregaron obsequios en su modesto hogar en Hialeah, un suburbio de Miami, donde Elián vive con un tío abuelo, primos y primas.
Un comentarista de una emisora de radio cubano-estadounidense comparó su arribo a Estados Unidos el jueves 25, en coincidencia con el Día de Acción de Gracias, con la llegada a este país de los primeros colonos ingleses.
Los acontecimientos que convirtieron a Elián en una celebridad en Estados Unidos comenzaron el domingo en la ciudad cubana de Cárdenas, cuando una embarcación de aluminio de cinco metros de largo, con exceso de peso, 12 adultos y un niño, salió para Florida, con sólo dos llantas de goma como salvavidas.
La travesía fue organizada, según fuentes en este país, por un habitante de Miami que había escapado de Cuba en un pequeño bote en 1997. En esta ocasión, el hombre volvió al territorio cubano para buscar a su esposa y le cobró a cada uno de los demás pasajeros 1.000 dólares por el viaje a Estados Unidos.
La embarcación zozobró el martes, y sólo Elián, Adrianne Horta, de 22 años, y su novio Nivaldo Fernández Ferra, de 33, lograron sobrevivir hasta el jueves.
Elían sobrevivió dos días en el Atlántico sin agua ni comida, aferrado a una llanta de goma. Presenció la muerte de su madre, Elizabeth Brotón Rodríguez, de 28 años, y la de nueve personas más. Cuando fue recogido por pescadores en la playa de Pompano, al norte de Miami, estaba deshidratado y quemado por el sol, pero vivo.
Horta y Fernández fueron recogidos por otro pescador.
Tras una extensa búsqueda los dos días siguientes, la Guardia Costera estadounidense halló siete cadáveres más, pero ningún sobreviviente. Las autoridades no esperan encontrar a nadie más con vida.
La tragedia fue la peor desde que 14 refugiados cubanos que huían a Estados Unidos se ahogaron en diciembre cuando su embarcación zozobró a 12 kilómetros de Miami. Pero en esta ocasión, el traficante pereció con sus pasajeros.
Las autoridades de inmigración no ocultaban su ira y culpaban de la tragedia al traficante y a los familiares de los refugiados que le habían pagado en Florida.
"Esta es una tragedia porque alguien le pagó a un traficante", declaró el subjefe de la Patrulla de Fronteras, Mike Sheehy.
"No deberían pagar para someter a sus seres amados a cosas como esta", agregó Amy Otten, del Servicio de Inmigración y Naturalización.
Pero los familiares niegan que le hayan pagado al traficante. "El único culpable es Fidel Castro", sostuvo Orlando Rodríguez, quien identificó a su madre entre los cadáveres recuperados.
Los pescadores que rescataron a Elián ofrecieron adoptarlo, pero sus primos en Hialeah se presentaron y las autoridades se lo entregaron, luego de dos días de tratamiento en el hospital.
Una de los primos, Marilysis González, de 22 años, actúa como madre sustituta del niño. "Dios lo quería aquí por la libertad. Y está acá, y la tendrá", aseguró en una de las entrevistas que concedió.
La mujer dijo que la familia pedirá para que se permita emigrar a Miami al padre biológico de Elián, Juan Miguel González, pero este declaró que quiere que su hijo regrese a Cuba.
El padre afirma que la madre de Elián sacó a su hijo de Cuba sin su autorización. Acusa a los primos de Miami de sobornar al niño con juguetes y otros obsequios, y al gobierno de Estados Unidos de haberlo secuestrado.
Juan Miguel González exigió ante la Organización de las Naciones Unidas y ante las autoridades diplomáticas estadounidenses en La Habana que Elián sea devuelto a Cuba.
"Confío en que nuestro país, nuestra revolución, nuestro comandante (Fidel Castro) harán todo lo que esté en su poder y lo tendremos en casa pronto", dijo en la televisión cubana.
Sus familiares en Miami dijeron que el tono militante de sus declaraciones no es el habitual de González, y sugieren que las hizo bajo presión.
La legisladora cubano-estadounidense Ileana Ross Lehtinen, quien visitó al niño, expresó una opinión similar. "No sabemos cuánto de ese pedido fue impuesto por la dictadura y cuánto es real", declaró a la prensa.
El caso de Elián puso "un rostro humano al drama y el terror y la tragedia que es la experiencia cubana día tras día", sostuvo. Agregó que la madre del niño quería que creciera en Estados Unidos y que para ello había sacrificado su vida.
"Su último aliento y oraciones a Dios deben haber sido para que (Elián) alcanzara la libertad", afirmó Ros Lehtinen.
Los primos de Elián quieren que permanezca en Miami y contrataron a un abogado para que los represente en la batalla que se prevé en los tribunales por su custodia.
Pero los juristas sostienen que a menos que se demuestre que Juan Miguel González es un padre incapaz, es probable que la ley de Florida le confirme la custodia del niño.
La opinión pública de Miami favorece a los primos. Una encuesta realizada por el canal de televisión WSVN halló que 63 por ciento de los habitantes de la ciudad quieren que Elián se quede en Estados Unidos.
No hay dudas de que el poderoso movimiento anticastrista de exiliados cubanos hará todo lo posible para que eso sea posible.
En el acalorado debate político desatado por Elián hay algunas voces que reclaman que los intereses del niño sean tomados en cuenta.
"Lo que es mejor para Elián no se debe convertir en una cuestión política. Es personal y eso lo deben respetar el gobierno cubano, nuestro gobierno y los activistas de Miami", señaló un editorial del diario Miami Herald.
"Elián sólo tiene una infancia. Que crezca donde haya amor, cuidados y paciencia para el niño que pasó dos horrendos días aferrado a una llanta en el mar", agregó el diario. (FIN/IPS/tra-en/ps/cb/aq/ip-pr/99