Diciembre marcó el fin de un período histórico para Croacia con la muerte de Franjo Tudjman, su primer presidente, y enero es visto ahora por la mayoría como el mes que podría marcar el comienzo de otro período más democrático.
La mayoría de los analistas opinan que las elecciones parlamentarias y presidenciales que se llevarán a cabo el mes próximo, los días 3 y 24 respectivamente, pueden significar el vuelco político necesario para acercar la nación a Europa Occidental.
"Más allá del resultado de las elecciones, Croacia ya no será la misma. Existe una posibilidad de salir definitivamente del pasado, el tema favorito de Tudjman, y mirar hacia la verdadera democracia", declaró un diplomático europeo en Belgrado, cuyo destino anterior fue Zagreb.
Los 150 miembros del parlamento serán elegidos entre 4.006 candidatos registrados de 55 partidos. Se votará en los diez distritos electorales del país, que tiene 4,8 millones de habitantes, y también en el exterior.
El sufragio de los croatas que residen fuera de su país, la llamada "undécima unidad electoral", ayudó tradicionalmente a que la mayoría del parlamento correspondiera a la Unión Democrática Croata (HDZ) de Tudjman, que ha gobernado desde las primeras elecciones multipartidarias, de 1990.
Organizaciones humanitarias y observadores extranjeros han objetado que croatas de la etnia serbia, desplazados de Croacia desde 1991, no puedan votar, mientras pueden hacerlo otros emigrantes que viven en el exterior desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945.
Más de 50 grupos políticos opositores se presentarán a las elecciones, pero sólo seis de ellos son considerados contendientes serios de la HDZ.
El principal es una coalición compuesta por el Partido Socialdemócrata (ex comunista), liderado por Ivica Racan, y el Partido Social Liberal Croata, de Drazen Budisa.
Otro bloque opositor está integrado por cuatro grupos pequeños, el Partido Campesino Croata, el Partido Popular, la Asamblea Democrática de Istria y el Partido Liberal.
Ambas alianzas de opositores, conocidas respectivamente como "Los Dos" y "Los Cuatro", firmaron un acuerdo de cooperación poselectoral en el cual se comprometieron a no integrar una coalición de gobierno con la HDZ.
El pacto indica que "Los Dos" y "Los Cuatro" sólo podrán formar coaliciones de gobierno entre sí.
La oposición criticó que se haya convocado a elecciones con tanto apresuramiento, a principios de este mes e inmediatamente después de la muerte de Tudjman.
En una declaración conjunta, los seis principales partidos opositores dijeron que "los croatas serán privados de su derecho a elecciones libres y justas", con una campaña electoral que además será interrumpida por los feriados de Navidad y Año Nuevo.
Según la oposición, la HDZ "pretende soslayar los verdaderos problemas del país", entre los cuales señalaron la falta de desarrollo, el desempleo, los salarios y pensiones bajas, la corrupción, la criminalidad y la necesidad de impulsar una mayor cooperación con los demás países de Europa.
Los seis partidos finalizaron su declaración con un llamamiento a todos los croatas a votar y "elegir el cambio".
En una encuesta publicada por la prensa local, 30 por ciento de los consultados manifestó su apoyo a "Los Dos", y casi 26 por ciento dijo que votaría a la HDZ.
La filial croata de la Comisión de Helsinki para los Derechos Humanos afirmó que la HDZ y el régimen de Tudjman eran culpables de "robos, corrupción y empobrecimiento del país".
Croacia, separada de la antigua Federación Yugoslava en 1991 tras una guerra con Belgrado, avanzó a través de un rápido proceso de privatización y reformas económicas que dieron como resultado agudos desequilibrios sociales y altos índices de desempleo.
Se cree que Tudjman y un puñado de familias se beneficiaron en forma indebida durante ese proceso. El presidente fallecido construyó en 1992 una residencia que vale un millón de dólares, una cifra exorbitante dada la situación del país.
"Tudjman erigió un paraíso comunista para su familia y la elite de la HDZ, y empujó al resto de Croacia a la forma más simple de capitalismo y miseria", se afirmó en el semanario Nacional.
En asuntos de política exterior, Tudjman tuvo una imagen negativa y quedó aislado en la comunidad internacional porque se resistió a permitir el regreso al país de unos 160.000 croatas de origen serbio que escaparon de operaciones de limpieza étnica.
Tudjman no cooperó con el Tribunal Penal Internacional (TPI), con sede en La Haya, en la investigación de crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos en la ex Yugoslavia.
Zagreb, al igual que Belgrado, ha rechazado cualquier investigación que involucre a sus militares, y se negó a entregar a oficiales de alto rango acusados de crímenes de guerra por el TPI, patrocinado por la Organización de las Naciones Unidas.
La antigua Federación Yugoslava estaba integrada también por Bosnia-Herzegovina, donde se formalizó una división étnica en 1995, con una república serbia y una entidad federada croata- musulmana, que comparten un gobierno colectivo.
Zagreb ha mantenido relaciones privilegiadas con la etnia croata de Bosnia-Herzegovina, que incluyeron una intensa actividad de los servicios secretos de Croacia, según descubrieron este mes investigadores de fuerzas internacionales de mantenimiento de la paz.
Vlado Gotovac, líder del Partido Liberal y ex aliado de Tudjman, afirmó que Croacia se dirige ahora hacia un nuevo futuro.
"Tudjman manejó completamente la política del país, el carácter de su desarrollo interno y su posición internacional mientras estuvo en el poder", escribió Gotovac en Nacional.
"Por lo tanto, podemos llamar a ese período la era Tudjman", que "ha llegado a su fin", añadió. (FIN/IPS/tra- en/vpz/ak/ego/mp/ip hd/99)