COSTA RICA: El espejismo de los microchips

Costa Rica vive un auge de exportaciones sin precedentes en los últimos 40 años que parece un milagro industrial, pero en realidad se trata de un espejismo que oculta la asfixiante situación de sus pequeñas y medianas empresas.

Las exportaciones costarricenses durante 1999 crecieron a un ritmo superior al 20 por ciento, con ventas que superan los 6.645 millones de dólares, pero paradójicamente sus sectores agrícola, pecuario, textil y alimentario se estancaron o decayeron.

Economistas y analistas atribuyen esta situación al fenómeno de los circuitos electrónicos, que desde 1998 fabrica en Costa Rica el gigante mundial de los microchips, Intel Corporation.

"Sentimos que el país está desequilibrado, pues por un lado están las grandes empresas de zona franca que crecen rápidamente, pero por otro está el grueso de las pequeñas empresas, que tienen muchos problemas", dijo Marco Vinicio Ruiz, presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica.

En octubre de 1996, Intel Corporation, el principal productor de microprocesadores del mundo, anunció que Costa Rica sería una de sus sedes de producción, para lo que invirtió en la construcción de sus plantas 500 millones de dólares y actualmente emplea en ellas a más de 2.000 personas.

Pero una vez pasada la euforia por la llegada de esta millonaria inversión, los expertos han expresado que, al margen de la fuerte inyección inicial de capital y la contratación de personal son pocos los recursos que quedan en el país, pues la mayoría de los insumos para la producción se traen del exterior.

"Este año el producto interno bruto (PIB) de Costa Rica creció un ocho por ciento y esto se debió en un 50 por ciento al comportamiento del sector de microprocesadores", indicó Ruiz.

De hecho, actualmente los circuitos eléctricos que fabrica Intel ya desplazaron a las principales exportaciones tradicionales del país y durante 1999 representaron el 38 por ciento del total de las ventas externas.

"Esto ha producido que se rompa la tradición de los años 60 y 70, cuando las mayores exportaciones del país eran el banano y el café", expresó Antonio Burgués, presidente de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco).

En todo caso, gracias al aumento en las exportaciones totales, y a que las importaciones no sobrepasan los 6.450 millones de dólares, ésta será la primera vez en 40 años que Costa Rica cerrará el año con un superávit en la balanza comercial.

"Debido al repunte de sus exportaciones Costa Rica se convirtió en 1999 en el principal exportador per cápita de América Latina, por encima de Trinidad y Tobago y Chile", afirmó el ministro de Comercio Exterior, Samuel Guzowsky.

Aunque no ha precisó cifras de esas otras naciones latinoamericanas, Guzowsky expresó que este año las exportaciones por habitante de Costa Rica ascienden a más de 2.000 dólares.

Pero el problema es que estos números no reflejan que la bonanza se está concentrando sólo en las grandes empresas y en las industrias extranjeras con sede en Costa Rica.

Y es que mientras el mercado de los microchips creció en 1999 más de 200 por ciento, el sector pecuario y pesquero cayó casi en 60 por ciento, el agrícola en 13 por ciento, los textiles en 3,3 por ciento y la industria alimentaria en 1,5 por ciento.

Además, si no se toman en cuenta las zonas francas -en las que está Intel-, el empleo cayó 1,3 por ciento.

"Lo que el país requiere es una política que apoye el crecimiento de la pequeña y mediana empresa, así como la pequeña y mediana industria", dijo Ruiz.

A este llamado del presidente de la Cámara de Industrias se han sumado representantes de varios sectores productivos, que reclaman mayor atención con políticas de apoyo y soporte.

Burgués acotó que es imperativo que Costa Rica se concentre en una estrategia que le permita a su sector exportador consolidarse en los primeros años del nuevo siglo, ante los procesos de integración.

Los exportadores indicaron que como meta Costa Rica debería incentivar a un mayor número de sus actuales empresas para que se sumen a la exportación. La idea es que las actuales 2.430 empresas exportadoras se conviertan en 4.000 en el 2005.

Si no se toman medidas en este sentido, Costa Rica seguirá viviendo un auge que parece un milagro, pero que es todo un espejismo, aseguraron analistas. (FIN/IPS/nms/ag/if/99

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