Productores privados de una docena de países decidieron unirse en la lucha contra las barreras y subsidios que traban el comercio internacional de azúcar y que afectan principalmente a regiones pobres.
El azúcar es probablemente el ejemplo más dramático de las distorsiones comerciales en el mundo, ya que las naciones ricas bloquean sus mercados a la producción, más competitiva, de países tropicales, privándolos de una alternativa de desarrollo y generación de empleos.
Cooperativas, asociaciones y empresas azucareras de Australia, Brasil, Canadá, Colombia, India, Tailandia y los seis países centroamericanos constituyeron la Alianza Global para la Reforma del Comercio del Azúcar con el fin de influir en las negociaciones mundiales.
El grupo se formó hace cuatro meses por iniciativa de la Queensland Sugar Corporation, que reúne a los grandes productores de Australia, e inició su campaña con un comunicado a la conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que tuvo lugar este mes en Seattle, Estados Unidos.
La asociación pretende influir en la llamada Ronda del Milenio, cuya convocatoria no se concretó por el fracaso del encuentro de Seattle.
"Esperemos que sea una frustración temporal, que se supere en dos o tres meses", dijo el brasileño José Reinaldo del Bianco, asesor de la dirección de la Cooperativa de Productores de Caña, Azúcar y Alcohol de Sao Paulo (Copersucar), quien participó en las actividades de la Alianza en Seattle.
Pero la presión se hará sobre la OMC, aunque no se promuevan las nuevas negociaciones, ya que los países ya asumieron el compromiso de discutir y avanzar en la liberación del comercio agrícola en el artículo 20 del acuerdo anterior, de la Ronda Uruguay, precisó Del Bianco.
El azúcar de caña, producido especialmente en países tropicales en desarrollo, lleva gran ventaja sobre el de las regiones ricas, derivado de la remolacha o el maíz, cuyos costos son mucho más elevados.
Esa competitividad no puede traducirse en la realidad debido a las fuertes barreras arancelarias y de otro tipo, cuotas y subsidios a la producción interna establecidos por Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, señala el comunicado divulgado por la Alianza en Seattle.
Esas políticas proteccionistas de las regiones más ricas llevan a que que el mercado mundial presente excedentes crecientes de azúcar y los precios del dulce caigan, lamentó Del Bianco.
Brasil, como mayor productor de azúcar de caña, exportó 11,2 millones de toneladas en el último año azucarero, concluido en agosto. Un mercado mundial sin proteccionismo le permitiría obtener 2.600 millones de dólares adicionales al año por sus ventas externas, estimó el Banco Mundial.
Australia, con una exportación de 3,75 millones de toneladas, y Tailandia, con 3,2 millones, son otros de los mayores interesados en abrir los mercados.
Para Australia, particularmente, la apertura de los mercados es una necesidad absoluta, porque 85 por ciento de su producción se destina a la exportación, observó el economista asesor de la Copersucar.
Cuba, otro gran exportador (3,2 millones de toneladas), no forma parte de la Alianza porque en ella tiene únicamente cabida el sector privado, fue creada para apoyar a los gobiernos y actuar paralelamente por un comercio agrícola más libre.
El mercado mundial no estaría saturado si la Unión Europea, además de proteger a sus productores de remolacha, no exportara con pesados subsidios 7,7 millones de toneladas en el último año, sostuvo Del Bianco.
La liberalización del comercio conduciría a un alza de 41 por ciento en el precio internacional del azúcar refinado en los próximos seis años, concluye un estudio del gobierno australiano según el cual los subsidios representan 40 por ciento de los ingresos de los productores estadounidenses y europeos.
Los precios que esos productores obtienen gracias a las subvenciones superan en entre 50 y 400 por ciento las cotizaciones internacionales de mercado, afirma a su vez el Banco Mundial.
Los expertos consideran muy difícil eliminar las distorsiones que afectan el mercado del azúcar, un producto históricamente sometido a barreras proteccionistas y excluido de los acuerdos de libre comercio. (FIN/IPS/mo/dg/if/99