La firma de un contrato de asociación entre la estatal Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol) y dos compañías estadounidenses puso en marcha la nueva política petrolera del gobierno de Andrés Pastrana.
El presidente de Ecopetrol, Alberto Calderón, dijo este martes que el contrato con las petroleras Tecnopetrol y Western Atlas Internacional para exploración en el norte colombiano "demuestra el deseo de participación e inversión" de grandes firmas extranjeras en este país.
El contrato, denominado "Acordeón", fue firmado el lunes y adjudicó un área de 34.000 hectáreas en el norteño departamento de Cesar. Se trata del primer contrato de asociación con compañías petroleras internacionales rubricado este año, a la espera de otros 13.
Las petroleras comenzarán a explorar en 100 kilómetros cuadrados para determinar la calidad de los hidrocarburos y la profundidad del pozo.
Según Calderón, las firmas de origen estadounidense y canadiense invertirán en principio entre cinco y ocho millones de dólares "afrontando un alto de riesgo" en esa primera fase del negocio.
"Los extranjeros asumirán las posibles pérdidas" en caso de que "el pozo resulte seco o el petróleo no pueda ser extraído", explicó.
El funcionario indicó que la relación del Estado colombiano con el inversionista privado comenzará "cuando el pozo se declare comercial" y se puedan deducir regalías (aportes a las regiones productoras) e impuestos.
En ese caso, Ecopetrol recibiría cerca de 65 por ciento de lo producido y el consorcio Tecnopetrol-Western Atlas Internacional, el restante 35 por ciento.
La modificación a la política petrolera del Estado promulgada este año por la dirección de Ecopetrol consiste en minimizar la participación de la compañía estatal en labores de riesgo como la exploración directa y en obtener mayores beneficios en regalías.
Además, la petrolera redujo de 50 a 30 por ciento su participación en el esquema de contratación .
El ministro de Minas y Energía, Luis Valenzuela, recordó que Ecopetrol es el más valioso soporte fiscal de la nación, y sostuvo que los contratos de asociación que pretende concretar la empresa estatal "evitarán la importación" de petróleo "a partir del 2006", de no encontrarse nuevos pozos.
En el primer semestre de 1999 las exportaciones de petróleo reportaron 1.298 millones de dólares, 28 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, y representaron cerca de un cuarto del total de las ventas externas del país, según el Ministerio de Comercio Exterior.
El nuevo contrato petrolero es, a juicio de Calderón, "solamente el primero de muchos que esperamos se concretarán muy pronto" y confirma que la mejor forma de descubrir el hidrocarburo en Colombia "es y seguirá siendo la concesión".
Mediante ese mecanismo contractual se inició la explotación en los campos Caño Limón-Coveñas y Cusiana, los más grandes ubicados al este del país.
Actualmente están a la espera de ser firmados otros 13 contratos de asociación con igual número de empresas multinacionales, los cuales contemplan la concesión de 1.324.000 hectáreas.
Las petroleras Salinas y Buganviles, con adjudicaciones previstas de 131.000 y 60.000 hectáreas, respectivamente, encabezan la lista.
Con el nombre de La Ronda 2000, Ecopetrol puso desde octubre a consideración de los inversionistas privados, nacionales y extranjeros, un paquete de 13 bloques para exploración en donde inicialmente calculó un potencial de 4.550 millones de barriles de crudo.
En el nuevo sistema de contratación, con el que el Estado también busca contrarrestar la ofensiva de la subversión contra la infraestructura petrolera, aumentan los incentivos tributarios para las compañías inversoras.
Para el ministro Valenzuela, con los cambios adoptados se "evitará un colapso" en las finanzas públicas en los próximos seis años.
Colombia tiene un déficit fiscal de cuatro por ciento del producto interno bruto y sus exportaciones en 1998 ascendieron a 13.726 millones de dólares, mientras las importaciones alcanzaron los 14.634 millones de dólares.
La suscripción de más contratos permitirá a Ecopetrol poner a producir gran parte de los 37.000 millones de barriles de reservas de petróleo de Colombia. Las zonas reservadas en exploración para la firma estatal en el centro y el este colombiano suman 1,5 millones de hectáreas.
Por otra parte, la preocupación oficial por una posible negativa a la inversión en Colombia por parte de grandes compañías extranjeras radica en la falta de resolución del conflicto entre cinco mil indígenas de la etnia uowa y la multinacional Occidental Petroleum (Oxy).
Los indígenas se oponen hace siete años a la exploración petrolera dentro de su territorio al que consideran "tierra sagrada", en el denominado Bloque Samoré, ubicado al oriente colombiano.
No obstante, Calderón dijo que todas las prerrogativas expuestas, "redundarán en beneficios para Colombia". "Esperamos llegar a firmar en el primer trimestre del 2000" unos 20 contratos con las empresas que "vienen en camino". (FIN/IPS/mjll/mj/if en/99