Las rebeldes Fuerzas Armadas de Colombia (FARC) decretaron hoy una tregua unilateral, la primera en 14 años, por 20 días como "demostración de su voluntad de paz", pero advirtieron que responderán a cualquier agresión.
El anuncio del cese del fuego fue dado a conocer por Raúl Reyes, portavoz de las FARC, en un comunicado divulgado desde la llamada "zona de distensión", en el sudeste, donde se desarrollan las negociaciones de paz con el gobierno.
Reyes dijo que el grupo insurgente suspenderá unilateralmente sus "acciones ofensivas contra las fuerzas de seguridad del Estado" a partir de este lunes y hasta el 10 de enero del 2000.
La tregua fue decretada para "que los colombianos celebren las festividades de fin de año y comienzos de milenio con sus familiares y amigos, sin los estruendos, muertos y heridos causados por la confrontación armada".
Reyes dijo que el deseo de las FARC es que Colombia tenga una "paz definitiva y duradera, con justicia social", sin hambre, despidos ni "terrorismo de Estado, con empleo, educación, salud, vivienda, solución inmediata del sector agrario, sin el modelo neoliberal y con independencia y soberanía."
La tregua sería la primera que realizan los rebeldes desde el gobierno de Belisario Betancur (1982-1986), con quien pactaron un cese del fuego unilateral en 1985 en un fallido proceso de negociación, pero no incluirá otras acciones de los rebeldes, como las retenciones de civiles.
El cese del fuego se inició este lunes, tras una semana de fuertes combates en 14 localidades de ocho departamentos con un saldo de 42 militares y policías muertos y, según los organismos de seguridad, con más de 100 bajas en filas rebeldes.
Las FARC iniciaron formalmente sus negociaciones de paz con el gobierno de Andrés Pastrana el 24 de octubre, después de un año de conversaciones, y pidieron para aceptar una propuesta de cese del fuego bilateral a que éste se comprometiera a "resolver los graves problemas sociales y laborales de la población".
En el petitorio, rechazado de inmediato por Pastrana, las FARC pedían al gobierno rebajas de impuestos, el congelamiento de los precios de la canasta básica, un incremento en el salario mínimo (130 dólares) y la adopción a partir de enero de un subsidio para los desempleados, cerca de 20 por ciento de la fuerza de trabajo.
Este lunes, Pastrana resaltó la declaración del cese de hostilidades, que, según afirmó, "es un gesto que el gobierno y los colombianos habían pedido con insistencia".
El mandatario afirmó que esta tregua podría ser "el inicio de un cambio de actitud que humanice la confrontación y facilite el camino del diálogo" y exhortó a los otros grupos al margen de la ley para que adopten una actitud similar.
Las paramilitares de derecha Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) anunciaron que cesarían sus hostilidades si la guerrilla lo hacía.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), segundo grupo por su cantidad de combatientes detrás de las FARC, anunció que también estudia la posibilidad de decretar una tregua.
Pastrana pidió a los demás grupos armados pensar "en los cientos de compatriotas" secuestrados por estas organizaciones (unos 700 entre civiles y militares) para que los liberen y puedan pasar este fin de año con sus familias.
La tregua de las FARC fue bienvenida por el obispo de Medellín (noroeste) de la Conferencia Episcopal, quien señaló, no obstante, que es lamentable que el cese se haya decretado tras una escalada de violencia que dejó cerca de 200 muertos.
La escalada de las FARC también fue condenada por el jefe del opositor Partido Liberal, Horacio Serpa, quien indicó que estos ataques hacen que la tregua navideña aparezca como "un hecho muy costoso para el país por las vidas que se han perdido".
Andrés González, gobernador de Cundinamarca, consideró que pese a que la tregua de las FARC es muy corta, puede ser un avance hacia un cese definitivo de hostilidades.
Sin embargo, el comandante de las Fuerzas Armadas, general Fernando Tapias, dijo que no cree en la tregua declarada por los rebeldes, ya que la población civil seguirá siendo objeto de secuestros y extorsiones por parte de los rebeldes.
Alfredo Rangel, catedrático y analista político del diario El Tiempo (primero en circulación nacional) dijo a IPS que esta tregua "de carácter coyuntural" forma parte de la dinámica de la guerra y no de la paz.
En opinión de Rangel, lo fundamental es que Colombia afronta un conflicto en el que tiene que negociar en medio de la guerra, lo que no excluye treguas temporales y ocasionales, que son precedidas por una fuerte ofensiva por quienes las decretan, como ocurrió en las últimas semanas con la escalada de las FARC.
Pese a que en el año que concluye el gobierno logró concretar el proceso de paz con las FARC, se incrementaron las acciones bélicas y las víctimas, según el Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP).
Las cifras de CINEP indican que en el último trimestre de 1998 ocurrieron 146 acciones bélicas que dejaron un total de 863 víctimas entre los combatientes y en el primer semestre de 1999 el número de acciones llegó a 338 con un total de 1.006 víctimas.
En opinión de CINEP, durante el año que concluye, además del incremento en las acciones bélicas se observó "una preocupante degradación del conflicto, sin precedentes, con el incumplimiento de las normas del derecho internacional humanitario.
Según el centro de investigaciones, se registraron entre enero y junio 687 homicidios intencionales a personas protegidas por estas normas, 445 civiles y 34 comunidades fueron amenazados por alguno de los actores armados y la guerra se extendió a nuevas zonas del territorio. (FIN/IPS/yf/mj/ip/99