El gobierno de Colombia, trabajadores y empresarios comenzaron hoy con posiciones enfrentadas la discusión sobre el salario mínimo que cobrarán cerca de cuatro millones de personas en el año 2000.
Los representantes de las centrales sindicales anunciaron en la Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales que no aceptarán menos de 15 por ciento de aumento, cinco puntos más que la inflación prevista para este año.
La Comisión es la encargada de concertar el incremento salarial, pero si no se llega a un acuerdo, el gobierno fijará el aumento por decreto, como ha ocurrido en los últimos cuatro años.
Con la propuesta de los trabajadores, el salario mínimo para el año próximo pasaría de cerca de 130 dólares mensuales a 149,5.
Pero un representante gubernamental en la Comisión, el gerente del Banco de la República (central), Jaime Urrutia, replicó que el incremento no puede ser superior al 10 por ciento, el índice de inflación previsto para el 2000, pues de lo contrario se generaría mayor desempleo.
"La más pura teoría económica dice que si el salario aumenta más que el costo de vida" obviamente las empresas "se vuelven menos competitivas y eso genera desempleo", afirmó.
El gobierno arguye que el aumento reclamado por los trabajadores afectaría la incipiente reactivación económica, tras la crisis vivida por el país en los últimos años.
Después de cinco trimestres de caída, la economía creció 0,7 por ciento entre julio y septiembre, según el Departamento de Planeación Nacional (DNP).
El director del organismo, Mauricio Cárdenas, dijo que la propuesta presentada por los trabajadores "no tienen ninguna viabilidad" en las condiciones actuales de la economía.
Según las proyecciones oficiales, Colombia cerrará este año con un desempleo de 20 por ciento y una caída del producto interno bruto (PIB) de 3,5 por ciento, frente 14,4 por ciento de desempleo en 1998 y un decrecimiento de 0,2 por ciento del PIB.
"Hay que buscar un equilibrio entre el salario y las posibilidades de generación de empleo" por parte de los empleadores y eso "sólo se consigue si mantenemos controlada la inflación", aseguró Cárdenas.
Yezid García, secretario general de la Confederación General de Trabajadores Democráticos (CGTD), dijo a IPS que "ningún empleador se va a quebrar por pagar cinco puntos porcentuales más (que el índice de inflación) a un trabajador".
Los representantes de los trabajadores en la Comisión de Concertación se limitarán a "hacer acto de presencia y cumplir con el trámite de exponer oficialmente su posición", indicó García.
"La posición del gobierno es acorde con la política que ha venido desarrollado (…) de empobrecimiento para los sectores populares", añadió.
Las tres centrales sindicales colombianas y la Federación Nacional de Trabajadores Estatales rompieron relaciones este año con el gobierno de Andrés Pastrana y llevaron a cabo un paro general y varios parciales contra la política económica y el deterioro social.
El gobierno de Pastrana, quien inició su mandato en agosto de 1998, tiene "caracteristas dictatoriales" y considera que "mediante el uso de la fuerza va a resolver los problemas graves de la sociedad colombiana", afirmó García.
El dirigente sindical aseguró que la política económica gubernamental "ha llevado a la quiebra la producción nacional, ha incrementado el desempleo ha sumido en la pobreza a muchos sectores y ha acabado con la salud pública". (FIN/IPS/yf/ag/if/99