La causa de la guerra entre Rusia y la república separatista de Chechenia son multimillonarios acuerdos por el tránsito de petróleo, aseguran analistas mientras Moscú refuerza su asedio en torno de la capital chechena de Grozny.
El primer ministro ruso Vladimir Putin rechazó las críticas de las potencias occidentales al ultimátum que diera Rusia este lunes a los habitantes civiles de Grozny. Moscú anunció que deberán abandonar la ciudad antes de este sábado o morirán por los bombardeos y la artillería.
Defensores de los derechos humanos sostienen que miles de ancianos y enfermos atrapados en Grozny morirán en los próximos días, aunque los militares rusos lo niegan y argumentan que la mayoría de los habitantes que quedan en la ciudad son rebeldes musulmanes que usan a los civiles como escudo humano.
Muchos analistas sostienen que las disputas por el tránsito de petróleo son la causa de la tragedia en Chechenia que es vista como la peor amenaza a la seguridad del Cáucaso.
Rusia pretende mantener su vía de Baku a Novorossiisk para las exportaciones de petróleo "temprano" de Azerbaiján. Pero el oleoducto cruza 153 kilómetros de territorio checheno, lo cual lo hace inseguro mientras la república permanezca sin control.
El petróleo "temprano" es el primer crudo que se exportará de tres yacimientos marinos de Azerbaiján desarrollados por un proyecto multimillonario en dólares.
Se espera que la cuenca del mar Caspio exporte mayores cantidades a principios del próximo siglo, ya que la región es una de las fuentes nuevas de combustibles fósiles más importantes del mundo.
Al principio, Rusia intentó negociar con los dirigentes rebeldes de Chechenia. Tras arduas negociaciones, el 9 de septiembre de 1997 funcionarios rusos y chechenos llegaron a un acuerdo para permitir el paso del petróleo de Azerbaiján por la república separatista.
Según el acuerdo, llamado Transneft, Rusia pagaría un arancel de 43 centavos de dólar por tonelada de petróleo, frente a los 2,20 dólares que exigía inicialmente Chechenia.
Moscú también aceptó encargarse del mantenimiento y de la seguridad, pero el flujo cesó poco después cuando bandas armadas comenzaron a robar grandes cantidades de crudo.
Entonces Moscú decidió construir un oleoducto alternativo en Daguestán, para evitar el tramo checheno. Pero esta opción tampoco resultó segura tras las incursiones de guerrilleros chechenos en territorio daguestaní en agosto.
Fue entonces que comenzó la segunda guerra chechena.
Así mismo, se presume que la amenaza terrorista demorará la construcción de un tramo de 1.600 kilómetros entre el campo petrolero de Tengiz, en Kazajstán, y el puerto del Mar Negro próximo a Novorossiisk, conocido como el Consorcio del Oleoducto del Caspio.
El consorcio, creado en 1992 por los gobiernos de Kazajstán, Omán y Rusia, es la esperanza rusa para que Moscú se convierta en el principal agente del petróleo del Caspio, como dijo Vladimir Stanev, viceministro de Combustible y Energía.
En diciembre de 1996, la mitad de las acciones del consorcio se vendieron a compañías petroleras internacionales, lo cual convirtió a la iniciativa en el mayor proyecto de infraestructura petrolera financiado por el sector privado en las antiguas repúblicas soviética.
La conclusión del proyecto, de un valor de 2.500 millones de dólares, está prevista para el 30 de junio del 2001, informó a IPS el director general del consorcio Viktor Fedotov.
Se prevé que el tramo de 750 kilómetros del oleoducto que corresponde a Rusia estará terminada a fines de diciembre del 2000 y que el primer petrolero zarpará en junio del año próximo.
El consorcio tienen previsto bombear medio millón de barriles por día antes de octubre del 2001. Los accionistas invirtieron unos 700 millones de dólares este año y planean aumentar la cifra a 1.300 millones de dólares en el 2000, según Vagit Alekperov, presidente de LUKoil de Rusia.
Alrededor de 60 por ciento de la inversión corresponde a los dos mayores accionistas privados, LUKoil y Chevron, señaló Alekperov.
El día 2, el primer ministro Putin se reunió con Fedotov, Alekperov y el presidente de las operaciones internacionales de Chevron, Richard Matzke, y prometió el apoyo del gobierno al proyecto.
Putin, elegido por el presidente Boris Yeltsin como candidato a sucederlo, también es considerado el cerebro de la campaña militar en Chechenia.
El consorcio será un gran éxito, anunció Matzke. "Mi actitud general es de plena satisfacción con él. Traerá riqueza a todos los participantes", dijo a IPS.
"Luego de la reunión con Putin, estamos seguros de que cumpliremos nuestros cometidos. Tenemos una variedad de proyectos de exploración en el mar Caspio y nuestro petróleo también pasará por este oleoducto del consorcio", comentó Alekperov.
LUKoil, que perforó su primer pozo marino en el norte del mar Caspio, tiene un interés de 12,5 por ciento en el consorcio. El oleoducto transportará el petróleo desde el campo petrolero de Tengiz y probablemente también desde el de Karachaganak, donde LUKoil tiene cinco y 15 por ciento de las acciones respectivamente.
El oleoducto del consorcio, que tendrá una capacidad inicial de 28,2 millones de toneladas de petróleo por año y un máximo de 67 millones, será supuestamente la respuesta rusa al proyecto de oleoducto Baku-Ceyhan firmado entre Turquía y Azerbaiján en la cumbre de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, realizada en Estambul el mes pasado.
Este nuevo vínculo, que cuenta con el fuerte apoyo de Estados Unidos, dejaría a Rusia casi fuera del negocio del transporte del petróleo de Azerbaiján desde los campos petroleros marinos de Azeri, Chirag y Gyuneshli.
El gobierno ruso espera que el proyecto genere ingresos de unos 23.300 millones de dólares en los próximos 40 años, mientras Kazajstán planea ganar unos 8.200 millones de dólares. (FIN/IPS/tra-en/sb/ak/aq-at/ip-if/99