Ambientalistas y habitantes de la ciudad de Yacuiba, en el sur de Bolivia, han expresado su preocupación por los daños ambientales que podría dejar el incendio del pozo gasífero Madrejones, de la empresa argentina Pluspetrol.
El accidente, que comenzó el 2 de octubre como una fuga de gas, se convirtió en una incontrolable y gigante fogata visible a varios kilómetros de distancia y no se sabe cuándo será controlado.
Madrejones está ubicado a 12 kilómetros de la ciudad de Yacuiba, fronteriza con Argentina, en el Chaco boliviano, y aunque no se han producido daños personales ni grandes pérdidas materiales, se teme por el impacto ambiental.
El ministro de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, Erick Reyes Villa, anunció que esperará a que la empresa Pluspetrol controle las llamas para exigirle realizar una auditoría ambiental y presentar un plan de mitigación de los daños ecológicos que surjan a consecuencia del incendio.
Sin embargo, los ejecutivos de Pluspetrol aseguran que los daños que el incendio causa al ambiente son mínimos y que mayores problemas generan los denominados "chaqueos" que hacen los agricultores de la zona para habilitar áreas verdes en terrenos de cultivo mediante la quema de árboles.
Pluspetrol argumenta, además, que en el pozo Madrejones se está quemando combustible limpio y no contaminante.
El presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, Carlos Salinas, indicó que es difícil predecir el momento en que se controlará el fuego, porque hasta ahora ya se realizaron algunas operaciones sin éxito.
La empresa petrolera contrató a la estadounidense Wild Well Control Inc., que hizo un primer intento por "ahogar" el fuego con agua y lodo para cortar la válvula, pero no logró los resultados esperados.
La situación obligó a la empresa a movilizar equipos especiales desde Estados Unidos para hacer obras de infraestructura mecánica y civil.
Y ante el temor de los pobladores de la ciudad de Yacuiba, la petrolera trasladó a otras zonas a las familias que vivían cerca del pozo en llamas, fijó cinturones de seguridad con ayuda del ejército boliviano y prohibió el ingreso de personas y medios de comunicación al área del accidente.
Ahora, más de 100 trabajadores intentan controlar el fuego y los expertos estadounidenses en apagar incendios petrolíferos ingresan, protegidos por equipos, escudos y una gruesa cortina de agua, a la boca del pozo, donde comienza el fuego, para reemplazar las válvulas dañadas.
Esa operación está dando buenos resultados, ya que se logró hacer dos cortes a la válvula dañada, informó el viceministro de Energía, Mario Candia.
Técnicos de ese Viceministerio, dependiente del Ministerio de Desarrollo Económico, efectúan un seguimiento de los trabajos que realiza la petrolera Pluspetrol.
La siguiente etapa de los trabajos consistirá en excavar alrededor del pozo en llamas para acceder con sucesivos cortes a una zona de cañería no dañada, según los técnicos del Viceministerio de Energía.
Finalmente, la empresa instalará un nuevo juego de válvulas y preventores para montar un equipo especial que permitirá trabajar bajo condiciones de presión y tratar de controlar así el fuego.
El Viceministerio de Energía también obligará a la empresa petrolera argentina a presentar un informe de efectos ambientales que contenga información sobre los volúmenes de gas quemado, los daños ecológicos y a la salud de la población de Yacuiba, que tiene unos 80.000 habitantes.
Además, la petrolera deberá plantear posibles soluciones a los daños ambientales provocados por el incendio y ejecutar esas propuestas después de ser aprobadas, según adelantaron autoridades del Viceministerio de Energía y del Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente.
Otros informes señalan que Pluspetrol intentará apagar el fuego este mes mediante un sistema de inundación, pero si fracasara, se hará perforaciones de pozos de alivio transversal, con lo que el control del fuego podría demorar hasta abril, dijo el presidente de la Cámara de Diputados, Hugo Carvajal.
La región del Chaco, en el sur del país, es la mayor productora de gas natural y coloca a Bolivia como tercer productor de este combustible en América del Sur, después de Venezuela y Argentina. (FIN/IPS/ac/ag/en/99