/BOLETIN-INTEGRACION/ TRANSPORTE-AMERICA DEL SUR: Perú acelera corredor bioceánico

Perú se apresta a impulsar un eje carretero para convertir su territorio en un corredor para el tráfico mercantil entre la costa atlántica de Brasil y la cuenca del Pacífico, tras resolver los últimos problemas limítrofes pendientes con Ecuador y Chile.

El acuerdo firmado el 29 de noviembre por los presidentes Alberto Fujimori, de Perú, y Eduardo Frei, de Chile, cerró el último conflicto sin solución dejado por la guerra entre ambos países en 1879, y abre paso al proyecto geopolítico intercontinental que impulsa Lima.

Poco después de su retorno de Santiago, Fujimori viajó el viernes a Brasil, donde se reúne este fin de semana con su par Fernando Henrique Cardoso.

Desde que llegó al poder en 1990, Fujimori priorizó en sus planes de desarrollo la integración con la cuenca del Pacífico, el escenario económico más importante del mundo, al que solo tres naciones latinoamericanas (Chile, México y el propio Perú) han accedido.

"El corredor biooceánico Brasil-Perú forma parte de un plan geopolítico muy amplio de Fujimori, y apunta a reforzar las posibilidades de atraer a este país inversiones industriales de los países de la cuenca del Pacífico interesados en el mercado brasileño", comentó el economista Hugo Aquino.

El acuerdo también beneficiaría a Bolivia, que carece de una salida soberana al océano desde la guerra del Pacífico con Chile en la segunda mitad del siglo pasado y por cuyo territorio pasaría el corredor.

Según el acuerdo firmado en noviembre, Santiago entregó a Lima un muelle de atraque en Arica, ex puerto peruano anexado por las fuerzas armadas chilenas en la guerra de 1879. Además, reconoció el derecho peruano al libre tránsito hasta ese muelle.

La firma del acuerdo, pendiente desde 1929, desafió a los sectores civiles y militares antichilenos en Perú, opuestos a resolver el problema del muelle de Arica para mantener abierta la posibilidad de una recuperación del puerto "por la razón o la fuerza".

En la ciudad de Tacna, cuya población no olvida que entre 1879 y 1929 estuvo bajo ocupación chilena, Fujimori y el canciller Fernando de Trazegnies fueron calificados públicamente de "traidores" en desfiles callejeros convocados por las propias autoridades municipales.

Ningún presidente anterior a Fujimori se atrevió a desafiar a los nacionalistas opuestos a finiquitar el asunto pendiente con Chile, por temor a irritar a los supuestos "halcones" del ejército peruano, que, sin embargo, no se manifestaron en absoluto.

"El coraje de Fujimori para enfrentar este problema se equipara al del ecuatoriano Jamil Mahuad, quien al suscribir el acuerdo de paz (1998, tras la guerra de 1995) rubricó la renuncia de su país a sus irreales reivindicaciones territoriales hasta el río Amazonas", comentó el periodista Lino Montes.

"Fujimori y Mahuad fueron pragmáticos al hacer que sus países ingresen al nuevo milenio sin problemas limítrofes, aunque cabe preguntarse por la presunta inoportunidad de Fujimori de despertar un tema urticante en una etapa preelectoral, en la que pretende ser reelegido", añadió Montes.

"La decisión de apresurar la firma" del acuerdo con Chile "solo puede entenderse tomando en cuenta las sueños geopolíticos de Fujimori, en los que el sur peruano es el tramo final de un corredor territorial sudamericano hacia los grandes mercados de la cuenca del Pacífico", concluyó el periodista peruano.

El encuentro de Fujimori con Frei y el que sostendrá esta semana con Cardoso fueron antecedidos por el intercambio de misiones empresariales y delegaciones de expertos, y la suscripción de algunos acuerdos comerciales básicos.

Brasil y la Comunidad Andina de Naciones (a la que pertenece Perú) suscribieron en julio un acuerdo de preferencias arancelarias, como primer paso a la creación de una zona de libre comercio con el Mercosur o, por lo menos con el principal socio de ese bloque.

Una delegación de empresarios y expertos gubernamentales peruanos visitó en noviembre las ciudades de Rio Branco y Porto Velho, por donde pasará la proyectada carretera desde el sur peruano con los estados brasileños de Acre, Rondonia y Matto Groso, uno de cuyos ramales ingresará a Bolivia.

"Noventa y cinco por ciento del comercio (de Perú) con Brasil se realiza por vía marítima, principalmente por el canal de Panamá, 2,5 por ciento por vía fluvial, dos por ciento por tierra y 0,5 por ciento por vía aérea", comentó Ramón Morante, gerente de Comercio Exterior de la Sociedad Nacional de Industria.

El intercambio con Brasil asciende a unos 600 millones de dólares y se espera que en los próximos años supere los 1.000 millones, pues 98 por ciento de las exportaciones peruanas a Brasil goza desde agosto de preferencias arancelarias.

Pero el proyecto de Fujimori no se limita a construir carreteras para facilitar el ingreso, probablemente torrencial, de las mercaderías brasileñas a Perú y a estimular las ventas peruanas a su vecino, sino a atraer inversiones desde fuera de la región.

La competencia entre los puertos chilenos y peruanos constituye otra explicación de la prisa de Fujimori para resolver el problema pendiente con Chile antes de acelerar sus proyectos hacia Brasil.

"Se ha iniciado entre Chile y Perú una nueva competencia económica, una guerra para atraer hacia sus puertos la futura carga de los 25 millones de toneladas de soya que Brasil exporta a sus mercados asiáticos del Pacífico", expresó el ex canciller peruano y general retirado Edgardo Mercado Jarrín.

"En los proyectos chilenos y peruanos, Bolivia es una zona de paso, y Chile se lanzó a la competencia comprando el sistema ferroviario boliviano, que une La Paz con el puerto de Arica, cuyas instalaciones amplió", añadió Mercado Jarrín, presidente del Instituto Peruano de Estudios Geopolíticos y Estratégicos.

Pero como la vía férrea a Arica tiene pendientes muy altas y su sistema de cremallera le permite arrastrar no más de 10 vagones, Chile impulsa el tramo vial entre Oruro, Bolivia, e Iquique, en el norte de su territorio.

Además, Chile inició la construcción de un puerto para buques de 70.000 toneladas en Mejillones, que se unirá con Arica, recordó Mercado Jarrín.

"Con su muelle propio en Arica, Perú podrá aprovechar las facilidades de transporte ofrecidas desde ese puerto a Brasil y, al mismo tiempo, promover sus sistemas viales entre los puertos peruano de Ilo y Matarani y el estado brasileño de Acre, a su vez conectado al sistema férreo y las carreteras brasileñas", concluyó. (FIN/IPS/al/mj/if tr/99

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