Las dificultades coyunturales no implican que el avance del Mercosur deje de constituir la principal prioridad de este país en materia de política exterior, afirmó el canciller de Brasil, Luis Felipe Lampreia.
Lampreia señaló el viernes, en un almuerzo con corresponsales extranjeros en Rio de Janeiro, que, a pesar de algunos tropiezos en las negociaciones sobre el régimen automotor con Argentina, un acuerdo está muy próximo, "incluso porque ese es el interés de todas las partes".
Al referirse a la proyectada Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), el ministro observó que las razones y motivos que llevaron al fracaso de la reunión de la Organización Mundial del Comercio en Seattle son los mismos que impiden avances mayores en el proyecto de integración económica hemisférica.
La integración debe progresar cumpliendo etapas progresivas, y en ese sentido Lampreia se refirió a los acuerdos vigentes entre el Mercosur, Chile y Bolivia, que deben conducir a una pronta incorporación plena de esos países al bloque, a pesar de algunas políticas en parte divergentes.
Algo semejante ocurre con la Comunidad Andina de Naciones, con la que Brasil individualmente ha firmado acuerdos, avanzando en un proceso que debe conducir a acuerdos más amplios entre los dos bloques sudamericanos.
Por otra parte, Lampreia negó cualquier posibilidad de intervención de su país en los problemas internos de Colombia, pese a la preocupación con que analiza el conflicto en el país vecino.
El ministro también subrayó que no existe la menor preocupación en relación a Venezuela, donde un proceso democrático acaba de refrendar una nueva Constitución.
El canciller reafirmó el compromiso de Brasil con la normalización institucional alcanzada en Paraguay, recordando que el Mercosur tiene en sus tratados cláusulas democráticasi nsoslayables, pero afirmó que la situación está consolidada.
Lampreia también se refirió a las perspectivas de ampliación de los acuerdos entre el Mercosur y otros países, entre ellos México, a donde Brasil enviará una misión diplomática en febrero, y Sudáfrica, donde él mismo estará en breve.
Respecto de la OMC, el jefe de la diplomacia brasileña señaló que el fracaso de la conferencia de Seattle demuestra que la convocatoria había sido prematura.
La situación exige amplias y serias negociaciones antes de que se pueda convocar nuevamente una conferencia ministerial, para la que no ve perspectivas antes de 2001.
"Seattle mostró que no existen consensos, y que es necesario trabajar mucho para reducir las divergencias de Estados Unidos con la Unión Europea y con Japón, y entre los países en desarrollo y los desarrollados. Antes de avanzar en ese sentido, sería prematuro realizar nuevas reuniones", dijo el canciller. (FIN/IPS/rb/mj/ip if/99