El emisario de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luigi Einaudi inició una gira por Honduras y Nicaragua en busca de soluciones diplomáticas al conflicto limítrofe entre los dos países centroamericanos, que se agravó esta semana con una decisión de Managua.
El gobierno nicaragüense resolvió prohibir el paso y la pesca de barcos hondureños en sus aguas territoriales, en represalia por la decisión de Tegucigalpa de ratificar un tratado marítimo con Colombia.
Einaudi, nominado por el Consejo Permanente de la OEA para evaluar en el lugar el conflicto diplomático, hizo su primer escala este jueves en Nicaragua donde dialogó con el presidente Arnoldo Alemán para recoger su versión sobre el conflicto.
El tratado reconoce que la frontera marítima entre Honduras y Colombia comienza al norte del paralelo 15, de acuerdo a una serie de convenios y documentos históricos, que reconocen ese límite desde principios de siglo.
Nicaragua rechaza esos límites y en la reforma de la Constitución en los años 80, durante el gobierno sandinistas, estableció soberanía nicaragüense en el mar Caribe hasta el paralelo 17.
Este paralelo es el último que le permite mantener sus pretensiones de posesión del archipiélago de San Andrés y Providencia, que el acuerdo entre Honduras y Colombia se la otorga al país sudamericano.
Ante la ratificación del tratado entre Honduras y Colombia, que según Managua lo despoja de unos 130.000 kilómetros de mar, el gobierno de Alemán aplicó como represalia un arancel de 35 por ciento a los productos hondureños y colombianos.
El viernes, además, anunció su decisión de prohibir el paso y la pesca en alta mar en sus aguas territoriales a barcos con bandera hondureña y colombiana.
Mientras ejecuta estas acciones, Alemán manifestó a Einaudi su disposición a aceptar la intervención de la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, apoyar las iniciativas de la OEA y "todo lo que evite un derramamiento de sangre entre dos pueblos".
El emisario de la OEA, en sus primeras declaraciones formuladas este jueves en Managua, abogó porque ambos pueblos encuentren en el diálogo las soluciones posibles para que se mantenga la paz en América Central.
Tras su corta visita a Nicaragua, Einaudi llegó este viernes a Tegucigalpa, donde se entrevistó en privado con el presidente Carlos Flores y el canciller Roberto Flores Bermúdez.
El canciller hondureño declaró a la prensa que la resolución de Nicaragua de prohibir la pesca a barcos con bandera hondureña, es "un desatino diplomático que contrasta con el lenguaje de apertura al diálogo y anuencia a dirimir los problemas ante tribunales internacionales".
"Nosotros queremos reiterar que Honduras no teme ir ante un tribunal internacional a buscar soluciones a los problemas, a agotar el diálogo y respetar los acuerdos integracionistas que consolidan no sólo la paz en el área, sino que garantizan su despegue económico y de desarrollo humano", dijo el canciller.
El enviado de la OEA sostuvo que los problemas entre Honduras y Nicaragua son serios y abogó porque la solución dependa de la "voluntad de paz" de ambos pueblos.
Einaudi tuvo un destacado papel en el conflicto limítrofe entre Perú y Ecuador, por lo que su designación fue bien recibida por los gobiernos de Nicaragua y de Honduras. (FIN/IPS/tm/ag/ip/99