La designación de un enviado especial de la OEA para evaluar el conflicto de límites entre Honduras y Nicaragua y facilitar el diálogo debilita la tensión en América Central, afirmaron esta semana analistas hondureños.
El Consejo Permanente de la OEA (Organización de Estados Americanos) tomó una decisión "muy oportuna" al nombrar un representante especial para el conflicto estallado hace una semana, cuando Honduras ratificó un tratado de límites con Colombia que Nicaragua impugna, comentaron los analistas.
Para el experto en derecho internacional Jorge Ramón Hernández, la presencia del eviado de la OEA contribuirá a garantizar una salida diplomática a la crisis y ahuyentará el riesgo de guerra en la frontera entre Honduras y Nicaragua.
"Nosotros creemos que con ese mediador, que vendrá a analizar in situ la situación de ambos países, nos evitamos que se muevan tropas militares a la frontera por parte de uno u otro país, y se garantiza la estabilidad y la paz", dijo.
"El pueblo hondureño debe entender que la OEA ha tomado una medida de distensión para superar las divergencias entre Honduras y Nicaragua", señaló Hernández, ex representante de Honduras en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y ante los organismos financieros multilaterales.
La controversia de límites entre Honduras y Nicaragua, afirmó, deberá ventilarse ante la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Holanda, si Managua insiste en su demanda.
Mientras, la OEA debe comprometer a las partes a evitar la acumulación de tropas en la frontera y crear tal vez alguna zona de exclusión en el mar Caribe para separar las naves patrulleras de ambas naciones.
El enviado de la OEA, cuyas funciones aún no están claramente definidas, se concentrará exclusivamente en los asuntos que amenacen la paz, "sin inmiscuirse en temas de fondo", explicó el secretario general del foro interamericano, César Gaviria.
El diario El Colombiano, de Colombia, aseguró que el enviado especial será el ex presidente costarricense Oscar Arias, premio Nobel de la Paz por sus iniciativas de los años 80 para poner fin a las guerras en América Central, pero la información no fue confirmada en Tegucigalpa.
"Estamos de acuerdo con la decisión de la OEA, pero si su misión fracasa, pediremos la intervención de Naciones Unidas, algo que ya fue concertado con el secretario general Kofi Annan", dijo este miércoles por vía telefónica el canciller de Honduras, Roberto Flores, quien se encuentra en la ONU.
Flores informó haber presentado a Annan la argumentación jurídica de Honduras para señalar su frontera con Colombia y Nicaragua en el mar Caribe en el paralelo 15 (latitud norte).
Nicaragua, por su parte, identifica la frontera marítima en el paralelo 17 e indica que la decisión de Honduras de ratificar el tratado con Colombia perjudica su reclamación del archipiélago de San Andrés, comprendido en un área de 130.000 kilómetros cuadrados que perdería.
Honduras reconoció la soberanía de Colombia sobre San Andrés al ratificar el tratado. Nicaragua cedió ese archipiélago a Colombia en un tratado de 1928 que impugnó en 1980, arguyendo que carece de legitimidad pues su territorio estaba en aquella época ocupado por Estados Unidos.
"Nosotros estamos en nuestro legítimo y soberano derecho de definir nuestros límites marítimos y fronterizos", afirmó el canciller Flores, en respuesta a la demanda de Nicaragua.
El presidente nicaraguense Arnoldo Alemán aseguró esta semana que está dispuesto a agotar todas las intancias jurídicas internacionales para resolver el conflicto, "porque no queremos sacrificar el pueblo con una guerra".
Nicaragua afirmó el martes que tropas hondureñas efectuaron disparos en las cercanías de la frontera, pero el mando militar de este país desmintió la versión. (FIN/IPS/tm/ff/ip/99