/BOLETIN-INTEGRACION/ HONDURAS-NICARAGUA: Arden fronteras en América Central

La ratificación hondureña de un tratado de límites con Colombia encendió nuevas tensiones en las fronteras centroamericanas, ahora entre Honduras y Nicaragua, y amenaza con liquidar un frágil proceso de integración regional.

El presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán, advirtió que el tratado entre Colombia y Honduras cercena a su país un área en el mar Caribe de 130.000 kilómetros cuadrados que engloba el archipiélago de San Andrés, bajo control colombiano desde 1928.

Alemán anunció represalias comerciales contra Honduras. El miércoles impuso un arancel de 35 por ciento a todos los productos hondureños y aseguró que Nicaragua demandará a cualquier empresa o país que logre concesiones de exploración o explotación de los recursos marítimos en la zona en litigio.

Honduras reconoció, al ratificar el tratado, el paralelo 15 como su límite con Colombia. Esa demarcación otorga a Colombia un área de 100.000 kilómetros cuadrados y a Honduras 30.000 kilómetros cuadrados de aguas del Atlántico reclamadas por Nicaragua.

Nicaragua asegura que el límite entre Honduras y Colombia es el paralelo 17.

La reclamación de Nicaragua del archipiélago de San Andrés y áreas marítimas aledañas comenzó en 1980, durante el gobierno del izquierdista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Las autoridades de la época arguyeron que Nicaragua cedió ese espacio en 1928 cuando estaba ocupada por Estados Unidos.

Pero la reclamación ha sido sólo verbal. Nicaragua no denunció el acuerdo de 1928 ante tribunales internacionales competentes en asuntos de límites. Aún así, pretende que ninguno de sus vecinos reconozca la soberanía de Colombia sobre esa área.

Además de este episodio, hay un conflicto latente entre Nicaragua y Costa Rica a causa de los tratados de límites de este país con Colombia y Ecuador, que están a estudio del parlamento costarricense. Nicaragüenses y costarricenses ya estaban distanciados por un contencioso sobre el fronterizo río San Juan.

Tanto el tratado entre Honduras y Colombia como entre Colombia y Costa Rica, en el Atlántico, y Costa Rica-Ecuador, en el Pacífico, trazan el límite entre los dos países centroamericanos con Nicaragua.

"Esa línea no existe porque aún no se ha negociado la frontera marítima entre los países centroamericanos mismos", explicó a IPS Freddy Pacheco, profesor de la estatal Universidad Nacional de Costa Rica.

El gobierno de Honduras afirma que mantendrá una actitud prudente, no belicista, ante Nicaragua. Aunque el miércoles denunció que Alemán considera con su ministro de Defensa, José Antonio Alvarado, posibles acciones militares.

El presidente hondureño Carlos Flores aseguró el miércoles de noche a su par costarricense Miguel Angel Rodríguez, presidente de turno del proceso de integración de América Central, que su gobierno no se apartará de los pactos regionales ni tomará represalias contra Nicaragua.

"Continuaremos manteniendo el tratado de libre comercio a los productos de origen nicaragüense que ingresen o pasen por nuestro territorio", dijo Flores, quien solicitó a Rodríguez convocar a una cumbre regional para analizar el problema.

El conflicto probablemente no llegue a extremos de violencia, pero sin duda afectará el frágil proceso de integración centromericano.

Así lo hizo ver el secretario general del Sistema de Integración Centroamericana, el nicaragüense Ernesto Leal, desde la sede del organismo, en San Salvador.

"Es importante que nosotros veamos que la integración es un patrimonio común invalorable, que no podemos poner en peligro. Nos ha costado muchos años llegar hasta donde estamos hoy", señaló Leal.

Agregó que los organismos de integración están dedicados cien por ciento a evitar el agravamiento de la tensión entre Honduras y Nicaragua y la desestabilización de la región.

La Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca) señaló en noviembre que el Mercado Común Centroamericano no funciona como tal, porque prevalecen muchos obstáculos al libre intercambio de mercancías.

La Sieca observó que, para proteger su mercado y obtener mayores ingresos por la vía de impuestos, cada país organiza a su conveniencia la apertura comercial convenida con sus vecinos.

Por ejemplo, en varios países determinan requisitos y pagos aduaneros adicionales a los acordados regionalmente. En Honduras se ha establecido un precio diferente para cada formulario aduanero.

Costa Rica, Honduras y Nicaragua mantienen barreras arancelarias y todos los países aplican impuestos locales a los vehículos de transporte que no están contemplados en el acuerdo, y también se imponen trabas burocráticas.

La Sieca llamó la atención de los gobiernos sobre la necesidad de eliminar todas esas barreras para fortalecer el comercio regional, que ronda los 2.000 millones de dólares.

El conflicto entre Honduras y Nicaragua estalló cuando Alemán enfrenta en Nicaragua un fuerte cuestionamiento por el encarcelamiento del contralor Agustín Jarquín, quien ha denunciado el enriquecimiento del propio mandatario.

Las denuncias de corrupción determinaron a la comunidad de países donantes a posponer la entrega de recursos para proyectos en Nicaragua. (FIN/IPS/mso/ff/ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe