La seguridad, la diplomacia y las relaciones militares serán puntos fundamentales de las conversaciones que mantendrán ministros de Colombia y Venezuela en la frontera el día 18.
"Queremos refrescar la agenda para que las relaciones no sigan girando en torno a la paz y la guerra", comentó el viernes el ministro de Relaciones Exteriores venezolano, José Vicente Rangel, en diálogo con la prensa extranjera en Caracas.
Los cancilleres, ministros de Defensa y jefes de las destacamentos militares de frontera se reunirán en la localidad venezolana de Guasdalito, en la parte central de la frontera de más de 2.000 kilómetros.
"Refrescar la agenda" significaría incorporar nuevos temas a la relación bilateral, dijo Rangel. Sin embargo, dada la naturaleza de la reunión, admitió que lo principal será abordar en conjunto asuntos relacionados con la seguridad en la frontera.
Rangel ratificó el viernes que Venezuela tiene como prioridad respaldar el proceso de paz en Colombia. "Hemos asumido con responsabilidad" ese papel, dijo, aunque reconoció que ha habido discrepancias.
Esas discrepancias, expresadas a través de escaramuzas verbales en los últimos meses, han sido desactivadas por los gobiernos, y la reunión ministerial tendría por objeto avanzar en la concertación política binacional.
Venezuela ha planteado que podría conversar con la guerrilla colombiana para tratar de desactivar la violencia a través de la frontera, lo que llevó a Bogotá a pedir la no intervención en asuntos internos.
El canciller venezolano descartó este jueves que el gobierno busque interlocutores alternativos en Colombia.
"Realmente no somos neutrales, nuestro interlocutor es el gobierno colombiano", afirmó. Y dijo que si se considera a la guerrilla como un factor de ese conflicto es porque las propias autoridades colombianas dialogan con estos grupos.
Rangel aseguró que "es una política que ha dado resultados" y que éstos se reflejan en una frontera "prácticamente pacificada del lado venezolano" por la disminución de actividades guerrileras.
Venezuela ha planteado que el conflicto colombiano se refleja en secuestros, extorsiones y hechos delictivos protagonizados por guerrilleros, paramilitares o narcotraficantes que cruzan la línea limítrofe.
"No hay país en el mundo que se sienta más afectado por la violencia colombiana", dijo Rangel.
El ministro planteó que la cooperación de Venezuela para la paz también se demuestra por la decisión de ofrecer su territorio para el diálogo entre la sociedad civil colombiana y el insurgente Ejercito de Liberación Nacional.
Rangel confirmó que este fin de semana habrá otro encuentro en Caracas, y dijo haber recibido una nota de la cancillería colombiana en la cual "daban anuencia" para esta ronda de conversaciones, destinada a reactivar el diálogo de paz.
Rangel también comentó las declaraciones del jefe de la Oficina de Política Nacional contra las Drogas de la Presidencia estadounidense, Barry McCaffrey, según las cuales la situación colombiana "está fuera de control, es una pesadilla".
"No me gusta esa declaración", dijo el canciller venezolano. "Podría alimentar injerencias externas, y por eso hay que tener mucha prudencia", afirmó. (FIN/IPS/lc/mj/ip/99