La Unión de Países Exportadores de Banano (UPEB), que nuclea a productores de América Latina, intentará definir su rumbo en el escenario internacional en una reunión que se realizará en Panamá a fines de enero, informaron esta semana portavoces gubernamentales.
La UPEB debe desarrollar acciones en procura del libre acceso de la fruta latinoamericana al restringido mercado de la Unión Europea (UE), dijo a IPS la directora Nacional del Banano de Panamá, Diana Kieswetter.
La funcionaria reconoció que la UPEB, creada en Panamá en 1974, requiere un nuevo impulso y una participación más activa para cumplir los objetivos en defensa de las economías de los países exportadores de la fruta.
La UPEB está integrada por Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y Venezuela, que en 1998 exportaron, en conjunto, 282,2 millones de cajas de banano de 18,14 kilogramos.
Por su parte, Ecuador, que en 1998 exportó 214,3 millones de cajas de la fruta, actúa en ese organismo regional como observador.
Kieswetter recalcó que la calidad y la eficiencia en la producción son dos factores que se suman a las exigencias impuestas a los países exportadores, afectados por una sobreoferta de la fruta tropical.
El presidente de la Asociación Bananera Panameña (ABAP), Vitelio Ortega, dijo por su parte a IPS que "la UPEB necesita un nuevo liderazgo para afrontar los retos del mercado" y contribuir a la apertura de los mercados de Europa.
Ortega argumentó que la falta de políticas comunes en el ámbito de la UPEB se refleja en la crisis que afecta a Costa Rica tras la caída de los precios fijados por la compañía Standard Fruit (Dole) a la fruta de embarque.
Esa transnacional redujo de 5,40 a cinco dólares el precio de la caja pagada a los productores costarricense a partir de enero, y decidió no renovar los contratos mantenidos con dueños de fincas particulares, lo que provocará una caída de las ventas de ese país por el orden de 11 millones de cajas anuales.
En junio, Standard Fruit había disminuido en Costa Rica el precio de la caja pagada a los productores de 5,80 a 5,40 dólares, en un intento por maximizar sus ganancias y reducir costos.
Costa Rica fue uno de los países de la región que aumentó su producción, de 72,8 millones de cajas en 1993 a 111,6 millones de cajas en 1997, con lo que se inició un proceso que inundó los mercados con fruta latinoamericana.
Los precios de la caja de banano en el mercado internacional sufrieron en los últimos años fluctuaciones con una tendencia al descenso de los precios pagados a los productores y una reducción de la fuerza laboral.
En 1999, la caja se cotizó a un precio promedio máximo de 8,50 dólares y un precio mínimo de cuatro dólares en Estados Unidos, mientras que en Alemania, obtuvo un precio promedio máximo de 17,83 dólares y un precio mínimo de 11,64 dólares.
Sin embargo, en los meses de mayor demanda, la caja de banano panameño, de alta calidad, llegó a ser cotizada en 15 dólares en Estados Unidos y en 24 dólares en el mercado de Alemania.
Pese a ello, los productores sostienen que el régimen discriminatorio impuesto por la UE a la fruta latinoamericana y la reducción de precios pagados por las transnacionales han creado incertidumbre en el negocio.
Ortega adujo "serias reservas" ante el futuro de la actividad bananera, luego de que Standard Fruit cerró sus operaciones en Nicaragua y Venezuela, y disminuyó los precios pagados a los productores para privilegiar la producción en Camerún y Costa de Marfil, en Africa, por su cercanía con el mercado europeo.
De acuerdo con Kieswetter, Panamá mantiene una posición de exigir el libre acceso de la fruta a Europa y defiende el concepto de un trato comercial justo e igualitario.
Los representantes panameños ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) rechazaron la propuesta original de la UE de sustituir, a partir del 2006, los contingentes de importación de banano por un arancel único automático, que suprimiría las restricciones cuantitativas.
No obstante, el ministro panameño de Comercio e Industrias, Joaquín Jácome, expresó el lunes "optimismo" por la propuesta de un régimen arancelario global presentado por los países del Caribe para zanjar el litigio comercial con la UE.
Jácome afirmó que la propuesta modificada de los países del Caribe se acerca a la del bloque latinoamericano, en el sentido la cuota anual de banano caribeño no debe exceder las 2,7 millones de toneladas, con un arancel igual para todos los exportadores.
Panamá planteó en noviembre a la UE la creación de tramos arancelarios para las exportaciones de la fruta procedente de América Latina, lo que fue apoyado en primera instancia por los gobiernos de Alemania, Austria y Finlandia.
Sin embargo, la ABAP considera que es necesaria una política bananera común latinoamericana, que se debilitó en los últimos años cuando los países negociaron por separado con la UE el aumento de sus cuotas de exportación de fruta fresca.
Integrada por productores independientes que poseen 15 fincas en la división del Pacífico, la ABAP suministra alrededor de seis millones de los 33 millones de cajas exportadas anualmente por Panamá.
La producción bananera panameña es dominada por la transnacional United Brands, cuya divisionaria Chiquita enfrentó este mes una huelga provocada por la introducción de técnicas de cultivo y empaque que los trabajadores consideran como una labor ajena a las actividades definidas en los contratos de trabajo.
Al respecto, Kieswetter precisó que Panamá espera mejorar su panorama en el mercado internacional a través la Comisión Nacional del Banano, en la que el Estado, los productores independientes, las transnacionales y comercializadoras buscarán fórmulas para resolver conflictos. (FIN/IPS/dc/mj/if dv/99