Los trabajadores de América Latina y el Caribe ingresarán al nuevo milenio en un marco de incremento del desempleo y reducción de la seguridad social y los derechos sindicales, señalan informes de dos organismos internacionales-
El documento "Panorama Laboral 1999", presentado el miércoles por Víctor Tokman, director regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), indica que la tasa de desempleo en la región en los primeros tres trimestres del presente año fue de nueve por ciento.
"Es la más alta desde 1983, y significa que hay 18 millones de personas sin trabajo en las zonas urbanas de América Latina y el Caribe", aseguró.
La OIT sostiene que el crecimiento económico es indispensable para mejorar la situación laboral y considera que las perspectivas para el próximo año señalan una tendencia de recuperación, con un descenso del desempleo al 8,3 por ciento en base a un crecimiento económico regional del 3,7 por ciento.
"La recuperación ya está comenzando en varios países y tendrá sus mayores efectos durante la segunda mitad del año próximo", expresa el informe.
Pero advierte que como consecuencia del rezago entre el crecimiento del PBI y el del empleo, "habrá cierto retardo, de un año aproximadamente, para conseguir la disminución de las tasas de desempleo a sus niveles históricos".
El documento de la OIT coincide con uno de la Organización Regional Interamericana de Trabajadores (ORIT) en identificar la causa del aumento del desempleo en el impacto económico y social de la crisis financiera internacional y en las medidas adoptadas por los gobiernos de la región para enfrentarla.
"La recesión que caracteriza a la economía de la mayor parte de los países latinoamericanos y del Caribe agravó el desempleo en la región en 1999, que llegó a niveles similares a los producidos durante la crisis de la deuda externa en 1983", señala la OIT.
"En el presente año hay 4,5 millones más de personas sin empleo que lo registrado en 1998. Sin embargo, los desempleados pudieron haber sido más de no haberse producido una reducción de las tasas de participación como consecuencia del desaliento provocado por las medidas de ajuste", agrega.
Por su parte, la ORIT difundió este miércoles su informe anual sobre la situación de las organizaciones sindicales en Latinoamérica, que destaca el progresivo deterioro de los derechos fundamentales de los trabajadores de la región.
Las reformas a las leyes y los códigos de trabajo adoptadas en la mayoría de los países latinoamericanos para adaptarse a la globalización y enfrentar la crisis financiera internacional están en el origen de ese deterioro, indica.
Derechos como la libertad sindical, la negociación colectiva, y el acceso a la seguridad social se han visto deteriorados, destaca la ORIT.
En 1999, 15 sinbdicalistas latinoamericanos fueron asesinados, 20 fueron amenazados en su integridad personal y 11 fueron privados de su libertad.
"La mayor parte de los casos de violación del derecho a la vida vinculados a la actividad sindical corresponden a Colombia, pero no podemos dejar de alarmarnos porque esas prácticas están tomando fuerza en países como Ecuador y Guatemala", afirma el texto.
El informe de la OIT subraya a su vez la estrecha relación existente entre desocupación y pobreza.
"La tasa de desempleo promedio de la región a nivel de trabajadores de menores ingresos alcanzó 15,2 por ciento durante el presente año, 1,7 veces más alta que el promedio urbano, 2,3 veces superior a la de los ingresos medios y 4,2 veces mayor que la de los trabajadores pertenecientes a familias de más altos ingresos", indica.
Precisa que 59 por ciento de los desocupados urbanos en la región pertenecen a los hogares más pobres, al tiempo que la tasa de desempleo femenino en el medio urbano se elevó a 17,5 por ciento, el doble de la desocupación global en esa área.
Sin embargo, el documento destaca que «"esde la perspectiva de género, el desempleo aumento más entre los hombres, que pasó de 7,2 a 8,2 por ciento en los tres primeros trimestre, en tanto que en el mismo período el desempleo femenino creció de 9,5 a 10,2 por ciento".
Según los parámetros de la OIT, el desempeño laboral de un país se mide por la evolución de indicadores como la reducción del desempleo abierto, la mejora de la calidad del empleo (disminución de la informalidad), el aumento de los salarios reales, y el crecimiento del producto por persona ocupada.
Este año la OIT dejó desierta la clasificación de "alto desempeño laboral", categoría en la que el año pasado se encontraban Panamá y Uruguay.
Esos dos países bajaron a la categoría inmediata inferior, de "mediano desempeño", junto a Barbados, Chile, México y Trinidad y Tobago.
Las naciones cuyos indicadores de "desempeño laboral bajo", que han empeorado su situación fueron este año Argentina, Brasil, Colombia, Jamaica, Perú y Venezuela.
Bolivia, Ecuador, Costa Rica, Honduras y Paraguay no pudieron ser clasificados en ninguna categoría por falta de información.
En sólo cuatro países (Brasil, México, Panamá y Trinidad y Tobago) el desempleo no aumentó en relación con las tasas del año pasado.
En Argentina, Barbados, Chile, Colombia, Ecuador, Jamaica, Panamá, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela la desocupación alcanzó a los dos dígitos, con tasas que oscilan entre 10 y casi 20 por ciento.
El sector informal, cuyo aumento es considerado índice de deterioro laboral e incluye a los ocupados de menor nivel de ingreso y escasa protección social, creció 4,1 por ciento en los primeros nueve meses del presente año. (FIN/IPS/al/dg/if-pr-lb/99