FREETOWN – Ex combatientes siembran el terror entre la población de Sierra Leona, cuatro meses después de la firma de un acuerdo entre el gobierno y los rebeldes que puso fin a ocho años de conflicto.
Francis Okelo, representante especial del secretario general de la ONU, advirtió a las partes del acuerdo firmado en la capital de Togo en julio que deben impedir que sus ex combatientes cometan abusos contra civiles.
En una rueda de prensa en la capital de Sierra Leona, Freetown, Okelo denunció que en el distrito norteño de Port Loko se cometen "asesinatos, violaciones, secuestros e incendios casi a diario".
Ex rebeldes secuestraron dos semanas atrás a los ocupantes del vehículo de una organización humanitaria, entre ellos madres lactantes y niños desnutridos, los condujeron a la selva y allí los golpearon y violaron.
"La reiteración de violaciones en varias partes del país genera gran preocupación porque viola las leyes y, si esta tendencia no cambia, podría hacer fracasar el acuerdo", dijo el representante especial.
Okelo, quien también encabeza la Misión de las Naciones Unidas en Sierra Leona (Unamsil), insistió en que más de 2.000 niños y cientos de adultos no combatientes secuestrados por fuerzas rebeldes deben ser liberados de inmediato.
Otra violación constatada fue el asesinato hace dos semanas del jefe tradicional Pa Hassan Kamara en el distrito de Kambia, sobre la frontera con Guinea, por parte del insurgente Frente Revolucionario Unido.
Kamara fue asesinado porque se negó a entregar a los rebeldes 200 dólares que éstos le exigían. —-