Los niños y las niñas son los más perjudicados por la crisis económica que atraviesa la población de Rusia, señaló Unicef en su informe "Estado Mundial de la Infancia".
"El Estado no debe ignorar los derechos de los niños, una minoría en el imperialismo de los adultos", dijo Boris Altshuler, director de la organización no gubernamental moscovita Los Derechos del Niño, con respecto del informe divulgado el lunes.
El gobierno "no debe ignorar la fórmula acuñada por el escritor (Fedor) Dostoyevsky: 'Los intereses universales no valen lo que una lágrima de un niño'. (La situación) es muy grave", dijo.
El mundo ingresará al nuevo milenio con muchas promesas incumplidas con respecto de la infancia. Niños y niñas siguen siendo muertos, heridos y expuestos a la violación de sus derechos, según Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).
Sin embargo, se podrían hacer cambios importantes en una sola generación si se respetan los derechos de los niños, declaró Carol Bellamy, directora ejecutiva de Unicef.
Unicef recomienda desde hace años que Rusia gaste más en el sector social para proteger a sus 37 millones de niños y niñas de las consecuencias de la crisis económica.
El otrora avanzado sistema educativo ruso sufrió tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, y el porcentaje de abandono escolar aumentó.
Unos 200.000 niños y niñas viven en instituciones del Estado. Más de 600.000 no reciben "atención parental", según las autoridades, aunque 95 por ciento de ellos tienen uno de sus progenitores con vida.
Los niños abandonan la escuela, se refugian en las calles y recurren a la delincuencia y las drogas.
Miles de niños abandonan el hogar, por lo general para huir de padres alcohólicos que no se preocupan en buscarlos después. Muchos no tienen otra opción que sufrir los abusos en los orfanatos estatales, escasos de fondos.
Allí están expuestos a castigos que lindan con la tortura y al acoso de niños mayores que ellos, lo cual los priva de sus derechos humanos básicos, según la organización estadounidense Human Rights Watch (HRW).
Muchos infantes huérfanos clasificados como gravemente discapacitados son segregados en los 260 orfanatos del país, donde son atendidos y alimentados pero carecen de afecto y de atención médica.
"Los huérfanos son indefensos. Es un problema universal, no sólo de Rusia", aseguró a IPS Anatoly Severny, presidente de la Asociación Independiente de Psiquiatras y Psicólogos Rusos.
Pero en algunos orfanatos, la vida de los niños es una odisea, reconoció. Son los de aquellos diagnosticados a los cuatro años como retardados y oligofrénicos, considerados incapaces de aprender y depositados de por vida en instituciones conocidas como "internados psiconeurológicos" u "orfanatos especiales".
Las condiciones de vida en los "orfanatos especiales" son desesperantes debido a la falta de fondos.
"Casi 75 por ciento de los diagnósticos son erróneos, pero una vez que se dictan, es casi imposible apelar la decisión de las autoridades", denunció Severny.
Incluso niños con discapacidades físicas o mentales menores pueden ser internados de por vida y forzados a integrar una "subclase permanente" de personas, sin alimentos ni atención médica suficientes, y sin esperanza alguna de recibir educación.
Algunos son condenados a vivir de por vida en una cama y no se les enseña a caminar ni a leer, según el informe. Muchos de ellos mueren jóvenes.
En ocasiones, los huérfanos son atados a muebles y dejados semidesnudos en sus propias heces. En este tipo de internados, los niños reciben fuertes sedantes sin necesidad de órden médica.
En 1989, el mundo reconoció los derechos básicos de la infancia en la Convención de los Derechos del Niño. En octubre de este año, la organización de derechos humanos Amnistía Internacional denunció su inquietud por la situación de la infancia en Rusia e instó al gobierno a respetar la Convención.
Ninguna de las recomendaciones de los activistas se aplicaron, sobre todo con respecto de los 70.000 niños y niñas internados y aislados en los "orfanatos especiales", similares a prisiones, según Altshuler.
Los activistas pretenden que el gobierno reforme sus políticas hacia los niños abandonados, incluso de aquellos con discapacidades. Los ministerios pertinentes son los de Salud, Educación y Trabajo.
En septiembre, el gobierno prometió instaurar el cargo de Comisario Federal para los Derechos de la Infancia. Pero es poco probable que se instituya el mismo a la brevedad con las rencillas políticas internas y la guerra actual contra la rebelde república de Chechenia.
"Unicef procura ayudar a los niños y niñas de los orfanatos mencionados en el informe" divulgado este lunes, aseguró a IPS Vera Gavrilova, coordinadora de la oficina de la agencia en Moscú.
Los orfanatos tienen cada vez menos dinero para atender a los niños, y en algunas regiones del país, las autoridades, en cooperación con Unicef, lanzaron programas para enviar a los niños a familias adoptivas. (FIN/IPS/tra-en/sb/ak/aq/hd-pr/99
