/BOLETIN-DD HH/ GOLFO: Economía dirige debate sobre derechos de la mujer

Varios estados árabes del Golfo, afectados por la desaceleración económica, dan lentos pero significativos pasos para alentar a las mujeres a contribuir a mantener el nivel de vida que disfrutaron durante los años del auge petrolero.

Las autoridades de Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait y Omán adoptaron en los últimos tiempos diversas medidas tendentes a promover, en mayor o menor grado, la participación de la mujer en las respectivas economías nacionales.

Sin embargo, esos esfuerzos también provocaron una reacción de la jerarquía conservadora. Por ejemplo, el parlamento de Kuwait rechazó el 23 de noviembre un decreto real que concedía a las mujeres el derecho de votar y ocupar cargos públicos.

"Esto es una tragedia, por primera vez el parlamento vota para limitar la democracia", lamentó Rula Dashti, una activista femenina que habló con la prensa después del sufragio.

No obstante, ese revés parece ser temporal, porque muchos legisladores que votaron en contra del decreto dijeron que la medida debió haberse originado en la asamblea y no en el ejecutivo.

Los parlamentarios kuwaitíes deben votar esta semana acerca de una legislación que es idéntica al edicto firmado en mayo por el emir Jaber al-Ahmed al-Sabah.

Señales de cambio se han producido también en Arabia Saudita, considerada una de las más conservadoras monarquías del Golfo, donde el gobierno anunció que iba a otorgar a las mujeres de sus propias cédulas de identidad.

"Las mujeres en Arabia Saudita, igual que los hombres, gozan de derechos en todas las áreas y tienen derecho a llevar sus propias cédulas de identidad y usufructuar de sus legítimas prerrogativas", expreso el viceministro del Interior, príncipe Ahmed.

Agregó que los documentos serán otorgados en cuanto su preparación quede completada. Las mujeres saudíes están actualmente registradas en el documento de un familiar varón, generalmente el marido o padre, si bien no tienen dificultades para obtener pasaportes y viajar al exterior.

Entre los estados árabes del Golfo, solamente Qatar permitió votar a las mujeres, en una elección municipal realizada en marzo pasado. La competencia de 221 hombres y seis mujeres para ocupar los 29 escaños del Consejo Municipal Central fue un hecho emblemático observado atentamente por los estados vecinos.

No ganó ninguna mujer, pero la auténtica novedad fue que obtuvieron 44 por ciento de sufragios de los 21.992 electores empadronados. El sultán Qaboos, de Omán, abogó por un mayor papel de las mujeres en sectores públicos y privados.

En las elecciones de octubre de 1997, el gobierno seleccionó dos mujeres para ocupar cargos en el Consejo Consultivo. En diciembre de 1997 el Sultán nombró a cuatro mujeres para integrar el Consejo de Estado de 41 miembros. Hombres y mujeres pueden votar y ocupar cargos, pero el gobierno opta por el elegido.

El fracaso del experimento de Bahrain en política legislativa, ocurrido en 1975, privó del voto a hombres y mujeres. No hay mujeres en el Consejo Consultivo nombrado por el emir ni en niveles ministeriales del ejecutivo.

La mayoría de las mujeres que eligen trabajar en el gobierno lo hacen en una capacidad de apoyo, y sólo unas pocas han obtenido posiciones de relieve en sus respectivos ministerios o agencias.

El Consejo Federal Nacional de los Emiratos Arabes Unidos (EAU), equivalente a los organismos consultivos de Omán y Bahrain, tampoco tiene mujeres entre sus miembros.

Sin embargo, el año pasado, el gobierno anunció su intención de designar a una cierta cantidad de mujeres como observadoras especiales en el organismo de 41 miembros. Esas observadoras deben aprender los procedimientos del Consejo Federal Nacional y algunas, posteriormente, podrán ser designadas como miembros.

Las mujeres de los EAU ya trabajan en el ejército, y cientos de ellas están empleadas en la educación, salud y otros departamentos gubernamentales. Alrededor de 5.000 mujeres están alistadas en el ejército desde que ocurrió la invasión iraquí a Kuwait en agosto de 1993, y miles se incorporaron a la policía.

Otra señal de cambio fue que mujeres empresarias de los seis estados árabes del Golfo se reunieron con sus iguales árabes en Líbano en octubre para lanzar el Consejo de Mujeres de Negocios Arabes, en el que se espera esbozar nuevas estrategias para ayudar a que las mujeres afronten los desafíos del nuevo milenio.

La cambiante percepción sobre el papel de las mujeres se manifiesta de diferentes maneras.

Las mujeres saudíes no tienen permiso para conducir pero pueden actuar con otras mujeres a través de Internet, la red telemática mundial, tras una reciente decisión gubernamental que estableció proveedores locales del servicio.

Anteriormente, alrededor de 40.000 suscriptores saudíes discaban llamadas a larga distancia en Estados Unidos, Bahrain o Chipre para conectarse a Internet. Los destinos que eligen en el ciberespacio, no obstante, aún están regulados por el gobierno, cuyos servidores de alta velocidad bloquean el acceso a miles de espacios que figuran en una creciente lista negra.

Por primera vez, el gobierno saudí permitió a unas 20 mujeres asistir a sesiones del Consejo Consultivo que asesora a la monarquía.

"La sociedad y el consejo de la Shura deben beneficiarse de las calificaciones y experiencias de las mujeres", dijo Mohammad bin Jubair, titular del consejo consultivo saudita, al diario árabe Al-Hayat.

Líderes clericales protestaron vehementemente a principios de año cuando el príncipe heredero Abdullah declaró que las mujeres eran una parte básica de la sociedad cuyo "papel activo nadie, no importa quién sea, podrá obstaculizar o marginar".

Los liberales dijeron que la decisión de otorgar cédulas de identidad a las mujeres no quiere decir mucho, pero es un paso importante en la dirección correcta. "Llevará, quién sabe, a que más mujeres conduzcan", expresó Khalil Mena, editor de Arab News.

Sin embargo, muchos analistas opinan que la decisión del gobierno saudí tiende a alentar a las mujeres a manejar la alicaída economía del país. Con el reino que afronta severo desempleo y amplios déficits presupuestarios, el gobierno tratando de impulsar reformas de largo alcance.

Las mujeres saudíes tienen una instrucción más alta que los hombres, pero sólo cinco por ciento trabaja. Actualmente, poseen cinco por ciento de las empresas registradas, y para el 2000 se espera que constituyan siete por ciento de la fuerza de trabajo en el sector público.

Un alto funcionario de las Naciones Unidas urgió este mes a los países árabes a implementar los derechos de las mujeres para detener el aumento demográfico en sus países.

Atef Khalifa, director del equipo de apoyo para las naciones árabes del Fondo de las Naciones Unidas para la Población, declaró que las mujeres eran la clave de la vida familiar y necesitaban igualdad de derechos y educación para poder jugar correctamente su papel en la sociedad.

Académicos occidentales culpan a los prejuicios tradicionales por la pobre condición de las mujeres en el Golfo.

Los gobiernos occidentales, generalmente muy expresivos en materia de pluralismo y procesos participatorios en otras partes del mundo, callan sobre la necesidad de reformas en el Golfo y prefieren actuar entre bambalinas.

Los críticos de esa política apuntaron que los gobiernos occidentales están más interesados en mantener abierta la principal ruta mundial de abastecimiento petrolero.

Mientras muchas mujeres del Golfo admiten que la incorrecta aplicación de las enseñanzas islámicas es responsable de su situación, también señalan que las mujeres árabes hicieron grandes progresos en Iraq y Libia, los dos países musulmanes más demonizados por Occidente.

Algunos grupos de mujeres son contrarios a ese tipo de desarrollo femenino y arguyen que los programas están limitados a lecciones o cursos para realizar tareas dentro del hogar.

"Si bien esas actividades pueden mejorar la situación de las mujeres a corto plazo, no les permiten participar efectivamente en el proceso de desarrollo", declaró Anna Khalifa, una importante activista de los derechos femeninos en los EAU.

"Serán necesarios cursos sobre planificación, administración, mercadeo y comunicaciones para ayudar a las mujeres a que adopten sus propias decisiones y traigan un cambio positivo", dijo.

Con las clases gobernantes que gradualmente desafían a los tradicionalistas sobre derechos de las mujeres, el debate está destinado a robustecerse. Y las discusiones estarán enmarcadas por temas aparentemente tan dispares como la igualdad de género y el producto interno bruto. (FIN/IPS/tra-en/su/an/ego-mlm/hd-dv/99

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