Unos 1,5 billones de dólares circulan diariamente en el mercado mundial, mientras más de 1.200 millones de personas, incluyendo a 600 millones de niños, viven en la pobreza con menos de un dólar por día, señaló Unicef.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) señaló esa paradoja en su informe "Estado Mundial de la Infancia 2000", divulgado esta semana.
La agencia destacó la creciente desigualdad entre ricos y pobres en el mundo. En 1960 la relación de los ingresos del quinto de integrantes más ricos de la población mundial y el quinto de los más pobres era 30 a uno, y en 1977 fue 74 a uno.
El promedio del ingreso por persona en 40 países ha crecido más de tres por ciento cada año desde 1990, pero en otras 55 naciones sufrió una declinación en el mismo período, y más de 80 países tienen hoy ingresos por persona inferiores a los registrados hace una década, indicó el UNICEF.
"El mundo tiene los recursos y la experiencia para saber qué sirve para los niños. Llegó el momento de transformar las palabras en hechos", declaró el lunes al presentar el documento Carol Bellamy, directora ejecutiva del Unicef.
"Si lo hacemos, podremos lograr cambios significativos curso de una generación", predijo.
En el informe del Unicef se expresó que los niños y las mujeres son los primeros en sufrir cuando las crisis golpean a países aparentemente prósperos y revelan el verdadero nivel de pobreza que los afecta.
La crisis financiera que comenzó a mediados de 1997 en Asia pareció amainar este año, pero la crisis humana continuó, afirmó la agencia.
Doce por ciento de las poblaciones de Corea del Sur y Tailandia cayeron en la pobreza y, una vez más, las mujeres y los niños sufrieron el peor impacto, se apuntó en el informe.
En un año, a partir de abril de 1997, el empleo en Corea del Sur declinó siete por ciento entre las mujeres, y sólo 3,8 por ciento entre los hombres.
La deserción de estudiantes de la enseñanza superior en Corea del Sur llegó a 36 por ciento. En Tailandia, 130.000 alumnos dejaron la escuela.
En Indonesia, cerca de 20 por ciento de las niñas y de 14 por ciento de los niños de áreas pobres de Jakarta dejaron los estudios en el primer año de secundaria durante 1998, porque sus padres no podían pagar las cuotas escolares.
"El creciente número de niños iletrados amenaza con crear una generación perdida, asegurando que las consecuencias de la crisis actual perduren por generaciones", indicó el Unicef.
La agencia destacó que la crisis económica en la ex Unión Soviética y Europa Oriental ha hecho que 120 millones de personas, 30 por ciento de los habitantes de la región, cayeran en la pobreza desde 1990.
También allí los niños figuraron en primer lugar entre las víctimas. En la Federación Rusa, 50 por ciento de las familias con tres o más hijos y 72 por ciento de las que tienen cuatro o más hijos se empobrecieron, informó el Unicef.
Incluso en países con importante crecimiento económico, la pobreza paralizó el progreso, como ocurrió en zonas de América Latina donde el 20 por ciento más pobre de la población pasó a percibir menos de tres por ciento del ingreso nacional, añadió.
Por el contrario, países como Costa Rica, Cuba, Sri Lanka y Vietnam probaron que es posible aplicar medidas eficaces para crear una plataforma sólida de servicios sociales, pese a los avatares políticos, con mejores niveles de salud y alfabetización que los registrados en países más ricos.
En otras naciones, sin embargo, "profundos bolsones de pobreza se encuentran enmascarados en los promedios de las estadísticas nacionales", señaló el Unicef.
En la ciudad de Nueva York, por ejemplo, el porcentaje de niños nacidos en la pobreza aumentó de 44 a 52 por ciento entre 1990 y 1996, y la cantidad de niños sin hogar creció 21 por ciento durante el mismo período.
En el estudio se expresó que la cantidad de personas que viven en la pobreza ha seguido en aumento mientras la globalización, "uno de los fenómenos económicos más poderosos del siglo XX, continúa su rumbo intrínsecamente asimétrico".
La globalización extendió los mercados por encima de las fronteras nacionales e incrementó los ingresos de unos pocos, mientras estrangulaba las vidas de aquellos que carecen de recursos para invertir o de la capacidad de beneficiarse de la cultura global, se enfatizó en el informe.
"La mayoría de los perjudicados fueron mujeres y niños que ya eran pobres y son mucho más pobres ahora", ampliando el abismo que separa a las naciones y personas ricas de las pobres, subrayó el Unicef. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/ego/mp/dv hd/99)
