ASIA ORIENTAL: China no acepta intervención en disputa por islas

La República Popular de China, una de las seis naciones que reclaman soberanía sobre las islas Spratly, en el Mar Meridional de China, advirtió en la ONU que ningún país ajeno a la región debe intervenir en la disputa.

Las islas Spratly, presuntamente ricas en gas y petróleo, han sido reclamadas en parte o en su totalidad por Brunei, China, Filipinas, Malasia, Taiwan y Vietnam.

El embajador de China ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Gao Feng, afirmó el lunes en la Asamblea General de la ONU) que la soberanía de Beijing sobre las islas se basa en "hechos históricos reconocidos por los países vecinos".

Gao sostuvo que China trata de solucionar la disputa por medios pacíficos y se opone a la intervención de países externos a la región.

Quienes no estén involucrados de forma directa en la disputa deberían evitar acciones que sólo servirían para complicar las cosas, advirtió el embajador, en lo que pareció una referencia a la posibilidad de que la propia ONU intervenga.

El archipiélago Spratly se compone de 21 islas y atolones, 50 bancos sumergidos y 28 rocas y arrecifes parcialmente sumergidos, todo en una extensión de unos 880.600 kilómetros cuadrados.

China asegura que 400 de sus especialistas investigaron durante diez años para "probar históricamente" que el país "descubrió" las Spratly y fue responsable de su desarrollo.

La principal disputa de soberanía sobre las islas que mantiene China es la que enfrenta a ese país con Vietnam. Las fuerzas navales de ambas naciones lucharon por esa causa en 1988, y la consecuencia fue que murieron 70 soldados.

Pham Truong Giang, embajador de Vietnam, indicó ante la Asamblea General de la ONU que Beijing ya prohibió la pesca en el Mar Meridional de China cerca de las islas Spratly y las de Paracelso.

Vietnam tiene muchos argumentos legales e históricos para reclamar las islas, y además, como país costero, tiene plenos derechos de soberanía sobre su plataforma continental, afirmó.

El embajador vietnamita añadió que cualquier acto contrario al reconocimiento de la soberanía de su país sobre las Spratly "sería una violación de sus derechos soberanos sobre esas áreas", que la situación actual debe mantenerse y que todas las partes interesadas deben evitar acciones que puedan agravar las cosas.

La Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN), entre cuyos miembros están Brunei, Filipinas, Malasia y Vietnam, aprobó el mes pasado el borrador de un código de conducta que recomienda a los demandantes de las islas Spratly que eviten adoptar "acciones que marquen su presencia" en el Mar Meridional de China.

El código fue propuesto por Filipinas, que pidió el apoyo de la ASEAN para evitar "el expansionismo de China en las islas Spratly".

En 1995 las fuerzas armadas de Filipinas arrestaron a pescadores chinos y retiraron marcas de navegación colocadas por China en las islas en disputa.

Algunos analistas han señalado que si China logra que se acepte su reclamo sobre las Spratly, podría extender su soberanía a una distancia de 1.000 millas náuticas de su costa continental.

El embajador de Filipinas ante la ONU, Felipe Mabilangan, dijo en la Asamblea General que su país, en calidad de "demandante", seguirá subrayando la importancia de resolver la disputa para recuperar la paz y la estabilidad en la región.

Mabilangan apuntó que su país insistía en que la disputa se solucionara en forma pacífica, de acuerdo con los principios del derecho internacional, y recomendó que todas las naciones sigan actuando con prudencia en el Mar Meridional de China.

El embajador filipino se quejó por el aumento de los barcos extranjeros que se dedican a la pesca furtiva e ilegal en el Mar Meridional de China, poniendo en peligro la sustentabilidad de los recursos marinos y del sector pesquero de su país.

Los pescadores artesanales filipinos y sus comunidades se ven gravemente afectados por la pesca ilegal, y muchos corren peligro de que su calidad de vida empeore, explicó Mabilangan.

El embajador de Malasia ante la ONU, Hasmy Agam, declaró que su país insiste en su oposición al uso de la fuerza para solucionar las disputas en el Mar Meridional de China.

Cualquier acción que se adopte en esa región debería respetar la declaración de la ASEAN, el derecho internacional y la Convención de la Ley del Mar, señaló.

El emajador malasio explicó que su país se sentía muy alentado por el hecho de que las naciones demandantes hubieran aceptado las negociaciones y el diálogo. Agam pidió que todos adhirieran a esos principios y evitaran poner en peligro la paz y la estabilidad.

Los países que no tienen intereses en la disputa no deberían intervenir, y las negociaciones deberían basarse en el código de conducta original de la ASEAN respecto del Mar Meridional de China, alegó Agam.

Un diplomático asiático declaró a IPS que la disputa podría presentarse ante el Tribunal Internacional de la Ley del Mar, con sede en la ciudad septentrional alemana de Hamburgo, que fue creado por la Convención sobre la Ley del Mar de la ONU.

El presidente del Tribunal, Chandrasekhara Rao, declaró la semana pasada en la Asamblea General que el organismo es una corte de justicia internacional, designada por la Convención de la ONU para cumplir un papel central en la resolución de disputas sobre legislación marítima.

El Tribunal se ha pronunciado sobre dos casos desde que fue establecido, en octubre de 1996.

Esos casos se vinculaban con la libertad de navegación, las actividades comerciales en las zonas de exclusión económica, la aplicación de leyes arancelarias, el derecho a perseguir delincuentes, y la conservación y manejo de un gran cardumen de peces migratorios. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/ceb/mp/ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe