La última película del director turco Ferzan Ozpetek, "Harem Suare" (El ultimo harén), busca repetir el éxito de su primera obra, "Hamam, el baño turco", que fuera aclamada por la crítica en 1997.
Este hermoso relato sobre la vida de una joven que vive en el harén del sultán hacia el final del Imperio Otomano (1326-1918) puede disgustar a unos cuantos, pero es un homenaje al valor de esas mujeres que se encontraron de pronto en la frontera entre dos mundos, el del pasado feudal y el de un futuro desconocido.
Ozpetek explicó el motivo de su elección en el estreno de la película, en Londres. "Mientras filmaba 'Hamam', me puse a pensar sobre los harenes, sobre todo en el momento en que se cerraron. Finalmente, mi productor me convenció de que era una idea que valía la pena desarrollar", comentó.
El filme comienza con una mujer anciana que conoce a una joven italiana en una estación de trenes de Turquía, y termina contándole la historia de su vida.
Mientras la anciana le relata su vida a la joven italiana, un narrador cuenta una historia dentro del harén al grupo de mujeres que viven allí.
Poco después nos percatamos de que la historia del narrador representa el futuro de las jóvenes del harén que conforman su audiencia, y coincide con la que cuenta la anciana sobre su pasado.
"Había una mujer amiga de la familia que venía muy seguido a casa en Estambul, donde yo crecí, y nos contaba las historias más increíbles. Muchos años más tarde nos dimos cuenta de que se trataba de hechos reales de su vida. Había vivido en un harén", relató Ozpetek.
"Pero también aprendimos que la manera de contar la historia era tan importante como el relato mismo. En realidad, en cierto sentido, era incluso más importante", observó.
En "Harem Suare", la anciana turca, cuando era joven, captó la atención de un eunuco africano que la ayuda a atraer el interés del sultán. Pero mientras la fortuna de la mujer crece, también aumentan los peligros que la rodean.
Sin embargo, el director no se detiene en las intrigas y trampas que eran parte de la vida diaria en el harén, y recalca en cambio la seguridad financiera y la companía que ofrecía el lugar a las mujeres que vivían allí.
"Quería que esta película fuera lo más precisa posible, sobre todo porque las percepciones de Occidente suelen ser incorrectas. Pero me di cuenta de que es una tarea muy difícil. Leí muchos libros y resultó que sabía menos que al comienzo. Y muchos parecían contradecirse", relató Ozpetek.
Pero finalmente, encontró una solución. "Al final tiré todos los libros y seguí mis propias intuiciones, deseando que fueran lo más fieles que fuera posible", explicó.
El término "harén" significa santuario o lugar sagrado. En la época de los otomanos era el santuario de las esposas, las concubinas y los niños del sultán, e incluso de los futuros príncipes.
Se consideraba un lugar de honor, al cual no tenía acceso casi nadie del exterior.
Las mujeres de mayor antigüedad en el harén tenían un poder considerable, junto con la madre del sultán, considerada la segunda persona más poderosa del imperio. Entre sus deberes estaba el de garantizar la continuación de su línea dinástica, lo cual significaba elegir a su sucesora.
La madre del sultán era tratada con respeto incluso después de la muerte de su hijo. La favorita del sultán también tenía poder. Una de las mujeres más famosas del harén fue Hurrem, la favorita de Suleimán durante la mayor parte de su reinado, de 1521 a 1558.
El amor de Suleimán por su favorita era tan grande que permitió que las demás mujeres de su harén se casaran, y él tomó a Hurrem como única esposa. Esa actitud sorprendió a muchos de sus consejeros, pero nadie logró disuadirlo.
El Imperio Otomano había colapsado hacia 1918. El sultanato quedó abolido en la década del 20, y los harenes fueron cerrados.
Los funcionarios informaron a las mujeres del harén que eran libres y podían volver a sus hogares. Algunas lo hicieron, pero la mayoría se dio cuenta de que no estaban preparadas para regresar al mundo. (FIN/IPS/tra-en/ba/ak/ceb/aq/cr/99