Un documental estadounidense sobre la no violencia, método esgrimido este siglo con éxito contra ejércitos ocupantes y gobiernos racistas, se estrenó en momentos en el que varias regiones sufren el estigma de violentos conflictos que parecen interminables.
"Una fuerza más poderosa: un siglo de conflicto sin violencia" narra la revolución pacífica de Mahatma Gandhi contra los británicos en India, de los negros de Nashville contra el racismo en Estados Unidos y de los de Sudáfrica contra el apartheid.
Gandhi organizó la primera acción no violenta por los derechos de los indios de Sudáfrica en 1905, y luego se convirtió en líder del movimiento independentista en India, su país. Creó una estrategia de compromiso político que trascendió todas las barreras lingüísticas y étnicas.
Esa estrategia fue exitosa en manos del movimiento por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos, la resistencia contra el apartheid (régimen de segregación racial en beneficio de la minoría blanca) en Sudáfrica, el sindicato Solidarnosk en Polonia y contra la dictadura de Birmania.
"Una fuerza más poderosa…" fue patrocinada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia, y la Cultura (Unesco) y las organizaciones de derechos Human Rights Watch y Amnistía Internacional, en colaboración con la Asia Society.
El estreno de gala, celebrado en Nueva York la semana pasada, contó con la presencia de varios héroes de luchas pacíficas. La película se estrenó al mismo tiempo en Los Angeles y estará en las carteleras de Chicago y de Washington a partir del 17 de diciembre.
Unesco apoyó el documental en el marco del Año Internacional por una Cultura de la Paz, y de la Década Internacional por una Cultura de la Paz y la No Violencia para los Niños del Mundo (2001- 2010).
El documental está narrado por el actor Ben Kingsley, que ganó el premio Oscar de Hollywood por su interpretación de Gandhi en una película sobre la vida del padre de la resistencia no violenta estrenada en 1982.
El documental, producido y dirigido por Steve York y Peter Ackerman, empieza con la histórica marcha de protesta contra el impuesto a la sal y la campaña de desobediencia civil que lideró Gandhi. "Gran Bretaña perdió Estados Unidos por el té, al igual que perdió a India por la sal", según el documental.
El documental incluye imágenes de archivo, entrevistas a los protagonistas y testigos de esos hechos históricos, además de comentarios de especialistas.
Entre los entrevistados figuran Diane Nash, la estudiante cuyas declaraciones obligaron al entonces gobernador de Tennessee, Buford Ellington, a admitir que la segregación racial era negativa, a Narayan Desai, hijo del secretario de Gandhi, y al arzobispo anglicano de Johanesburgo, Desmond Tutu.
El reverendo James Lawson (hijo), uno de los principales arquitectos del Movimiento por los Derechos Civiles de Estados Unidos y seguidor de Martin Luther King (hijo), es uno de los protagonistas del episodio del documental referido a Nashville.
Lawson estuvo 14 meses preso por negarse a participar en la guerra de Corea. En 1953 obtuvo la libertad condicional y viajó a Nagpur, India, en carácter de misionero. Allí estudió la técnica de la no violencia de Gandhi.
Al regresar a Estados Unidos, Lawson realizó talleres sobre resistencia no violenta, y organizó la sentada de los estudiantes de Nashville para abolir la legislación racista de la ciudad y el estado de Tennessee.
La película muestra cómo los estudiantes aprendieron en los talleres de Lawson a autocontrolarse y no reaccionar a la violencia con violencia, incluso ante insultos, golpes y arrestos.
Martin Luther King (hijo) se refirió a la acción de Nashville como "modelo del movimiento hasta hoy", y sostuvo que Lawson es "el teórico de la no violencia más importante del mundo".
El tercer y último capítulo del documental muestra las acciones que lideró Mkhuseli Jack, que creció en Eastern Cape, en la zona agrícola de Sudáfrica.
Jack no había escuchado hablar de Nelson Mandela ni de su Congreso Nacional Africano hasta que tuvo 17 años y se mudó a la ciudad industrial de Port Elizabeth.
Se dio cuenta entonces de que las leyes de apartheid que prevalecían en el país no le permitían realizar estudios secundarios, y empezó la lucha.
Se convirtió en miembro fundador del Congreso de Estudiantes Sudafricanos, que se propagó con rapidez hacia otras ciudades. Tres años después fundó y presidió el Congreso de la Juventud de Port Elizabeth.
Jack se integró a los movimientos cívicos emergentes en la época y, convencido de que el apartheid no sería derrotado con una revolución armada y de que la organización sería un arma esencial para luchar, organizó huelgas, boicots y otras acciones contra el régimen racista blanco.
El documental se detiene a mostrar el éxito de las huelgas de consumidores realizadas en Port Elizabeth a mediados de la década del 80, cuando la mayoría negra se dio cuenta de que su fuerza económica podía utilizarse para conseguir el apoyo de los empresarios sudafricanos en la lucha contra el apartheid.
"Nuestro poder de compra será decisivo para el futuro del país", aseguró Mkhuseli antes de ser arrestado en agosto de 1986, y pasar tres años y medio en la cárcel sin ser juzgado.
"Viví el apartheid en carne propia", comentó Mkhuseli en el estreno del documental en Nueva York. La elección de la no violencia es difícil pero, al final del camino, tiene consecuencias más duraderas sobre la gente, dijo.
"Contar con la presencia de personas poderosas fue la mejor parte de la película. No hablo del tipo de poder que asociamos con presidentes o primeros ministros. Y no creo que tenga alguna relación con el carisma", subrayó Steve York en el estreno.
York, que ganó numerosos premios por varios documentales de televisión en la década del 90, expresó su asombro por lo que habían logrado Lawson a los 30 años y Mkhuseli a los 27.
"Nadie creía que tuvieran poder. Ni siquiera hoy se los considera poderosos. Pero ellos entendieron el poder de las ideas. Son personas reflexivas que dieron el paso cuando creyeron que sus ideas eran diferentes", recalcó York.
El arzobispo Tutu, cuya lucha contra el apartheid se tradujo en un premio Nobel de la Paz, señaló en el documental que algunas personas creen que el mayor temor de un dictador o un tirano es a la resistencia armada.
Pero no es así, indicó Tutu. "Cuando el pueblo decide que quiere ser libre, cuando está convencido de ello, no hay nada que pueda detenerlo", aseguró. (FIN/IPS/tra-en/mb/mk/ceb/mj/cr/99