ARGENTINA: Educación, cada vez menos una vía de ascenso social

En Argentina, la educación fue tradicionalmente un vehículo que permitió a niños, niñas y adolescentes de familias pobres llegar hasta la universidad, una tendencia que se está revirtiendo con fuerza en los 10 últimos años.

De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad Nacional de Salta titulado "Los efectos de la política neoliberal en la educación", el acceso y la permanencia de menores en los distintos niveles de enseñanza se volvió muy desigual según provengan de familias ricas o pobres.

La investigación parte de la base de que en este país 45 por ciento de niños y niñas son pobres.

En esta franja de los que tienen escasos recursos 27 por ciento repitió algún año de la escuela primaria, proporción que baja a sólo 4,4 por ciento entre los de familias ricas.

Del mismo modo, la investigación -coordinada por el rector de esa casa de altos estudios, Juan Gottifredi- contempló que 7,5 por ciento de los más pobres ingresa más tarde a la vida escolar, frente a cuatro por ciento de los que tienen una situación socioeconómica holgada.

Ls enseñanza secundaria sólo la termina 25 por ciento de los adolescentes de familias pobres frente a 76 por ciento de los que provienen de clase media o alta. A su vez, la deserción es enorme en barrios de la ciudad de Buenos Aires donde viven familias de escasos recursos.

La principal causa de abandono es la necesidad de empleo. En Argentina, de acuerdo a cifras reveladas este mes por Unicef, hay 252 mil menores de 14 años que trabajan, la cifra más alta de la década.

El experto en Educación Juan Carlos Tedesco, en su libro "El rol de la educación en América latina", sostuvo que "el ingreso tardío a la escuela y la repitencia es ya una fuente de desigualdad social".

Para Gottifredi, que desde este mes es viceministro de Educación, la conclusión de su estudio es que el crecimiento económico registrado en la década de los 90 no sólo generó alto desempleo sino que ahondó la distancia que separa a los dos extremos de la pirámide social.

Y la educación, en lugar de contribuir a compensar esas desigualdades, se está volviendo otro factor de distanciamiento. En distritos como el de la provincia de Buenos Aires las escuelas estatales albergan a niños de muy magros recursos, casi exclusivamente.

Los hijos de la clase media y la alta -que antes se integraban con los más pobres en escuelas públicas- optan en cambio por las privadas, restando a los niños de menos recursos la posibilidad de integrarse.

En diálogo con IPS, la profesora en Ciencias de la Educación Mirta Goldberg explicó que la escuela hoy no tiene una oferta que permita salvar las diferencias de orígen como tenía hasta hace algunos años. "El abismo es enorme", advirtió la experta.

Goldberg sostuvo que el deterioro es muy grande en algunas familias y la escuela no siempre puede contener a los niños. "Para los alumnos de los sectores con más carencias, los hábitos de trabajo y las técnicas de estudio son a veces imposibles de acatar".

Una mujer consultada por IPS que desistió de enviar a su hijo a una escuela estatal lo explicaba de esta manera. "Yo quería mandar a mi hijo a una escuela pública, como fuimos mi marido y yo, pero la realidad es que esas escuelas hoy giran en torno al comedor".

La mujer y su esposo son profesionales que hicieron toda su carrera -desde la primaria hasta la Universidad- en instituciones públicas. Pero esta tendencia, que era habitual sobre todo en la amplia clase media, se revirtió aceleradamente en la última década.

Una maestra del nivel preescolar -para cinco años- comentó a IPS que en la escuela pública ella tiene objetivos menos ambiciosos. Por ejemplo, enseña los colores primarios, que en la escuela privada se enseñan a los chicos de tres y cuatro años.

"En la capital todavía hay escuelas en donde se mezclan niños de distintas clases sociales, pero acá la polarización es enorme, y a las escuelas públicas nos llegan sólo los chicos muy, muy pobres, que vienen atraídos por el comedor escolar", reconoció.

Este fenómeno resulta paradójico en un país en el que buena parte de los inmigrantes que llegaron de Europa a principios de siglo, en la mayoría de los casos analfabetos o con apenas algunos años de escuela primaria, consiguieran que sus hijos accedieran a la universidad.

Es el caso de miles de personas, conocidas y desconocidas. La mayoría de los funcionarios públicos, desde presidentes a ministros, pasando por legisladores, tienen este origen. El ex presidente Carlos Menem, abogado, era hijo de inmigrantes pobres y lo mismo sus ministros.

El actual encargado de la cartera de Salud, Héctor Lombardo, reveló -como otros tantos- que sus padres vinieron de Italia sin un centavo a principios de siglo y lograron un empleo para sobrevivir. Eso fue suficiente entonces para que su hijo se recibiera de médico.

La posibilidad de que las generaciones progresen se aceleró de nuevo a mediados de siglo cuando los hijos de trabajadores que protagonizaron el período de sustitución de importaciones también pudieron educarse y alcanzar niveles terciarios y universitarios.

Pero en la última década, con las reformas neoliberales que abrieron la economía a la competencia y redujeron la presencia del Estado en la vida pública, la educación sufrió una severa crisis por falta de financiamiento, justo cuando la competencia laboral había aumentado.

Desde hace poco menos de 10 años, se requieren cada vez más habilidades y formación específica para conseguir un empleo, una exigencia del mercado para la cuál la escuela no está a la altura.

En este sentido, Goldberg explicó que "la asistencia a la escuela es un sacrificio de acompañamiento muy grande para las familias pobres" y en este momento "hay muchas dudas de que esto sirva como vía para insertarse en el mercado laboral".

Para Gottifredi, la brecha educativa "es cada vez más grande", tal como lo sostiene Goldberg, y no se acorta sólo con mejoras en el ámbito de la educación sino con un profundo cambio en toda la política pública destinada a promover un modelo de desarrollo más integrador. (FIN/IPS/mv/dg/ed dv/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe