ALEMANIA: Extrema derecha recluta y entrena niños

Grupos neonazis de Alemania comenzaron a buscar niños y niñas para reclutarlos y "entrenarlos", denunció la Oficina para la Protección de la Constitución (OPC), el servicio secreto interno del gobierno federal.

El grupo derechista "Stahlhelm" (Casco de Acero) se concentra desde hace un año en adoctrinar niños y la OPC comprobó en Baja Sajonia que los reclutas son cada vez más jóvenes.

"Este es un hecho muy grave que estamos vigilando de cerca", dijo Rolf Peter Minnier, responsable de la OPC de Baja Sajonia.

Por lo general, los reclutas neonazis son jóvenes desplazados, fanáticos del fútbol o desempleados.

Según el informe de la OPC, Stalhelm creó una "Liga para Niños y Niñas" y un "grupo de juego" para niños de hasta 12 años. El verano pasado, el grupo organizó un campamento para 30 niños en un balneario del Mar Báltico donde los ejercicios de tiro fueron una de las actividades principales.

Stahlhelm, que se fundó después de la primera guerra mundial (1914-1918) y estuvo formado al comienzo por veteranos de guerra, cayó bajo la influencia del movimiento nacional-socialista (nazi) cuando el dictador alemán Adolf Hitler llegó al poder en 1933.

Resurgió en 1951 y, en los últimos años, se convirtió en el punto de encuentro de neonazis de toda Alemania. También tiene lazos estrechos con grupos derechistas de Bélgica.

Al responder a una interpelación parlamentaria, el gobierno afirmó que Stahlhelm es antisemita y revisionista, por insistir en que el holocausto -el exterminio sistemático de seis millones de judíos durante el nazismo- jamás ocurrió. También es militarista y beligerante.

Los niños son prioritarios para Stahlhelm porque "los nazis verdaderos se están extinguiendo. El sucesor de nuestro 'Fuehrer' (conductor, como se llamó a Hitler) debe salir de nuestras propias filas", dice una publicación interna del grupo pidiendo a sus miembros que registren a sus hijos en la "Liga Sharnhorst de Niños y Niñas Alemanes".

La oficina de la OPC en el estado del Rin-Palatinado también dijo estar vigilando las actividades de Stahlhelm. El año pasado las autoridades descubrieron ametralladoras, minas, explosivos, fusiles, granadas y 8.000 cartuchos durante un allanamiento en uno de los locales del grupo.

"Existe el peligro de que derechistas con inclinaciones violentas puedan convertirse en terroristas", advirtió en ese entonces Walter Zuber, ministro del Interior.

Dieter Drueckhammer, un dirigente del grupo en Baja Sajonia, cuya nuera dirige el jardín de infantes para hijos de miembros de Stahlhelm, dijo sentir desprecio por los "cabezas rapadas" que atacan a turcos y otras minorías en forma oculta, y afirmó que la "guerra" debe ser preparada con disciplina y entrenamiento.

Este verano, durante un picnic que incluyó a mujeres y niños, se realizaron ejercicios de tiro con armas automáticas. "Casi todos los miembros llevaban un arma", apuntó la OPC.

Tradicionalmente, los grupos derechistas atrajeron reclutas entre los jóvenes alemanes marginados, especialmente en la antigua Alemania Oriental. Sin embargo, la actual tendencia a reclutar menores de 16 años parece estar en aumento.

Gerhard Frey, jefe del partido neonazi Unión Popular Alemana (DVU), que se adjudicó el 13 por ciento de sufragios en las elecciones estatales de 1998 en Sajonia-Anhalt, se hizo famoso por su frase "votar a la derecha es parte de la cultura juvenil, como la música tecno y la patineta".

Alrededor de nueve por ciento de los alemanes de 14 a 25 años encuestados por la organización Forsa dijeron estar a favor de los partidos de extrema derecha. En la ex zona oriental, la cifra fue de 17 por ciento. En 1995, sólo cinco por ciento prefirió la derecha, y 11 por ciento en el Este, según Forsa.

El sondeo reveló también que ocho por ciento de los neonazis juzgan "legítimo" ejercer violencia contra otros. Alrededor del 14 por ciento dijo que el vandalismo era aceptable.

La conducta amenazadora con acento neonazi también está aumentando en las escuelas, el lugar que los grupos extremistas prefieren para reclutar niños.

En un colegio del distrito berlinés de Weissensee, un estudiante dibujó con un puñal de bolsillo una cruz esvástica (principal símbolo nazi) en el piso de linóleo de la clase y prorrumpió en insultos antisemitas contra el maestro.

En otra escuela, un estudiante resultó marcado en el rostro con la esvástica. El despliegue de símbolos nazis es un delito en Alemania y los profesores no saben hasta qué punto tolerar semejantes desmanes en las aulas de clase.

"Estamos aterrados por esta situación", dijo Gerlinde Schwartz, directora de una escuela media berlinesa. Los docentes procuran que las autoridades escolares fijen pautas que les permita afrontar el extremismo. Hasta ahora no han recibido ninguna normativa al respecto.

En Weissensee, la directora realiza sesiones especiales de formación docente para lidiar con el neonazismo, y los estudiantes deben hacer un proyecto sobre extremismo de derecha.

Este tipo de estrategia constituye una excepción. Muchos dirigentes escolares temen que la cuestión afecte el buen nombre de sus establecimientos.

Organizaciones de voluntarios, iglesias y universidades están realizando seminarios antifascistas, pero los docentes no están obligados asistir. El hecho de que los maestros no reconozcan las señales de peligro es usual.

Según Bettina Schubert, de la Autoridad Escolar de Brandenburgo, muchos docentes de la ex zona oriental se formaron durante la época comunista y ahora están confundidos sobre la "libertad de opinión". Algunos creen que las frases antisemitas de los neonazis reflejan ese nuevo tipo de libre expresión.

No hace mucho, los alumnos consideraban a los neonazis como el refugio de los aplazados en clase. El neonazismo era casi inexistente en los institutos secundarios que preparan al 30 por ciento de los mejores estudiantes para ingresar a las universidades, pero ahora atrae a un espectro juvenil mucho más amplio.

Las autoridades educativas de Berlín están esbozando nuevos lineamientos para sus cursos de estudios sociales destinados al examen de ingreso a la universidad (Abitur) que incluyen más conocimientos sobre la era nazi (1933-1945) y la sociedad multicultural.

Sin embargo, no hay planes para cambiar el programa de historia, que se detiene antes del surgimiento del nazismo, un tema tradicionalmente evitado para no avergonzar a los docentes que vivieron durante esa época. (FIN/IPS/tra-en/ys/ak/ego-mlm/hd-ip/99

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