Enero del 2000 será el "mes de Africa" en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que discutirá la crisis del sida en el continente y el despliegue de una fuerza pacificadora en la República Democrática de Congo.
"La situación actual de Africa es la más explosiva", dijo Richard Holbrooke, embajador de Estados Unidos en la ONU.
Holbrooke señaló el lunes en una conferencia de prensa que "no es novedad" que la ONU se concentre en Africa, pero que "es bastante obvio" el simbolismo de hacerlo en enero del 2000.
"Los problemas están allí. Sería una irresponsabilidad que quienes deciden políticas les dieran la espalda", agregó.
La República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire) ocupa un lugar importante en la agenda del Consejo de Seguridad. El embajador de Sudáfrica, Dumisana Kumalo, comentó que la cuestión de ese país es "una prueba fundamental" para el Consejo desde el punto de vista de los africanos.
El jueves, durante una reunión del Consejo dedicada a la RDC, el subsecretario general de Operaciones de Pacificación, Bernard Miyet, dijo que "la situación militar y de seguridad en la RDC se ha deteriorado mucho" en el último mes por el combate del gobierno contra los insurgentes en varias regiones de ese país.
Algunas disposiciones del acuerdo de paz para la RDC firmado en julio por el gobierno de Laurent Kabila y las fuerzas insurgentes, apoyadas por Uganda y Ruanda, no han sido cumplidas.
Miyet informó que 62 de los 90 oficiales de enlace en la RDC autorizados por el Consejo de Seguridad estaban en sus puestos pero no podían desplazarse dentro de ese país para realizar un estudio de la situación militar, como lo requería una resolución del Consejo.
Sin esa información, "no podremos estudiar plenamente las condiciones de seguridad o desarrollar un concepto detallado y completo de las operaciones", agregó.
El Consejo de Seguridad autorizó el despliegue en la RDC de 500 observadores militares de la ONU, quienes podrían ser la vanguardia de una misión de mantenimiento de la paz, pero el secretario general de la ONU, Kofi Annan, no hará nuevas recomendaciones al Consejo hasta disponer de informes sobre la situación.
Durante la reunión del Consejo del jueves, Holbrooke admitió que Estados Unidos estaba actuando con lentitud respecto de la RDC, pero indicó que eso no se debía a que su país se opusiera a la operación de mantenimiento de la paz en la RDC, sino a que deseaba que fuera exitosa.
Washington no desea firmar "un cheque en blanco" mientras no cuente con detalles sobre la misión, señaló Holbrooke en su conferencia de prensa del lunes.
"Lo importante no es la velocidad sino hacer las cosas bien", añadió.
Ketumile Masire, ex presidente de Botswana, fue designado mediador para la RDC por la Organización de Unidad Africana el 15 de diciembre.
A juicio de Holbrooke, las operaciones de pacificación de la ONU están entrando en su tercer ciclo posterior a la guerra fría.
El primero fue simbolizado por las complejas y fallidas misiones en Somalia y Bosnia. "Eso casi mata a la ONU", señaló.
La segunda fase se caracterizó por las misiones en Kosovo, Sierra Leona y Timor Oriental, en las cuales la ONU se involucró para reconstruir esos países luego de que otras organizaciones manejaran los aspectos militares de cada crisis.
Según Holbrooke, la misión en la RDC constituirá una tercera "categoría especial" debido al tamaño de ese país, de 2.345.000 kilómetros cuadrados, a sus graves problemas sociales y a la complejidad de su situación política.
"El futuro de las Naciones Unidas estará condicionado por las acciones en Africa central", declaró el diplomático estadounidense.
La crisis del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) en Africa también será objeto de una sesión del Consejo de Seguridad. Será la primera vez que ese organismo de la ONU, encargado de mantener la paz y la seguridad, se ocupará de una cuestión santitaria.
"El sida es mucho más que un asunto de salud. Está poniendo en peligro todos los avances que realizaron los países africanos y su situación económica y política", dijo Holbrooke.
El embajador recordó que entre 25 y 30 por ciento de los africanos están infectados por el virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida, y destacó que "no se puede poner en cuarentena a todo un continente".
El sida también fue centro de las declaraciones de Annan respecto de Africa. El 8 de diciembre el secretario general dijo a la Asamblea General de la ONU que hubo un "dramático aumento" de la epidemia en Africa.
"El impacto del sida sobre los recursos humanos capacitados (de Africa), que ya eran escasos, tiene el potencial de poner en peligro cualquier avance en los indicadores sociales. El sida no es sólo un asunto médico", dijo Annan.
Holbrooke informó que el Consejo también discutirá las situaciones de Angola, Burundi y Sierra Leona durante el "mes de Africa".
Con respecto a las deudas atrasadas de Washington con la ONU, el embajador dijo que ya se destinaron 100 millones de dólares para pagar la deuda de 926 millones que Washington reconoce. La ONU afirma que la deuda es de unos 1.500 millones de dólares.
Estados Unidos pidió que su contribución al foro mundial sea reducida de 25 a 22 por ciento del presupuesto de la ONU, como condición para ponerse al día con sus deudas. Holbrooke dijo que eso significaría redistribuir entre otros países un aporte de sólo 38 millones de dólares por año.
El embajador señaló que la estructura de las contribuciones no se ha modificado desde 1972. "Estamos pidiendo una revisión general", alegó.
El crítico más duro de la ONU en el Senado estadounidense, Jesse Helms, del opositor Partido Republicano, se reunirá con el Consejo de Seguridad en enero, y el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, que Helms preside, se reunirá el próximo mes en Nueva York. Ambos acontecimientos no tienen precedentes, dijo Holbrooke.
El embajador agregó que las coordinaciones entre la secretaría de la ONU y el Consejo de Seguridad, y entre esa secretaría y las agencias especializadas, como el Alto Comisionado para los Refugiados, debía "mejorarse". (FIN/IPS/tra- en/jw/mk/at/mp/ip/99