Las autoridades de uno de los mayores distritos de esta ciudad, capital de Yugoslavia, tomaron una polémica iniciativa antiterrorista que linda con el odio étnico contra albaneses y chinos.
Los residentes de Nuevo Belgrado fueron exhortados a "estudiar en detalle" a todos los vecinos de edificios de apartamentos, "informar sobre todo vehículo desconocido" en estacionamientos y "vigilar el movimiento de extraños".
La lista de instrucciones emitida por la autoridad local para el Bloque 70 urge a los 20.000 habitantes del barrio a vigilar de cerca a los vecinos de origen albanés o chino y a "denunciar con prontitud reuniones sospechosas a la policía".
Las instrucciones también exhortan a los residentes a estar alertas a matrículas falsas de vehículos, visitantes, e incluso a revisar los recipientes de basura de sus vecinos, para prevenir "la colocación de algún artefacto" por "terroristas albaneses" u otros.
La polémica medida fue adoptada en octubre por Aleksandar Bozovic, autoridad local del Bloque 70, quien consideró estas precauciones "absolutamente necesarias en estos tiempos".
"Esta decisión fue motivada por lo ocurrido en Moscú, donde terroristas chechenos realizaron atentados con bombas… Creemos que albaneses vinculados al Ejército de Liberación de Kosovo podrían comenzar a colocar bombas aquí", explicó.
"Muchos de nuestros vecinos albaneses fueron a (la provincia separatista de) Kosovo en marzo", cuando comenzaron los ataques aéreos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en defensa de la población albanesa.
"Quién sabe si no recibieron entrenamiento y ahora planean iniciar actividades terroristas aquí", agregó Bozovic.
En cuanto a los chinos, que poseen más de 50 comercios en el Bloque 70 y Nuevo Belgrado, "están obligados a tener los documentos de residencia correspondientes, que deben ser inspeccionados. Debemos respetar la ley", declaró.
Pero expertos en leyes de Belgrado afirmaron que las normas emitidas por Bozovic constituyen una clara violación a los derechos humanos.
"Esta política del tipo 'vigila a tu vecino' es una medida discriminatoria contra extranjeros y también contra ciudadanos yugoslavos no serbios", señaló Vladan Joksimovic, del Centro para los Derechos Humanos de Belgrado.
"Además, la gente común no puede tomar en sus manos la tarea de la policía", agregó.
Biljana Kovacevic, del Comité Yugoslavo de Abogados por los Derechos Humanos, opinó que éste es "un caso de inspiración e instigación del odio contra personas de otras naciones".
Las instrucciones de Bozovic "constituyen un acto delictivo, que puede ser castigado hasta con cinco años de prisión", dijo a IPS, y anunció que el Comité iniciará una acción judicial contra los funcionarios del distrito.
Algunos expertos en leyes creen que la responsabilidad por estas medidas es, en definitiva, del Poder Ejecutivo.
Las medidas de Bozovic, sostienen, fueron inspiradas por el Ministerio del Interior, el cual anunció en septiembre que la policía revisaría puerta por puerta los documentos de los residentes extranjeros.
La finalidad de esa medida consiste en "mejorar la seguridad de los ciudadanos" y promover "el intercambio de datos de seguridad importantes entre la policía y los ciudadanos", explicó en la ocasión Obrad Stevanovic, jefe de policía.
Ninguna autoridad policial realizó comentarios sobre las últimas medidas de seguridad adoptadas en Nuevo Belgrado, pero una fuente que pidió reserva admitió que "algunos funcionarios, como Bozovic, fueron demasiado lejos en su preocupación por un trabajo que corresponde a la policía".
"Alguna vez hubo un temor justificado a ataques terroristas de albaneses en Belgrado", dijo a IPS una alta fuente policial.
Pero ese temor "creció fuera de proporción", especialmente entre policías retirados, funcionarios de seguridad y autoridades estatales.
Ahora que una fuerza multinacional encabezada por la OTAN controla la seguridad en Kosovo, "la población de origen albanés tiene un lugar propio y ya no se interesa más por Belgrado", agregó el funcionario. (FIN/IPS/tra-en/vpz/ak/mlm/hd/99